La visi¨®n cu¨¢ntica como transformaci¨®n del liderazgo
?C¨®mo podr¨ªa influir la f¨ªsica cu¨¢ntica sobre las mentalidades emprendedora y directiva? ?Se puede hablar de 'visi¨®n cu¨¢ntica' como un sistema ¨®ptimo para que negocio y cultura de las organizaciones se desenvuelvan en el torbellino de la econom¨ªa mundial y su aceleraci¨®n tecnol¨®gica?
C¨®mo podr¨ªa influir la f¨ªsica cu¨¢ntica sobre las mentalidades emprendedora y directiva? ?Se puede hablar de visi¨®n cu¨¢ntica como un sistema ¨®ptimo para que el desarrollo de negocio y la cultura de las organizaciones se desenvuelvan en el torbellino de la econom¨ªa mundial y su aceleraci¨®n tecnol¨®gica?
Para dar algunas pinceladas que respondan a estas cuestiones, lo primero que cabe se?alar es que la raz¨®n cu¨¢ntica de modo general se caracteriza por ensalzar la indeterminaci¨®n. En el mundo sucede lo que sucede sin ninguna causa aparente para nuestro sentido com¨²n salvo para el estatuto dictado por las leyes de la f¨ªsica.
Las part¨ªculas se interrelacionan entre s¨ª en todo momento de todas las formas en que es posible que cada fen¨®meno acontezca. La predicci¨®n se torna imposible salvo para un modelo avanzado de c¨¢lculo de probabilidad (denominado agente ideal bayesiano) que permitir¨ªa calcular esa totalidad infinita de mundos posibles (aqu¨ª radica el objetivo de la computaci¨®n cu¨¢ntica).
La mayor¨ªa de las metodolog¨ªas productivas y modelos organizativos que se utilizan a diario en las empresas occidentales est¨¢n construidos bien sobre el prisma newtoniano (que son la gran mayor¨ªa, basado esencialmente en la noci¨®n de control, esto es, ejercer esquemas de control sobre colectivos de personas, productos, mercados y deseos de clientes para anticipar la respuesta, minimizando la incertidumbre y generando una confianza de l¨®gica mecanicista) bien sobre el freudiano (en desuso, y que busca unas veces apretar y otras aligerar la represi¨®n de la psique del sujeto como estrategia para propiciar un tipo de equilibrio o una pulsi¨®n emergente en su conducta y en la gesti¨®n de sus necesidades). Sin embargo, hay otro modo de concebir y proceder que nos resulta extra?o e inc¨®modo, y que fluye asiduamente por las culturas asi¨¢ticas. El n¨²cleo de esta v¨ªa alternativa radica en la noci¨®n de ambig¨¹edad.
La ambig¨¹edad recae en una fraseolog¨ªa negativa que ante la pregunta ?qu¨¦ sucede a continuaci¨®n?, responde sin alteraci¨®n alguna con un natural no lo sabemos. La vaguedad y falta de cierre, moneda habitual en el trato con empresas chinas, coreanas y taiwanesas, posee una conexi¨®n con sus respectivas tradiciones religiosas y constelaci¨®n de valores.
Y, al mismo tiempo, expresa una secuencia de pautas para la toma de decisiones que en absoluto se encuentra regida por lo casual o por una degradaci¨®n del conocimiento, sino por una causalidad centr¨ªfuga (o dicho de otro modo, que las causas y consecuencias carecen de una coherencia lineal o evidente, con un centro claro y distinto).
Este vector centrifugado para encarar la realidad que nos rodea comprende que lo bueno es dar vueltas alrededor de un circulo de sillas o de tirar unas bolas al aire hasta que uno decide sentarse o agarrar una posibilidad de entre muchas (cuantas m¨¢s se manejen mejor), ya que finalmente habr¨¢ inferido que esa ser¨¢ la m¨¢s ventajosa.
En el tr¨¢nsito hasta que algo es acogido como cierto, la ambig¨¹edad se ha transformado en una f¨®rmula creativa de ensayar cu¨¢l podr¨ªa ser el resultado en todos los escenarios que se pueden imaginar y predecir potencialmente.
Este paradigma, contrariamente a lo que puede parecer a primera vista, no est¨¢ sujeto en su ra¨ªz original a una voluntad de controlar una creciente base cuantitativa para el an¨¢lisis exhaustivo de los datos sino que, siendo una cuesti¨®n de mentalidad matem¨¢tica, corre sobre una respuesta intuitiva que abraza el caos con familiaridad.
El sentido de control es sustituido por otro, relativo a una confianza y seguridad especiales, que nuestra conciencia cartesiana inmediatamente categoriza como una estructura quebradiza o pr¨®xima a lo insolvente (una precipitaci¨®n que se convierte en el precursor de un grado alarmante de ansiedad).
El paradigma cu¨¢ntico debe tener su l¨ªmite en no anular el concepto de individualidad y subjetividad por su ansia de operar con masas enormes de datos y part¨ªculas.
Por el contrario, esa confianza especial permite extraer del caos el punto exacto de home¨®stasis o armon¨ªa, el algoritmo predilecto a partir del cual destapar lo oculto detr¨¢s de la verdad aceptada, para as¨ª comprender lo que no se hab¨ªa comprendido anteriormente porque no formaba parte del rostro de lo aparente (sino que deven¨ªa sin ser percibido ni medido).
En definitiva, la visi¨®n cu¨¢ntica despliega el aprecio por la totalidad (la que est¨¢ presente y la ausente), lo que permite hacer conexiones infinitas de elementos dispersos y alejados entre s¨ª en contraste con el ensalzamiento de la fragmentaci¨®n, las divisiones y la especializaci¨®n. Practicarlo supone que el conocimiento puede estar inconcluso, y que el escenario v¨¢lido y absoluto para el presente probablemente no lo ser¨¢ para todo el futuro hist¨®rico. Es una manera de hacer cr¨ªtica a la propia racionalidad.
Pero es vital no destruir en el camino hacia su adopci¨®n la originalidad y singularidad de cada individuo. El paradigma cu¨¢ntico debe tener su l¨ªmite en no anular el concepto de individualidad y subjetividad por su ansia de operar con masas enormes de datos y part¨ªculas. De no lograr su propia contenci¨®n, caer¨¢ en un totalitarismo aberrante, en el sentido de eliminar paulatinamente niveles completos de diferenciaci¨®n de personas, es decir, en sustraer de las probabilidades elegidas en los lugares preferentes aquellos que suponen una oposici¨®n manifiesta a los intereses hegem¨®nicos.
Desde una l¨®gica cu¨¢ntica, mi propuesta para la pr¨¢ctica empresarial, y con el advenimiento de los sistemas de inteligencia artificial ampliados, recaer¨ªa en cultivar el talento de las personas en dos espacios mutuamente sincronizados: el espacio de los generadores de escenarios versus los ejecutores de escenarios.
Se deber¨ªa cultivar el talento de las personas en dos espacios mutuamente sincronizados: el espacio de los generadores de escenarios versus los ejecutores de escenarios
En el primero, el eje funcional ser¨ªa prodigar la imaginaci¨®n mediante la capacidad asociativa y dial¨¦ctica (su misi¨®n ser¨ªa sintetizar el potencial de los escenarios posibles, aprovechando positivamente la diversidad de subjetividades). En el segundo, predominar¨ªa la racionalidad pr¨¢ctica esforzada por demostrar materialmente la viabilidad de lo aportado por los primeros (evitando caer en sesgos cognitivos e ideol¨®gicos).
Esta relaci¨®n de tesis y ant¨ªtesis podr¨ªa ser el catalizador para transformar los modelos tradicionales de liderazgo en el largo plazo. La voluntad del progreso tecnol¨®gico empuja hacia que el empresario y directivo aprendan a codificar esta nueva forma de reconocer familiarmente el mundo.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.