C¨¢maras termogr¨¢ficas e inteligencia artificial para proteger a la Liga Endesa de la covid

Misi¨®n: blindarse contra el coronavirus. Protagonista: la Liga Endesa. La Fonteta, pabell¨®n del Valencia Basket, quiere convertirse en un fort¨ªn a prueba de contagios. Desde este mi¨¦rcoles y durante las pr¨®ximas dos semanas, acoge la fase final del baloncesto espa?ol solo con una docena de equipos, ¨¢rbitros y las aficiones animando desde casa. Para que esta especie de b¨²nker cumpla con su cometido, los accesos al recinto los comandan tanto c¨¢maras termogr¨¢ficas como la inteligencia artificial. Determinan, en menos de un segundo, qui¨¦nes pueden cruzar la frontera al medir a trav¨¦s del lagrimal la temperatura corporal. Hasta 37 grados, luz verde.

La soluci¨®n, desarrollada por Sothis, guarda cierta similitud con un torno de acceso al metro, aunque sin las t¨ªpicas puertas de metacrilato. Cuando alguien se sit¨²a a un metro de esta estructura de acero, con los pies sobre las marcas dibujadas en el suelo, y mira hacia la c¨¢mara ubicada debajo de una pantalla, el sistema procede al reconocimiento facial y a comprobar si la temperatura es correcta en tiempo real. Si la fiebre no lo impide, un mu?eco de color verde aparece en la pantalla con el mensaje de ¡°contin¨²e¡± ¡ªgo ahead para aquellos que solo manejen el ingl¨¦s¡ª. En rojo lo veremos cuando la tecnolog¨ªa detecte que sobrepasamos el umbral permitido.

Como explica Joaqu¨ªn Guerra, director de la unidad de negocio industrial de la empresa, el margen de error es de 0,3 grados. La c¨¢mara toma la temperatura en el lagrimal, lo cual no es para nada casual. Seg¨²n la normativa europea, se trata de la parte del cuerpo m¨¢s fiable en lo que se refiere a mediciones. ¡°El rostro tiene el inconveniente de que puede haber agentes externos que distorsionen los valores. Por ejemplo, en la mejilla podr¨ªa ser superior por algo tan cotidiano como llevar una mascarilla¡±, argumenta.

Otra gran diferencia con respecto a estampas ya habituales, como la de inclinarnos delante de un trabajador pistola t¨¦rmica en mano, es su autonom¨ªa. Nadie ha de estar presente para que el sistema funcione. Eso s¨ª, siempre y cuando hagamos caso a la inteligencia artificial, que nos indica c¨®mo proceder. Un algoritmo realiza el resto del trabajo de prevenci¨®n. Decide si nos levanta la barrera de acceso a la Fonteta. ¡°El equipo de investigaci¨®n y desarrollo ha sido el culpable de dise?ar esta herramienta concreta para la ACB. El objetivo no es otro que ayudar en la situaci¨®n en la que estamos, dotar de seguridad al recinto y recuperar cierta normalidad¡±, sostiene Guerra.

Cuidado con el exceso de luz

La mayor limitaci¨®n con la que cuenta es la exposici¨®n ante un exceso de luz, al menos en palabras de Guerra. No deja de ser un sistema de visi¨®n, as¨ª que si alg¨²n foco o flash se cuela por detr¨¢s, los valores aparecer¨¢n completamente distorsionados. Con la idea de evitar otros posibles problemas, la privacidad tambi¨¦n est¨¢ asegurada. El reconocimiento facial y toda la tecnolog¨ªa que permite identificarnos solo se emplea para controlar la entrada. ¡°La protecci¨®n de datos est¨¢ garantizada. Estamos certificados para el proceso. Acompa?amos a las empresas para que cumplan con la legislaci¨®n vigente¡±, asegura el director de la unidad de negocio industrial de Sothis.

El piloto de la Liga Endesa ser¨¢ una piedra de toque para futuros eventos de masas, en especial los deportivos. La nueva realidad obliga a controlar el m¨¢s m¨ªnimo factor que ponga en riesgo la extinci¨®n de la pandemia. La NBA, por ejemplo, ha optado tambi¨¦n por alojar el final del campeonato en un ¨²nico recinto, en su caso en Disney World, en Orlando. Pese a que no han trascendido los detalles t¨¦cnicos de la prevenci¨®n sanitaria, lo que s¨ª est¨¢ claro es que proyectos como el de la Fonteta todav¨ªa no han cruzado el Atl¨¢ntico. La apuesta norteamericana es m¨¢s tradicional, como la realizaci¨®n de test diarios.

¡°Lo que usamos est¨¢ preparado ex profeso para la medici¨®n t¨¦rmica. La ventaja es que podemos escalarlo hacia otras posibilidades, como ser¨ªa el control de horarios de acceso o de multitudes, aunque nos llevar¨ªa m¨¢s tiempo¡±, vaticina Guerra.