Tu cerebro ya no da para m¨¢s: ?por qu¨¦ cuesta tanto concentrarse durante el confinamiento?
Nuestra atenci¨®n est¨¢ dividida entre la tarea que queremos hacer y todo lo que pasa a nuestro alrededor
Muchos ciudadanos comentan en redes lo dif¨ªcil que les est¨¢ resultando concentrarse y mantenerse activos durante el confinamiento. La pandemia ha ralentizado nuestro funcionamiento y es el motivo principal por el que muchos sienten que su cerebro ya no da para m¨¢s, pero, ?de qu¨¦ forma concreta lo hace? ?Qu¨¦ ha cambiado en nuestra forma de procesar las emociones y los pensamientos para que hacer casi cualquier cosa nos suponga un mundo? La respuesta est¨¢ en d¨®nde estamos enfocando la atenci¨®n y en el tipo de emociones que sentimos.
Desde hace semanas, la pandemia solicita toda nuestra atenci¨®n, seamos conscientes o no de ello. Es decir, le estamos prestando atenci¨®n mientras vemos los informativos, pero tambi¨¦n se mezcla con otras actividades diarias que no tienen que ver con las noticias, aunque no nos demos cuenta. ¡°Nuestro foco de atenci¨®n ha cambiado. Tras lo que estamos viviendo y lo que nos espera, lo extra?o ser¨ªa que siguiera igual¡±, cuenta Ovidio Pe?alver, psic¨®logo sanitario y psicoterapeuta. ¡°Ahora estamos m¨¢s pendientes de las noticias, las fases del desconfinamiento, qu¨¦ va a pasar con nuestros trabajos y c¨®mo recuperar nuestras relaciones y aficiones¡±, especifica.
Aunque no tengamos la sensaci¨®n de estar todo el d¨ªa pensando en lo mismo, estas preocupaciones permanecen latentes y, de alguna forma, nos hacen estar alerta. ¡°Tenemos m¨²ltiples preocupaciones que nos despistan y nos llevan a pensar en posibles problemas por venir: laborales, econ¨®micos, miedo a contagiarnos, posible rebrote tras el verano, familiares contagiados o fallecidos¡±, a?ade Pe?alver. Este es uno de los factores que explica la dificultad para concentrarnos en lo que estamos haciendo en este momento: nuestra atenci¨®n est¨¢ dividida entre la tarea que queremos hacer (ya sea el trabajo o ver una pel¨ªcula) y todo lo que pasa a nuestro alrededor.
Las emociones que m¨¢s influyen en la falta de concentraci¨®n son aquellas que nos llevan a pensar en el pasado o el futuro, que nos ¡°disocian del presente e impiden la atenci¨®n plena lo que estamos haciendo ahora¡±, a?ade Pe?alver. Seg¨²n explica el psic¨®logo, es habitual sentir tristeza y rabia por lo que ha pasado; a?oranza, por lo que ten¨ªamos y que quiz¨¢ no vuelva; y confusi¨®n, miedo y preocupaci¨®n hacia lo que est¨¢ por venir. Son sensaciones con las que tenemos que lidiar cada d¨ªa mientras intentamos hacer una vida normal y nos proponemos ser tan productivos como antes.
Tener que vivir con estos pensamientos y emociones es agotador y puede desmotivarnos. ¡°Estamos cansados. La mayor¨ªa estamos durmiendo peor y nuestro cerebro ha entrado en una especie de hibernaci¨®n, el cuerpo se pone a m¨ªnimos y nos sentimos con menos energ¨ªa¡±, explica Elisa S¨¢nchez, psic¨®loga laboral. S¨¢nchez opina que no tener una planificaci¨®n de actividades fuera de casa tambi¨¦n nos desmotiva e incluso la falta de aire fresco y luz solar hace que recibamos menos estimulaci¨®n y ¡°estemos aletargados¡±.
Otro aspecto m¨¢s concreto que influye en la atenci¨®n es que el tipo de actividades que podemos hacer dentro de casa es limitado y recurrimos a hacer lo mismo durante mucho tiempo seguido. Si antes nos d¨¢bamos un atrac¨®n de series una vez a la semana, ahora sucede m¨¢s a menudo. ¡°Hay personas que est¨¢n consumiendo m¨¢s contenido en streaming sin parar. Y el nivel de atenci¨®n no es el mismo cuando llevas media hora que cuando llevas cuatro haciendo lo mismo. Baja considerablemente¡±, explica S¨¢nchez. Antes sac¨¢bamos tiempo para hacer estas cosas, ahora ocupamos todo nuestro tiempo con ellas. ¡°Hay poca variaci¨®n, hacemos lo mismo, durante mucho tiempo y sin est¨ªmulos externos. Necesitamos dosis m¨¢s peque?as y variadas¡±, a?ade.
Hay situaciones que muchas familias ya viv¨ªan antes, pero que ahora se han intensificado. Por ejemplo, concentrarse en algo cuando hay ni?os a los que cuidar cerca es tarea de titanes. Antes, cuando los ni?os ten¨ªan tambi¨¦n cosas que hacer fuera de casa, era m¨¢s f¨¢cil que ahora, que los adultos de la familia tienen que trabajar en las mismas cuatro paredes en que los ni?os hacen deberes y juegan. ¡°La presencia de ni?os peque?os hace que requieran nuestra atenci¨®n continuamente. Muchos no entienden o no pueden estar en silencio sin hablar o hacer ruido por mucho tiempo. El no haber salido de casa y jugar y correr durante mucho tiempo tambi¨¦n influye en que puedan estar m¨¢s nerviosos y activos en casa¡±, cuenta Pe?alver.
Los expertos se?alan que estos cambios en nuestras emociones y pensamientos son adaptativos, son una reacci¨®n a la situaci¨®n excepcional que estamos viviendo. ¡°Cuando podamos salir y estar con amigos, hacer ejercicio y recuperar algunas actividades que hac¨ªamos antes, todo se va a ir regulando solo¡±, explica S¨¢nchez. Pero, mientras tanto, hay algunas herramientas que podemos utilizar. ¡°Adem¨¢s de aceptar esta situaci¨®n, hay medidas que podemos tomar, como apagar o silenciar el m¨®vil en los momentos que necesitemos concentrarnos, practicar la relajaci¨®n, hacer algo de ejercicio, tomar el aire o el sol (aunque sea desde la ventana o paseando cuando podamos) y comer de forma saludable y no en exceso¡±, recomienda el Pe?alver.
S¨¢nchez a?ade que hay que intentar hacer las cosas de una en una: ¡°Evita coger el m¨®vil mientras ves una serie¡±, concreta. Y tambi¨¦n variar y alternar los est¨ªmulos. Es mejor ver tres cap¨ªtulos en distintos momentos del d¨ªa, intercal¨¢ndolos con otras actividades, que ponerlos del tir¨®n. ¡°Y tambi¨¦n descansar en alg¨²n momento, ?que el cerebro no puede estar siempre atento!¡±, zanja.
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