Quien no llora no mama: batallas (legales) desiguales
No se pueden dar las cosas por perdidas desde el inicio. Uno no deber¨ªa desistir de hacer valer sus derechos, sin intentarlo siquiera, por el mero hecho de considerar que su contrincante tiene una mayor envergadura.
La historia de la humanidad est¨¢ llena de batallas desiguales. Desde la famosa narraci¨®n b¨ªblica de David contra Goliat (Samuel I.17), hasta las m¨¢s desconocidas campa?as b¨¦licas como la audaz estrategia de defensa de Galicia en 1809 contra la invasi¨®n de las tropas napole¨®nicas. La expresi¨®n art¨ªstica y literaria tambi¨¦n refleja esta empat¨ªa del ser humano por las batallas desproporcionadas. A muchos nos puede venir a la mente el cuadro David y Goliat de Tiziano (1477-1576) o, sin ir tan lejos, los c¨®mics de Ast¨¦rix y Ob¨¦lix?o la oscarizada pel¨ªcula de Braveheart.
Tradicionalmente, la reina de las cruzadas desiguales es -y en cierto modo lo sigue siendo- la disputa contra el Estado. Un enfrentamiento judicial contra la Administraci¨®n P¨²blica puede suponer un largo, desbastador y, lo peor de todo, incierto proceso. Hoy en d¨ªa, el mundo ha cambiado e iniciar una contienda contra una gran corporaci¨®n es, en parte, aventurarse en una viaje judicial m¨¢s duro si cabe que enfrentarse al Estado.
En este sentido, estos d¨ªas ha sido noticia la demanda interpuesta por una empresa valenciana, M¨®n Orxata, contra Facebook. Esta valiente empresa ha demandado al gigante tecnol¨®gico por clausurar su cuenta en la red social sin un aparente motivo para ello. El procedimiento sigue en marcha, pero la empresa M¨®n Orxata ha conseguido, que no es poco, que el juicio tenga lugar en Espa?a y no en California (EE UU), tal y como establecen los t¨¦rminos y condiciones de uso de la red social americana.
Esta victoria, aunque inicial, es alentadora porque, igual que sucede en las narraciones b¨ªblicas, demuestra que es posible vencer al grande.
Otro reciente ejemplo del que la prensa espa?ola se ha hecho eco es el de la victoria de una modesta productora holandesa, MC&F, contra el gigante europeo de la comunicaci¨®n y el entretenimiento, Mediaset, por los derechos de propiedad intelectual del programa televisivo Pasapalabra. Esperemos, no obstante, que el programa vuelva pronto.
En enero de 2019, incluso la mism¨ªsima McDonald's, perdi¨® la controversia por el uso de la marca Big Mac con motivo del procedimiento seguido ante la Oficina de Propiedad Intelectual de la Uni¨®n Europea (o EUIPO por sus siglas en ingl¨¦s) contra una peque?a cadena irlandesa de comida r¨¢pida, Supermac's.
En cualquier caso, y al margen de casos excepcionales o especiales como los planteados, es justo indicar que, con la revoluci¨®n digital, las grandes multinacionales han implementado canales de resoluci¨®n de controversias y soluci¨®n de problemas con unas tasas de eficacia alt¨ªsimas. Por ello, no hemos de pensar que toda reclamaci¨®n que se inicie contra una multinacional acabar¨¢ en tribunales como la de la empresa horchatera de Valencia, sino que muchas veces, la propia empresa puede brindarnos la soluci¨®n.
En definitiva, el prop¨®sito de este art¨ªculo no es otro que recordar al lector que no se pueden dar las cosas por perdidas desde el inicio, pues uno no deber¨ªa desistir de hacer valer sus derechos, sin intentarlo siquiera, por el mero hecho de considerar que su contrincante tiene una mayor envergadura. De hecho, un conflicto puede suponer una oportunidad de negocio para todas las partes si se encauza correctamente (el win win), pero esto ya ser¨ªa tema para otra lectura.
Sergio de Juan-Creix es abogado experto en derecho digital y profesor-colaborador de la UOC?
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