Bill McDermott: ¡°Espa?a se encuentra a¨²n en las primeras fases de la digitalizaci¨®n¡±

La trayectoria profesional de Bill McDermott (Nueva York, 1961) ha estado marcada tanto por Xerox como SAP, donde ha pasado 34 a?os en puestos de m¨¢xima responsabilidad. Apenas tres meses antes de que estallara la crisis del coronavirus hab¨ªa asumido la direcci¨®n ejecutiva de ServiceNow, especializada en plataformas cloud para la gesti¨®n integral de flujos de trabajo. Sus planes iniciales han quedado en papel mojado. La pandemia le ha obligado a encarar problemas para los que ten¨ªa una hoja de ruta diferente, como profundizar en una digitalizaci¨®n que califica de imperfecta. ¡°Las compa?¨ªas solo han transformado la forma en que recopilan datos. No se han ocupado de lo silos en los que trabaja la mayor¨ªa de empleados¡±.

Esta situaci¨®n que describe representa el porqu¨¦ de la falta de agilidad empresarial ante una situaci¨®n sobrevenida. Pese a que durante casi dos d¨¦cadas la transformaci¨®n digital ha estado en todos los debates, la realidad ha demostrado que hab¨ªa demasiados deberes pendientes. Si algo ha puesto de manifiesto este nuevo contexto, al menos as¨ª lo expresa, es que la forma de hacer negocios no volver¨¢ a ser como antes. Nada de grandes eventos, reuniones masivas o encuentros presenciales. La nueva econom¨ªa entender¨¢ menos de puestos de trabajo anclados en ciudades concretas. ¡°Los CEO de todo el mundo optaremos por las teleconferencias en vez de viajar por todos los continentes. Los trabajadores se formar¨¢n digitalmente. Toca reinventar los negocios. Necesitamos una mayor productividad digital; y creo que ya empezamos a ser conscientes¡±.

Los cambios introducidos a priori por el virus abren un escenario que, seg¨²n comenta, ser¨¢ la mayor oportunidad jam¨¢s conocida para el sector econ¨®mico ¡ª¡°hay espacio para todo aquel que quiera crecer¡±, asegura¡ª. El mercado que generar¨¢ en los pr¨®ximos a?os rondar¨¢ los cuatro billones de euros, unas cuatro veces la riqueza anual de un pa¨ªs como Espa?a. Son sus c¨¢lculos, lo que valora como el impacto de una digitalizaci¨®n real. ¡°Va a ser un mercado literalmente exponencial en t¨¦rminos de tama?o¡±, augura.

El entorno que expone cuenta con determinados inconvenientes que deben evolucionar r¨¢pidamente. Por ejemplo, no es lo mismo dise?ar una estrategia digital que estar preparado para la disrupci¨®n. De acuerdo con los n¨²meros que maneja, solo el 40% de los directores ejecutivos podr¨ªa afrontar la llegada de nuevos actores. Una forma de revertir la tendencia pasa por la adopci¨®n de soluciones integrales de los flujos de trabajo. Plataformas digitales que alberguen desde la experiencia de usuario hasta el control financiero. Una suerte de lugar com¨²n al que conectarse en cualquier lugar y en cualquier momento. ¡°Se trata de reinventar c¨®mo trabajamos. Este es el caballo de batalla del siglo XXI, lo que permite una innovaci¨®n de verdad¡±.

Pese a responder por videoconferencia desde el inmenso despacho de su casa en California, cubre sus ojos con sus caracter¨ªsticas gafas de sol. Una se?a de identidad a la misma altura que su predilecci¨®n por los datos. Esta vez habla de 400.000 millones de euros. En su opini¨®n, es el dinero que malgastan las empresas en procesos sin automatizar. ¡°Est¨¢ matando a las organizaciones y complicando sin necesidad las tareas de los trabajadores¡±, sostiene. Esta cantidad es el resultado, entre otros motivos, de la complejidad de las hojas de c¨¢lculo enviadas por correo electr¨®nico o del volumen de informaci¨®n a¨²n recabado en las bases de datos a partir de anotaciones manuscritas.

Soluciones abiertas al sector p¨²blico

El sector p¨²blico tambi¨¦n afronta una era dominada por la versatilidad y la inmediatez. La burocracia acostumbra a ser sin¨®nimo de lentitud, pera la realidad digital exige otro ritmo. El coronavirus ha sacudido los tiempos institucionales. McDermott precisa que las soluciones disponibles para las empresas est¨¢n tambi¨¦n abiertas a los gobiernos. Se trata de resolver una serie de retos comunes. ¡°Me da igual que sea para renovar el permiso de conducir, pagar los impuestos o beneficiarse de unas pol¨ªticas concretas. Estos servicios deber¨ªan hacerse online y en la nube. No hay raz¨®n alguna para que la gente haga colas o espere semanas y meses para recibir un servicio¡±.

Prefiere detenerse un instante en la situaci¨®n de Espa?a. A su juicio, todav¨ªa se encuentra en las primeras fases de la digitalizaci¨®n, sobre todo con respecto al cloud y los flujos de trabajo. En su an¨¢lisis muestra cierto optimismo siempre y cuando aproveche las nuevas tecnolog¨ªas que la covid-19 ha acelerado. ¡°El PIB crecer¨¢ y se crear¨¢n bastantes puestos de trabajo. Los negocios competir¨¢n mejor ante el resto del mundo. No tenemos que competir contra lo que sucedi¨®, sino que debemos permitir que lo que se invirti¨® funcione mejor¡±, zanja.

Antes de terminar la videoconferencia se anima con una predicci¨®n bastante repetida por los tecn¨®logos: ¡°La inteligencia artificial cambiar¨¢ el mundo¡±. En su conclusi¨®n apela a que las m¨¢quinas liberar¨¢n al ser humano de las tareas repetitivas, exentas de valor a?adido. A que puedan centrarse en innovar, a so?ar con un futuro laboral donde las horas de trabajo invertidas sean de calidad. Para ¨¦l todo se reduce a la introducci¨®n de una arquitectura moderna de la nube en los negocios, pero las consecuencias del coronavirus son las que imponen nuevas exigencias. ¡°Cuanto mayor sea nuestra capacidad de predicci¨®n, m¨¢s productivos seremos en t¨¦rminos digitales¡±, concluye.