El 5G, un posible riesgo para los ¡®hombres del tiempo¡¯
La Organizaci¨®n Meteorol¨®gica Mundial estima que la se?al del 5G podr¨ªa causar interferencias en la informaci¨®n que registran los sat¨¦lites meteorol¨®gicos. Esto afectar¨ªa a la fiabilidad de las predicciones meteorol¨®gicas.
La se?al del 5G ocupar¨¢ bandas de frecuencias bajas en el espectro radioel¨¦ctrico. Pero en paralelo, tambi¨¦n necesita ocupar frecuencias altas, para mejorar la capacidad de la red y la velocidad. Una de ellas es la de 24 GHz. Muy cerca del espacio que los meteor¨®logos utilizan para estudiar las part¨ªculas de vapor de agua, de las que extraen datos clave para predecir el tiempo.
En la Conferencia Mundial de Radiocomunicaciones 2019, celebrada el pasado noviembre en Egipto, los representantes de 160 naciones llegaron a un acuerdo global para asociar las bandas de frecuencia a diferentes servicios. Respecto al 5G, el centro de los debates, se acord¨® que usar¨ªa la banda de 24 GHz, pero se limit¨® la cantidad de ruido que deben hacer las se?ales. Seg¨²n la Uni¨®n Internacional de Telecomunicaciones, se evita as¨ª que este ruido provoque interferencias en la observaci¨®n de los sat¨¦lites meteorol¨®gicos.
La Organizaci¨®n Meteorol¨®gica Mundial (OMM) tiene otra opini¨®n del asunto. En un comunicado, se?al¨® que las tasas de ruido aprobadas pueden causar 10 veces m¨¢s interferencias de lo que esta organizaci¨®n recomendaba. Ambos organismos pertenecen a Naciones Unidas. Pero est¨¢ claro que su posici¨®n est¨¢ enfrentada.
¡°Esta decisi¨®n tiene el potencial de degradar significativamente la precisi¨®n de la informaci¨®n recogida en esta banda de frecuencia, lo que puede comprometer la operaci¨®n de los sistemas satelitales de observaci¨®n para todas las previsiones del tiempo¡±, as¨ª ha expresado su descontento la OMM. La banda asignada al 5G es vecina de la que usan los meteor¨®logos.
En Espa?a se ha asignado al 5G un espectro entre los 24,25 GHz y los 27,5 GHz. Mientras que los meteor¨®logos miden en la banda de 23 GHz. Pero Jos¨¦ Antonio Monistrol, director de Producci¨®n e Infraestructuras de AEMET, apunta que siempre hay una parte de la radiofrecuencia emitida que se trasvasa a la banda inferior o superior. "Nos preocupa que nuestras mediciones desde sat¨¦lite se vean afectadas en alguna medida, o en alg¨²n momento, por interferencias procedentes de la banda de frecuencia contigua, asignada a las redes 5G".
A trav¨¦s de los sat¨¦lites se estudian las mol¨¦culas de vapor de agua, cuya se?al solo se emite en la banda contigua al 5G. Estos datos se usan para conocer la situaci¨®n en zonas donde no existen otras fuentes de informaci¨®n, como los oc¨¦anos. "Las mol¨¦culas de vapor de agua absorben radiaci¨®n electromagn¨¦tica y la emiten. La frecuencia de resonancia de estas mol¨¦culas emite en la frecuencia de 23 GHz. Y con nuestros sensores podemos saber cu¨¢l es la temperatura y la humedad en ese punto", apunta Monistrol.
Sin problema
En el Colegio Oficial de Ingenieros de Telecomunicaci¨®n (COIT) tienen su propio punto de vista. Antonio Portilla, catedr¨¢tico de Teor¨ªa de la Se?al y Comunicaciones de la Universidad de Alcal¨¢ de Henares y miembro de la Junta de Gobierno del COIT, entiende la preocupaci¨®n de la Organizaci¨®n Meteorol¨®gica Mundial, pero no la comparte. "La distancia entre la parte superior de esas frecuencias en las que el vapor de agua emite una ligera radiaci¨®n y que se utilizan en meteorolog¨ªa, los 23,8 GHz, y la parte de abajo de la banda que va a ocupar el 5G, 24,25 GHz, son 450 MHz", destaca Portilla. "Para hacerse una idea, toda la parte de televisi¨®n digital terrestre ocupa menos que esos 450 MHz. Con lo cual es una distancia muy considerable".
Portilla apunta que con un buen dise?o y construcci¨®n de los sistemas de telecomunicaciones no deber¨ªan existir problemas de interferencias.
El ruido del 5G
El problema no est¨¢ en la propia emisi¨®n de la se?al de 5G, que viajar¨¢ por su banda correspondiente, sino en el ruido que puede generar esa se?al. "Cuando mandas una determinada se?al, si los circuitos fuesen ideales, nada de la potencia que t¨² mandas se saldr¨ªa fuera de la banda preestablecida¡±, explica Portilla. ¡°Pero puede existir un ruido residual que se sale de esa banda, porque nuestros sistemas no son perfectos".
El embrollo de las cifras
En la Conferencia Mundial de Radiocomunicaciones 2019 de Egipto, se acord¨® reducir las interferencias, fuera de la banda de 24GHz, que pueda causar el 5G a un m¨¢ximo de -33 dBW. Esta unidad de medida parte de la equivalencia de 1 W de potencia con 0 decibelios. Todo lo que rebaje esa potencia dar¨¢ un valor negativo. La Organizaci¨®n Meteorol¨®gica Mundial buscaba un l¨ªmite m¨¢s exigente: -42 dBW. Finalmente, los asistentes se pusieron de acuerdo para disminuir la potencia del ruido a -39 dBW dentro de ocho a?os.
Este ruido es com¨²n en transmisiones de radiocomunicaci¨®n. Es el que provoca, por ejemplo, que en los viejos transistores que sintonizaban a rueda, o en las radios de coche, una emisora se oiga en frecuencias que no son exactamente la suya. Y este es el problema que ha querido zanjar la conferencia de Egipto, donde se ha acordado que el ruido fuera de banda tiene que tener un valor m¨¢ximo de -33dDW (la unidad empleada para medir la potencia de estas se?ales).
Los meteor¨®logos exig¨ªan mayores garant¨ªas y ponen de relieve los riesgos de no contar con predicciones ajustadas: no prevenir con antelaci¨®n fen¨®menos meteorol¨®gicos extremos o imprecisi¨®n a la hora de monitorizar el cambio clim¨¢tico. Monistrol, de la AEMET, dice que se necesitar¨¢n estudios en detalle para conocer c¨®mo afecta la tasa de atenuaci¨®n establecida en Egipto. En caso de interferencia, resume las consecuencias: "Puede haber dos efectos. Que la se?al sea err¨®nea, pero nuestros sensores la consideren como verdadera, o que la se?al sea tan err¨®nea que nuestros propios filtros la eliminen. En el primer caso tendr¨ªamos datos malos, en el segundo caso tendr¨ªamos menor cantidad de datos".
Por su parte, los ingenieros de telecomunicaci¨®n advierten que estas restricciones encarecen los dispositivos. "Bajar 3 dB en el ruido fuera de banda implica una mayor complejidad t¨¦cnica, que inherentemente conlleva un considerable aumento del coste de los dispositivos, desde la estaci¨®n base hasta el terminal", puntualiza Portilla. "Tambi¨¦n es una cuesti¨®n de posibilidad de fabricaci¨®n. Poner l¨ªmites innecesariamente estrictos podr¨ªa llegar a suponer que t¨¦cnicamente no es posible fabricar dispositivos as¨ª, o incluso que el sistema completo no pueda funcionar".
Pese a todo, los l¨ªmites ya est¨¢n fijados, tanto para la fabricaci¨®n de dispositivos como para el conocimiento de los meteor¨®logos. "Nuestros esfuerzos ahora ir¨¢n hacia la adaptaci¨®n¡±, admite Monistrol. ¡°Ver qu¨¦ medios poner en marcha en nuestros sat¨¦lites para que nuestros datos se vean perturbados lo menos posible. En este caso no se puede hacer otra cosa porque la frecuencia en la que resuena el vapor de agua es la que es".
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