Cambiar de una tarea a otra es contraproducente: cuanto m¨¢s lo haces, peor se te da
Internet y los tel¨¦fonos inteligentes nos obligan a dividir la atenci¨®n entre distintas actividades, pero la multitarea es una amenaza para asentar el conocimiento y ser productivo

Con la llegada de Internet a las casas (en Espa?a, a mediados de los a?os 90), los usuarios pod¨ªan decidir cu¨¢ndo encender su ordenador y conectarse a una web y cu¨¢ndo mantenerse al margen del mundo virtual: bastaba con apagar el dispositivo para que Internet desapareciera por completo. Ahora, los usuarios no siempre son quienes deciden cu¨¢ndo acceder a la informaci¨®n. Las notificaciones bombardean los dispositivos interrumpiendo el trabajo y pidiendo que se les preste atenci¨®n. Este reclamo hace que tengamos que saltar de una tarea a otra continuamente: el trabajador promedio invierte el 40% de sus horas en hacer varias cosas a la vez, tal y como refleja un informe de Rescue Time, una plataforma que ayuda a administrar el tiempo frente al ordenador.
Lejos de mejorar la productividad, hacer varias cosas a la vez hace que los usuarios est¨¦n m¨¢s dispersos y no puedan profundizar en ninguna de ellas, seg¨²n el grueso de la investigaci¨®n en multitarea que se ha realizado hasta la fecha. ¡°Cuando estamos online nos acostumbramos a prestar atenci¨®n a lo novedoso y no a lo importante. Cuando nos llega una notificaci¨®n a trav¨¦s del tel¨¦fono esa informaci¨®n es la que capta nuestra atenci¨®n, sea relevante o no¡±, explic¨® Nicholas Carr, divulgador estadounidense especializado en la interacci¨®n de la psicolog¨ªa, la tecnolog¨ªa y los negocios, en una videoconferencia con motivo de la inauguraci¨®n este s¨¢bado de la segunda Jornada Estatal de Psicolog¨ªa y Tecnolog¨ªa.
Esta idea coincide con datos de distintos estudios: uno de ellos, llevado a cabo por la Universidad de Loughborough, se?ala que el 70% de los correos electr¨®nicos recibidos se abre antes de seis segundos (lo que implica dejar lo que est¨¢s haciendo para atender a esa nueva notificaci¨®n). Hay otra investigaci¨®n que sirve para hacerse una idea de la fotograf¨ªa completa: cuando un correo implica llevar a cabo alguna peque?a actividad, los usuarios tardan m¨¢s de nueve minutos en volver a la tarea original.
Como conclusi¨®n, a los usuarios no se les da bien hacer varias cosas a la vez y esta es una habilidad que no se puede mejorar. Al contrario: cuanto m¨¢s se practica la multitarea m¨¢s dif¨ªcil es completarla con ¨¦xito. Un grupo de investigadores de la Universidad se Stanford estudi¨® la capacidad de cambiar de una actividad a otra de forma eficiente. Al principio, dieron por hecho que las personas que dedican mucho tiempo a simultanear tareas porque pasan m¨¢s tiempo en Internet ser¨ªan capaces de cambiar de una actividad a otra de manera m¨¢s eficiente.
Pero al analizar los resultados del estudios se dieron cuenta de que, en realidad, cuanto m¨¢s tiempo pasa una persona simultaneando tareas, peor se le da hacerlo. ¡°Creo que esto es porque son pasan tanto tiempo saltando de una cosa a otra, reenfocando su mente, que en realidad queman esa energ¨ªa mental, por lo que su capacidad empeora en lugar de mejorar¡±, explic¨® en su conferencia Carr.
Los estudios recientes que analizan la influencia de los m¨®viles y port¨¢tiles en la multitarea dan resultados mucho m¨¢s dram¨¢ticos ahora. ¡°Es un momento especialmente adecuado para analizar c¨®mo todas estas tecnolog¨ªas nos est¨¢n influyendo en la forma en que pensamos y percibimos las cosas y en todo el campo de la psicolog¨ªa del ser humano en general¡±, concluy¨® Carr.
Guiados por este mismo objetivo, distintos estudios analizan qu¨¦ nos ocurre cuando permitimos que una herramienta como el m¨®vil tenga tanto dominio sobre nuestros procesos cognitivos. Una de las conclusiones m¨¢s llamativas es que el simple hecho de tener el tel¨¦fono apagado encima de la mesa afecta a nuestro rendimiento. En una investigaci¨®n, llevada a cabo por la Universidad de Chicago, se analiz¨® c¨®mo influyen los tel¨¦fonos en nuestra concentraci¨®n aunque ni siquiera estemos utiliz¨¢ndolos. Para comprobarlo, crearon tres grupos de usuarios que ten¨ªan que resolver distintos problemas planteados por los investigadores. Un grupo ten¨ªa el m¨®vil en otra habitaci¨®n, otro lo ten¨ªa en la mochila y el tercero, encima de la mesa. Los dispositivos estaban apagados en todos los casos pero a¨²n as¨ª, los investigadores pudieron ver que cuanto m¨¢s cerca ten¨ªan el m¨®vil, menor era su capacidad para concentrarse y resolver bien la tarea. Otros estudios han avalado estos hallazgos.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.