Frank Pasquale: ¡°El objetivo es tenernos tan ocupados en el trabajo que no nos preocupemos por la ¨¦tica¡±
El profesor de la Universidad de Maryland advierte de que algunos algoritmos pueden decidir el destino de trabajadores y empresarios o incluso devastar una econom¨ªa entera
Su voz no suena como otras mil. Frank Pasquale (Dunkirk, Nueva York, 1974), profesor de Derecho en la Universidad de Maryland, busca entender el mundo cuando sucede. Durante el presente. Y, tambi¨¦n, cu¨¢ndo ocurrir¨¢. En el futuro. Es autor de The Black Box Society (Harvard University Press, 2015). La sociedad de la caja negra. Una referencia de un tiempo que ya vivimos. Advirti¨® de que algoritmos cuyo funcionamiento desconoc¨ªamos pueden crear (o arruinar) reputaciones (Facebook), decidir el destino de trabajadores y empresarios o incluso ¡°devastar una econom¨ªa entera¡±. Qu¨¦ mejor imagen que una caja negra. Y esa velocidad a la que el plomo absorbe la luz.
¡°Los seres humanos est¨¢n corriendo contra ellos mismos como podencos o galgos. La idea de m¨¢quinas compitiendo contra el hombre suena dist¨®pica pero ya est¨¢ ah¨ª. No resulta dif¨ªcil imaginar a dos programadores de Uber o Lyft creando un software donde gana el cliente que primero llegue¡±. Ahora, Pasquale, en ese momento donde a¨²n es de noche pero est¨¢ a punto de amanecer, acaba de publicar New Laws of Robotics (Harvard University Press, 2020) y se ha fijado, bajo estas Nuevas leyes de la rob¨®tica, en el control del ser humano y la historia. Algunos ba?os chinos tienen un software de reconocimiento facial para racionar el papel higi¨¦nico. Y en Estados Unidos los empleados solo tienen derecho a ir al servicio desde 1998. Hay una presi¨®n cada vez mayor de empresas y ejecutivos para que el trabajador no pueda ¡°robar tiempo¡±. Esta relaci¨®n entre la velocidad y la distancia conduce ¡ªreflexiona el docente¡ª ¡°a una mayor inseguridad laboral¡±.
La estrategia de la gesti¨®n est¨¢ en la ruptura. Es coger un terr¨®n de tierra en las manos y desmenuzarlo. Hasta que casi no quede nada. O muy poco. ¡°La l¨®gica del jefe automatizado es fragmentar los trabajos en tareas y luego en conjuntos m¨¢s peque?os de acciones que puedan estandarizarse y repetirse. Es un principio clave de las pr¨¢cticas de gesti¨®n tayloristas y la maximizaci¨®n de la eficiencia¡±, comenta Pasquale.
Desde luego no queda nada de Arist¨®teles y su ?tica a Nic¨®maco. Sus ideas se han pulverizado. ¡°Cometer una injusticia es peor que sufrirla¡±, se lee. Siglos de humanismos confinados en el abandono. ¡°El jefe digital est¨¢ llevando la ¨¦tica al borde. Mira hacia el acantilado. El objetivo es garantizar que estamos tan ocupados que ni siquiera tenemos tiempo para preocuparnos por la ¨¦tica¡±, observa el docente. Valor, competitividad, tecnolog¨ªa. Y de nuevo el tiempo. Esta vez su car¨¢cter innecesario.
El libro 24/7 (Ariel, 2013), de Jonathan Crary, describe la larga investigaci¨®n hist¨®rica para encontrar f¨¢rmacos que reduzcan o eliminen la necesidad de dormir. Crary relata que el sue?o es un inmenso lujo para las econom¨ªas capitalistas y los ej¨¦rcitos. Pero lo que desvela a los gestores y ejecutivos es convertirse en riders. Despe?arse bajo su propia cascada. Todos los niveles empresariales tienen espacios que se pueden robotizar. ¡°Es posible que cada ¨¢rea de gesti¨®n est¨¦ planeando automatizar la supervisi¨®n del siguiente nivel¡±, advierte el profesor de Maryland. En esta carrera de galgos contra podencos rob¨®ticos solo hay una salida: la creatividad. Desde Altamira, y la noche de los tiempos, la verdadera condici¨®n humana.
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