Un juego de cartas para aprender y echar una mano al ¡®Futuro¡¯
La polaca Joanna Skorupska ha dise?ado un juego de cartas, llamado 'Futuro', con el que pretende alentar el conocimiento, el debate y la provocaci¨®n sobre el impacto que tiene la tecnolog¨ªa para lograr los ODS
Ponerse de acuerdo con las reglas de un juego de mesa o de cartas resulta casi imposible. Antes o despu¨¦s alguien suelta la frase de es que en mi casa se juega as¨ª. M¨¢s que elementos de diversi¨®n, en muchas ocasiones se convierten en aut¨¦nticos campos de batalla ¨Cm¨¢s de una familia prefiere guardarlos para siempre en un altillo¨C. Con estos antecedentes, Joanna Skorupska ha optado por barajar un poco m¨¢s hasta d¨®nde podemos llegar con unos simples naipes. Desde su estudio Radicalzz, en Varsovia, ha dise?ado Futuro. Un juego con el que contribuir a la consecuci¨®n de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) mediante el conocimiento, el debate y, por qu¨¦ no, la provocaci¨®n tecnol¨®gica.
Para jugar no valen tah¨²res, cartas marcadas ni nada por el estilo. Da igual qui¨¦n gane¡ porque vencen todos. En diferentes mazos encontramos tecnolog¨ªas, tendencias digitales y los ODS. Como explica Skorupska, que particip¨® en el evento organizado por EL PA?S Retina de Disrupci¨®n Creativa, Futuro no es m¨¢s que una herramienta f¨¢cil de utilizar, que todo el mundo conoce y maneja. Con unas reglas muy sencillas: debatir y replantearse qu¨¦ hacemos con la digitalizaci¨®n. ¡°El principal prop¨®sito es que sea abierto. Necesitas una o dos horas para jugar. Hay mucha discusi¨®n entre las partes una vez que se empieza. Se dan cuenta del impacto tan grande que tiene la tecnolog¨ªa en sus vidas y negocios¡±, sostiene.
Nada m¨¢s abrir la baraja, las cartas invitan a explorarlas. Agradables al tacto, aportan la informaci¨®n precisa sobre la tem¨¢tica. Para saber c¨®mo lograr el bienestar de toda la sociedad ¨Cuno de los ODS fijados por Naciones Unidas¨C, el juego te recuerda que el 11% de la poblaci¨®n mundial vive por debajo del umbral de la pobreza. Hasta recomienda que, si subcontratas la producci¨®n de algo, mejor sea con manufactureros certificados. Como esto va de Futuro, el clima lo mantiene tambi¨¦n con el dise?o. Una de las caras del naipe siempre es la misma. Diferentes l¨ªneas curvas dibujan figuras geom¨¦tricas, casi cubistas, rellenas por cuatro colores: rojo, gris, negro y verde turquesa. Una declaraci¨®n de intenciones vanguardistas.
¡°El calentamiento antes de empezar el juego sirve para saber m¨¢s sobre las tecnolog¨ªas y su impacto. Recomendamos que jueguen entre tres y cinco personas para que interact¨²en y debatan. Siempre hay un tiempo para buscar informaci¨®n una vez que se reparten las cartas¡±, asegura Skorupska. Para facilitar esta labor, en la propia baraja aparecen diferentes enlaces a casos de ¨¦xito. Es una forma de inspirar la conversaci¨®n y las soluciones a las que pueden llegar los participantes. ¡°Luego es el momento de especular sobre las cosas, los comportamientos y los proyectos que est¨¢n sobre la mesa. Se trata de averiguar qu¨¦ impacto tendr¨¢ esa tecnolog¨ªa en el futuro sobre determinado tema¡±, a?ade.
Cuanto m¨¢s sencillo, mejor
Para adentrarse adecuadamente en la din¨¢mica del juego, lo m¨¢s sencillo es comenzar por situaciones cotidianas. Resulta f¨¢cil perderse entre internet de las cosas, automatizaci¨®n, blockchain y ODS. Como si de la navaja de Ockham se tratara, mejor no rebuscar en la complejidad. ¡°Un ejemplo ser¨ªa que los jugadores pensaran en c¨®mo afectar¨ªa una interfaz en la forma que vamos al ba?o. Saber el impacto que tendr¨ªa en nuestras vidas. Es muy importante escoger asuntos cercanos, as¨ª empatizas enseguida¡±, afirma la creadora de Futuro. Por si a alg¨²n participante se le atraviesa la trivialidad, las normas incluyen algunas sugerencias para poner el cerebro innovador en funcionamiento, como aplicar nuevas tecnolog¨ªas a hacerse un bocadillo.
Las propuestas que obtengamos son totalmente impredecibles. Es lo que tiene mirar hacia adelante, que todo est¨¢ por escribirse ¨Cel nombre del juego no enga?a¨C. Las manos que juguemos cuentan tambi¨¦n con cierta provocaci¨®n y reflexi¨®n. En palabras de la propia Skorupska, se supone que el futuro ha de ser democr¨¢tico; pero, ahora mismo, las decisiones importantes solo provienen de Gobiernos y grandes organizaciones tecnol¨®gicas. ¡°Si m¨¢s personas son conscientes de c¨®mo funciona la tecnolog¨ªa, podr¨ªamos aportar m¨¢s. Es como educar a la sociedad para que sepan y sientan que tienen el poder de cambiar las posiciones de las compa?¨ªas y pol¨ªticos¡±, zanja.
Cuesta asegurar que lo que est¨¦ por venir provenga de unas cuantas partidas de cartas, aunque la intenci¨®n de que la tecnolog¨ªa no nos atropelle sobre el tapete queda. ¡°A diario nos damos cuenta de que aparecen se?ales de que esto no avanza todo lo bien que nos gustar¨ªa. Tenemos que ser m¨¢s responsables y hol¨ªsticos en la forma de pensar¡±, concluye. Pocos faroles valen ante el reto que ha repartido Skorupska. Al menos as¨ª lo entiende ella, que considera que todav¨ªa estamos a tiempo de revertir el statu quo. A diferencia del casino, la banca no siempre tiene que ganar. Se admiten apuestas.?
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