¡°Tres personas est¨¢n viendo este art¨ªculo¡±: as¨ª te l¨ªan las webs para asegurar tu compra
La Universidad de Princeton ha analizado 11.000 tiendas online en busca de patrones oscuros creados para forzar ciertas compras. Esto es lo que ha encontrado
La oferta acaba en 00:01:36 (y bajando). Once personas han comprado este art¨ªculo. Alguien en Malasia acaba de comprar esto. Otros 59 usuarios lo tienen en su carrito. ?Te suenan estos avisos? ?Sientes la presi¨®n de sacar la tarjeta de cr¨¦dito? Esa es la idea. Las tiendas online se aprovechan de nuestra humana, luego imperfecta naturaleza para incitarnos al gasto. El modo en que lo consiguen es lo que se conoce como patrones oscuros.
"Son elecciones en el dise?o de interfaces que benefician al servicio online al coaccionar, manipular o enga?ar a los usuarios para que tomen decisiones no intencionadas y potencialmente da?inas". Esta definici¨®n la propone un equipo de investigadores de las universidades de Princeton y Chicago que acaba de analizar 53.000 productos de 11.000 tiendas online en busca de artima?as de este tipo. "En el mejor de los casos, los patrones oscuros molestan y frustran a los usuarios. En el peor, pueden confundir y enga?ar a los usuarios, por ejemplo, al causarles p¨¦rdidas de dinero, embaucarles para que cedan grandes cantidades de datos personales, o inducir un comportamiento compulsivo y adictivo en adultos y ni?os", advierten.
De los 11.000 comercios analizadas, 1.254 incorporaban patrones oscuros en sus canales de venta y -sorpresa- precisamente los m¨¢s populares resultaron ser los m¨¢s propensos a emplearlos. Por otra parte, la detecci¨®n de estas argucias se realiz¨® de manera autom¨¢tica, mediante b¨²squedas automatizadas en el texto de estas p¨¢ginas web, de modo que lo m¨¢s probable es que el n¨²mero real sea superior.
- ?C¨®mo nos enga?an?
De acuerdo con el estudio, podemos hablar de siete categor¨ªas de trampas, que luego se hacen efectivas mediante distintos m¨¦todos.
- Acciones furtivas. Son intentos de tergiversar las decisiones del comprador o retrasar ciertas informaciones a las que estos se opondr¨ªan si estuvieran al tanto. Esto puede concretarse, por ejemplo, en la aparici¨®n de productos sorpresa en la cesta de la compra o bien de costes con los que no cont¨¢bamos de entrada.
- Urgencia. Si sabemos que tenemos poco tiempo para disfrutar una oferta, dedicaremos menos tiempo a sopesar la compra. Las tiendas lo saben y lo explotan con cuentas atr¨¢s y ofertas por tiempo limitado.
- Desv¨ªo de la atenci¨®n. Consiste en usar gr¨¢ficos, lenguaje o emociones para empujar a los usuarios o alejarles de cierta decisi¨®n. ?Alguna vez has intentado darte de baja de alg¨²n servicio y has recibido una solicitud de confirmaci¨®n acompa?ada de una frase como "no, gracias, prefiero perderme vuestros descuentos y pagar m¨¢s"? Esto es lo que se conoce como confirmshaming. Otras maneras de jugar con tu atenci¨®n pasan por hacer menos visible la opci¨®n menos conveniente para la marca o usar preguntas trampa.
- Demostraciones sociales. Su plan es engatusarte con las experiencias y comportamientos de otros usuarios. Esto se consigue con mensajes del tipo: "118 personas vieron este anuncio en las ¨²ltimas 24 horas".
- Escasez. Si sospechamos que un art¨ªculo est¨¢ pr¨®ximo a agotarse, tendemos a desearlo m¨¢s. De ah¨ª los mensajes que anuncian que solo quedan tres unidades en stock o que el producto en cuesti¨®n tiene gran demanda.
- Obstrucci¨®n. Son las webs ratonera. Es f¨¢cil entrar, pero muy dif¨ªcil salir. Un ejemplo de esto ser¨ªan esas suscripciones aparentemente inofensivas que luego exigen poco menos que el Camino de Santiago a quien quiera librarse de ellas.
- Acciones forzadas. ?Alguna vez te has visto obligado a registrarte para poder completar la compra? Pues ya sabes de lo que estamos hablando.
Entre los 1.254 sitios web con patrones oscuros detectados por los investigadores figuraban 183 en los que los mensajes presentados al usuario eran simplemente falsos: por ejemplo, los contadores de las ofertas estaban programados para iniciarse con cada nueva visita a la web, de manera que se reseteaban al volver a cargar, o bien se hac¨ªa creer al usuario que hab¨ªa resultado ganador en el sorteo de un descuento que en realidad estaba habilitado para todos los compradores.
Anatom¨ªa de las webs tramposas
?Esto lo hacen las propias tiendas? A veces s¨ª y a veces no. El an¨¢lisis identific¨® al menos 22 proveedores independientes de este tipo de servicios. La empresa m¨¢s prol¨ªfica, cuyas turbias obras aparec¨ªan en 402 webs, es Beeketing. Esta compa?¨ªa, nacida en 2008, se presenta como una herramienta para convertir a m¨¢s visitantes en ingresos y se vanagloria de haber logrado m¨¢s de 1.000 millones de d¨®lares en ventas extra. De acuerdo con los investigadores, sus patrones oscuros de cabecera pasan por suscitar sentimientos de urgencia y escasez en los potenciales compradores. "En algunos casos, descubrimos que estos proveedores abiertamente anunciaban las capacidades capciosas de sus productos", se?alan. "Curiosamente, algunas de ellas usaban mensajes de demostraci¨®n social en sus propias webs para promocionar sus productos".
- ?Y qu¨¦ hacemos?
Los investigadores abogan por el desarrollo de medidas defensivas contra los patrones oscuros, de manera que los usuarios puedan tener experiencias de compra transparentes y justas. Mientras sus sue?os (y los nuestros) se van haciendo realidad, podemos aferrarnos a los consejos de Data Detox, la gu¨ªa creada por Tactical Tech (y avalada por Mozilla) para tomar las riendas de nuestra vida online.
El primer paso es aprender a reconocer e ignorar estos se?uelos y compartir nuestros descubrimientos con amigos y familiares. La organizaci¨®n anima tambi¨¦n a hacer capturas de pantalla de los patrones oscuros para posteriormente publicarlas en las redes sociales. "Este simple acto no solo ayuda a informar, tambi¨¦n puede ayudar a crear una discusi¨®n productiva con la compa?¨ªa", se?alan. Estar alerta es clave. "Si te descubres a ti mismo pulsando un bot¨®n cuando no quer¨ªas, piensa en c¨®mo est¨¢ expresado y en los colores que emplea el dise?ador". Y si cazas a un tramposo, act¨²a en consecuencia. "Hay algo muy poderoso que puedes hacer: usa otra web".
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