La escuela despu¨¦s de la pandemia: del ¡®aula huevera¡¯ a la ¡®hiperaula¡¯
Septiembre de 2020. Arranca (si todo va bien) la vuelta al cole m¨¢s complicada de las ¨²ltimas d¨¦cadas. EL curso marcar¨¢ un punto de inflexi¨®n en la digitalizaci¨®n de la educaci¨®n. ?El reto? Garantizar que nadie sufra una desconexi¨®n. Ni un solo alumno. Pase lo que pase.
Prehistoria, Edad Antigua, Edad Media, Edad Moderna y¡ ?Edad Contempor¨¢nea? ?Nueva Normalidad? Aunque la pandemia del coronavirus SARS-CoV-2 no acabe renombrando las grandes etapas de la humanidad, lo que s¨ª est¨¢ claro es que ser¨¢ materia de estudio en la escuela. Y no solo en las clases de Historia, sino tambi¨¦n en las de Ciencias Sociales, Ciencias Naturales, Biolog¨ªa, ?tica o Tecnolog¨ªa. En un ejercicio de metadocencia, los profesores incluso podr¨¢n explicar c¨®mo la covid-19 aceler¨® la digitalizaci¨®n de la educaci¨®n justo cuando las aulas ped¨ªan una transformaci¨®n a gritos.
¡°Ahora que la informaci¨®n ya no es escasa, sino superabundante y muy accesible, la escuela tradicional no tiene sentido. El alumno, lo diga o no, se pregunta por qu¨¦ demonios tiene que aprender de esa manera lo que ya encuentra fuera del aula, as¨ª que el reto del docente es sorprender con el dise?o de nuevos entornos, experiencias y trayectorias de aprendizaje que ense?en a moverse entre esa informaci¨®n abundante y encontrarle utilidad¡±, comenta Mariano Fern¨¢ndez Enguita, catedr¨¢tico de Sociolog¨ªa y coordinador acad¨¦mico del Doctorado en Educaci¨®n de la Universidad Complutense de Madrid.
Tres brechas digitales
La hiperaula, a examen
1. Hiperespacio. Se trata de un espacio amplio, abierto y flexible que puede ser reconfigurado en sus tres dimensiones. Esto facilita la presencia de varios profesores y grupos m¨¢s numerosos de alumnos que se reorganizan a voluntad para el trabajo en equipo o individual.
2. Hipermedia. Las actividades realizadas en la hiperaula se respaldan en todo tipo de soportes y formatos (audio, v¨ªdeo, imagen y texto) y pasan sin fricciones de lo presencial a lo virtual, de lo anal¨®gico a lo digital.
3. Hiperrealidad. El uso de realidad virtual, aumentada, inmersiva, tecnolog¨ªa 3D y simulaciones posibilita una representaci¨®n de los contenidos mucho m¨¢s atractiva y con mayor potencial de interacci¨®n que la mostrada en materiales impresos.
? Fuente: Mariano Fern¨¢ndez Enguita.
El cierre de todos los centros educativos a mediados de marzo deriv¨® en un ensayo forzoso de nuevas formas de ense?ar, aprender y evaluar. ¡°No est¨¢bamos preparados para transformar de una manera tan brusca un sistema educativo que, salvo excepciones concretas, es presencial por definici¨®n y que solo en sus etapas obligatorias involucra a m¨¢s de ocho millones de alumnos y casi 700.000 profesores¡±, afirma Carlos Magro, presidente de la asociaci¨®n Educaci¨®n Abierta. En su opini¨®n, a pesar de que durante los ¨²ltimos 20 a?os se ha insistido en el impacto de la tecnolog¨ªa en lo educativo y se han definido marcos te¨®ricos sobre las competencias digitales de estudiantes, docentes y los propios centros, el confinamiento ha revelado que no exist¨ªan tantos avances como se presupon¨ªa en pedagog¨ªa digital a la vez que evidenci¨® la persistencia de tres grandes brechas digitales vinculadas a la escuela.
La primera es la conectividad, dado que siguen existiendo hogares sin Internet. La segunda, la del acceso a dispositivos adecuados para la formaci¨®n en remoto, puesto que es dif¨ªcil contar con un ordenador para cada miembro de la familia. Y la tercera es la relacionada con el uso adecuado de la tecnolog¨ªa, es decir, la capacidad para aplicar los recursos y habilidades m¨¢s id¨®neos para resolver cada tarea. Atajar estas brechas y potenciar las competencias digitales de alumnos y docentes son dos retos que urge resolver para encarar con todas las garant¨ªas el curso lectivo 2020-2021, en el que podr¨ªa darse un mestizaje entre educaci¨®n presencial y virtual propio de esa ¡°nueva normalidad¡± que obliga a seguir tomando medidas de seguridad como prevenci¨®n ante posibles repuntes del coronavirus.
Hay que hacer los espacios m¨¢s flexibles para reorganizar grupos cuando sea necesario"
Esa incertidumbre de estar o no a la altura cuando llegue el pr¨®ximo septiembre se une a otro desaf¨ªo que ha agudizado la pandemia: ?c¨®mo educar a prueba de futuro para que los alumnos sepan desenvolverse en una sociedad cambiante? Seg¨²n Fern¨¢ndez Enguita, una de las claves es saber aprovechar la ¡°tecnolog¨ªa material¡± que tenemos junto a las ¡°tecnolog¨ªas sociales¡± que se desarrollan sobre ella (redes, grupos colaborativos, cooperaci¨®n entre personas con independencia del espacio f¨ªsico¡) para organizar ¡°un contexto de aprendizaje m¨¢s ¨²til, eficaz y eficiente¡±. En este sentido, el catedr¨¢tico apuesta por romper con la rigidez del aula huevera tradicional, donde el profesor predica desde la tarima a un conjunto de alumnos en pupitres inamovibles (dispuestos y alineados como huevos en una huevera), y evolucionar hacia la hiperaula, un concepto que impulsa nuevos modelos de aprendizaje gracias a la reorganizaci¨®n del espacio, del tiempo y de las relaciones entre docentes y estudiantes. ¡°B¨¢sicamente consiste en abrir los espacios, ampliarlos y hacerlos m¨¢s flexibles con un mobiliario que permita reorganizar grupos en funci¨®n de las necesidades del momento y que facilite la codocencia, es decir, la presencia de dos o m¨¢s profesores en la misma aula para trabajar de manera multidisciplinar¡±, apunta Fern¨¢ndez Enguita, responsable de la hiperaula inaugurada el a?o pasado en la Facultad de Educaci¨®n de su universidad.cEl objetivo de este nuevo espacio es formar a los futuros docentes en metodolog¨ªas innovadoras que despu¨¦s puedan aplicar entre alumnos de Primaria y Secundaria.
Habilidades blandas
?Hasta qu¨¦ punto es viable trasladar la hiperaula a las escuelas? Carlos Magro lo ve complicado actualmente, sobre todo en los centros p¨²blicos, debido a la enorme inversi¨®n en tecnolog¨ªa que requiere. ¡°Pero innovar en educaci¨®n es dialogar con la tradici¨®n¡±, matiza. Aunque no es partidario de erradicar para siempre el aula tradicional, tambi¨¦n alaba las pr¨¢cticas pedag¨®gicas de este modelo que s¨ª pueden ponerse en marcha sin necesidad de tanto despliegue de recursos. ¡°La sociedad cada vez es m¨¢s compleja, por lo que ahora no podemos pedir a los docentes una mera transmisi¨®n de contenidos, sino que tambi¨¦n se aseguren de que los alumnos son capaces de hacer cosas con esos conocimientos y que saben en qu¨¦ momento deben aplicarlos¡±, comenta.
En su opini¨®n, la codocencia y multidisciplinariedad de la hiperaula fomentan la resoluci¨®n de retos de manera colaborativa, lo cual ayuda a desarrollar habilidades blandas como la autonom¨ªa en el aprendizaje, la empat¨ªa o el pensamiento cr¨ªtico con las fuentes de informaci¨®n, destrezas muy ¨²tiles para enfrentarse a momentos de inseguridades, incertidumbres y cambios constantes. ¡°La reflexi¨®n importante es c¨®mo trasladar a un contexto online estas metodolog¨ªas activas para responder de manera eficaz a un escenario futuro que puede mezclar ense?anza presencial y virtual¡±, apunta Magro.
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