El ¡®Comecocos¡¯ se hace mayor
Los videojuegos, dicen, pueden echar a perder una carrera. Pero tambi¨¦n como ofrecer salidas profesionales, en algunos casos m¨¢s lucrativas que las de ingeniero o abogado. Todo lo que debes saber en el n¨²mero 33 de la Revista Retina, a la venta con EL PA?S este s¨¢bado 28 de noviembre
En 1980 se lanzaba en Jap¨®n uno de los m¨¢s exitosos videojuegos de la historia: Pac-Man. En Espa?a se populariz¨® a trav¨¦s de las m¨¢quinas de los bares y fue bautizado con un nombre que se extendi¨® al conjunto de los novedosos juegos electr¨®nicos: Comecocos.
La palabra era a la vez descriptiva de lo que suced¨ªa en la pantalla, y del supuesto efecto adictivo que ten¨ªa para sus adeptos. Desde entonces, los comecocos y sus sofisticados sucesores han sido motivo de preocupaci¨®n para padres y madres, que ve¨ªan en ellos una amenaza al buen desempe?o laboral y acad¨¦mico de sus hijos. Y s¨ª, los videojuegos pueden convertirse en una adicci¨®n, como cuenta Cervantes que le pas¨® a Don Quijote con los libros.
Pero con los a?os se ha demostrado que tanto pueden echar a perder una carrera, como ofrecer salidas profesionales, en algunos casos m¨¢s lucrativas que las de ingeniero o abogado. Unos pocos elegidos, como en el f¨²tbol, han logrado ganarse muy bien la vida disputando o incluso retransmitiendo partidas. Pero son muchos los que han encontrado empleo como programadores, dise?adores o ilustradores en un sector en auge que da trabajo directo en Espa?a a 9.000 personas. Los grandes fabricantes hasta le roban guionistas a Hollywood. Y ya no son solo una diversi¨®n: los hospitales los usan para tratar a sus pacientes y las empresas para entrenar a sus trabajadores en diversas habilidades.
Hace 40 a?os los estudiantes se saltaban las clases para jugar al Comecocos. En 2014, una universidad espa?ola, la Rey Juan Carlos, inaugur¨® una estatua de Pac-Man para recordar que fue el primer centro p¨²blico de Madrid en impartir el grado en desarrollo de videojuegos. El personaje fue nombrado adem¨¢s alumno de honor.
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