Una consulta m¨¦dica a distancia
La telemedicina permite ir al m¨¦dico sin salir de casa. Simplemente con una videollamada. Nueve de cada diez consultas de atenci¨®n primaria se pueden resolver de esta forma, asegura el sector
Josefa Calder¨®n, de 91 a?os, vive en la residencia para mayores Ballesol Parque Almansa, en Madrid. A casi dos kil¨®metros de all¨ª, en las oficinas de Ever Health, la doctora Bel¨¦n de Nicol¨¢s Navas escucha los latidos de su coraz¨®n. Lo hace a trav¨¦s de un fonendoscopio digital para auscultar en remoto. Una enfermera lo sit¨²a en el pecho de Calder¨®n. La telemedicina permite ir al m¨¦dico sin salir de casa. Simplemente con una videollamada.
Nueve de cada diez consultas de atenci¨®n primaria se pueden resolver de esta forma, seg¨²n Rafael Garc¨ªa, CEO de la empresa de telemedicina Ever Health. ¡°Los espa?oles realizamos m¨¢s de 155 millones de consultas al a?o de este tipo. Podr¨ªamos evitar hasta 142 millones de visitas, lo que supondr¨ªa un ahorro de m¨¢s de 7.415 millones de euros al sistema sanitario. Adem¨¢s de las esperas y desplazamientos innecesarios¡±. En Espa?a, el Gregorio Mara?¨®n, La Paz o los hospitales del Instituto Catal¨¢n de Salud ya ofrecen estos servicios.
Limitaciones en el diagn¨®stico
Pero la telemedicina, que puede resultar especialmente ¨²til en atenci¨®n primaria, tiene sus limitaciones a la hora de realizar diagn¨®sticos m¨¢s espec¨ªficos. De Nicol¨¢s se?ala que en estos casos los pacientes son derivados a un especialista. A esto se suma la desconfianza que a¨²n genera esta t¨¦cnica en determinados pacientes: ¡°A algunas personas mayores les gusta ver a su m¨¦dico de forma presencial. Para ellos, acudir a la consulta de atenci¨®n primaria les sirve para desahogarse. Ver a su m¨¦dico a trav¨¦s de una pantalla les resulta insuficiente¡±, explica la doctora, que apuesta por que convivan tanto la v¨ªa presencial como la telem¨¢tica.
La inteligencia artificial, al igual que la telemedicina, es especialmente ¨²til para la detecci¨®n precoz de enfermedades. Existen sistemas capaces de analizar el genoma de un paciente en tiempo r¨¦cord que posibilitan tratamientos m¨¦dicos personalizados. Adem¨¢s, muchos ven en los algoritmos un apoyo o incluso un sustituto del ojo humano. Estos ya detectan alzh¨¦imer, c¨¢ncer de piel, de pulm¨®n o de mama de manera m¨¢s fiable que los propios m¨¦dicos. Aunque sustituir ir al m¨¦dico por hacerse un selfi pueda parecer una escena futurista, tambi¨¦n se investiga el potencial del reconocimiento facial.
En 2017, un equipo de cient¨ªficos de la Universidad de S¨ªdney desarroll¨® un modelo computacional capaz de detectar la grasa corporal o la presi¨®n sangu¨ªnea de personas a trav¨¦s de una fotograf¨ªa. Adem¨¢s, el Instituto Nacional de Investigaci¨®n del Genoma Humano usa reconocimiento facial para detectar enfermedades gen¨¦ticas raras.
Un esc¨¢ner en la mu?eca
En los pa¨ªses ricos, uno de cada cinco adultos ya tiene un reloj inteligente o una pulsera rastreadora de la actividad f¨ªsica, seg¨²n el informe The future of devices de GSMA Intelligence. Los investigadores sostienen que estos dispositivos tienen el potencial de reducir las visitas en persona a centros m¨¦dicos u hospitales.
Algunos wearables de gigantes tecnol¨®gicos como Apple o Xiaomi ya detectan ca¨ªdas, eval¨²an la calidad del sue?o, registran el ejercicio f¨ªsico y miden la frecuencia cardiaca. ¡°Dispositivos que inicialmente no ten¨ªan la etiqueta de sanitarios est¨¢n evolucionando hacia un modelo de servicio que incorpora como principal valor la capacidad de velar por la salud de sus usuarios¡±, explica Pablo S¨¢nchez Cassinello, director ejecutivo del ¨¢rea de Salud de Accenture.
Existen desde aplicaciones m¨®viles y asistentes virtuales que ofrecen recomendaciones a camisetas que corrigen la postura, petos para controlar a personas con problemas cardiacos o pijamas que monitorizan la respiraci¨®n. M¨¢s del 60% de los espa?oles est¨¢ dispuesto a utilizar wearables para gestionar su salud, seg¨²n un estudio de Accenture. Esta evoluci¨®n hacia la sanidad digital es cada vez m¨¢s visible en los dispositivos con los que interactuamos en el d¨ªa a d¨ªa: ¡°Ya sea dentro de casa con frigor¨ªficos que cuidan de nuestra dieta o fuera de ella con autom¨®viles que nos realizan un chequeo m¨¦dico al iniciar un viaje¡±.
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