La sostenibilidad marca el camino del futuro de la alimentaci¨®n

La pandemia ha obligado a parar por completo, sin distinci¨®n de sectores, empleos o pa¨ªses. Un momento id¨®neo, casi como nunca antes, para replantear qu¨¦ retos acometer y c¨®mo encarar un futuro sin repetir modelos probados como ineficientes en el pasado. La industria agroalimentaria tiene ante s¨ª la tarea de afrontar c¨®mo comeremos en los pr¨®ximos a?os. Por si no fuera suficiente, en el caso de Espa?a se trata de una de las actividades econ¨®micas que mayor riqueza genera ¡ªel 9,2% del PIB y el 12,3% del empleo total¡ª. Ahora toca abordar la incertidumbre y responder a la pregunta de c¨®mo ser¨¢ la alimentaci¨®n que est¨¢ por venir.

Como explica ?ngeles Heras, fundadora y CEO de InFiQuS y catedr¨¢tica de la UCM, una de las claves reside en la reutilizaci¨®n de los residuos agroalimentarios. Es decir, aunque un producto no cuente con las condiciones id¨®neas para su comercializaci¨®n, s¨ª mantiene intactas sus propiedades para el consumo. Se trata de encontrarle un valor a?adido a partir del conocimiento adquirido en los animales, vegetales y formas de venta. ¡°Ahora s¨ª somos capaces de desarrollar estas tecnolog¨ªas y producir de una manera diferente. Espa?a es una potencia agroalimentaria, incluida la investigaci¨®n y ciencia¡±, a?ade durante el evento Pioneros alimentaci¨®n: la comida del futuro, organizado por Retina y Banco Santander.

La sostenibilidad es una de las ideas centrales en torno a la que gira casi todo el encuentro. Indica el camino que seguir en los a?os venideros. Jordi Valls, director general de Mercabarna, aporta una serie de datos con los que invita a la reflexi¨®n. El desperdicio alimentario, en t¨¦rminos globales, representa el 8% de los gases de efecto invernadero. Traducido a impacto econ¨®mico, algo m¨¢s de dos billones de euros. ¡°Un tercio de la comida producida se desperdicia. Hemos de emplear sistemas inteligentes de contenido para saber lo que hay dentro, construyendo una infraestructura que aproveche de verdad el 100% de los alimentos¡±, sostiene.

Si hablamos de materias primas, el futuro se antoja con una menor producci¨®n de carne. Tal y como argumenta Bernat A?a?os, cofundador de Heura Foods, provendr¨¢ de los vegetales y conllevar¨¢ una transformaci¨®n del sistema. Se refiere a las carnes vegetales como mecanismo de protecci¨®n del planeta. Unas carnes que pueden conseguirse a partir del aceite de oliva y otros alimentos presentes en la dieta mediterr¨¢nea. ¡°A lo mejor en el futuro hay otras opciones. Hay que estar abiertos, pero siempre con la idea de hacer las cosas m¨¢s r¨¢pidamente, sostenibles y saludables. Esto va de alimentar a todos los humanos. Y nuestro producto ha de ser para todos¡±, precisa.

La importancia de la movilidad

Aunque normalmente pase desapercibida, la movilidad supone un elemento central de la alimentaci¨®n. Las cadenas de reparto no dependen en exclusiva de un mercado central desde el que distribuir todos los productos. Transformar este sistema, a partir de la reducci¨®n de las emisiones de di¨®xido de carbono, debe estar encima de la mesa en aras de incidir en la sostenibilidad. Un reto conocido como el de la entrega en la ¨²ltima milla, que afecta por completo a cualquier empresa relacionada con las entregas. ¡°Hasta el 35% de la movilidad de una gran ciudad es de mercanc¨ªas. Hay que modificar los sistemas de transporte e incorporar soluciones ecol¨®gicas, como el hidr¨®geno y los veh¨ªculos el¨¦ctricos¡±, apunta Valls.

Heras se refiere a esta realidad como el coste energ¨¦tico de los productos, que, en su opini¨®n, cada vez ser¨¢ m¨¢s trascendental en la agroalimentaci¨®n. El ejemplo m¨¢s evidente para ella son las exportaciones de largo alcance. No es lo mismo traer productos frescos de Francia que de Jap¨®n. Y para evitar este gasto innecesario, la qu¨ªmica y la biotecnolog¨ªa ya ofrecen soluciones sanas, saludables y seguras. ¡°Los productos l¨¢cteos, entre otros, han evolucionado mucho en la investigaci¨®n y ciencia. La tecnolog¨ªa de los alimentos cada vez va a ir a m¨¢s¡±, zanja.

Cuesta encontrar una receta infalible de hacia d¨®nde se dirige la industria, pero parece m¨¢s o menos claro que el respeto hacia la Tierra es impostergable. Afortunadamente, la digitalizaci¨®n del sector y la innovaci¨®n permiten afrontar el futuro con un buen pu?ado de herramientas v¨¢lidas. Las evidencias est¨¢n ah¨ª, historia diferente es que no queramos utilizarlos o los costes del cambio a¨²n sean elevados tanto para las compa?¨ªas como para la sociedad en su conjunto. ¡°Espa?a tiene la oportunidad de liderar la transici¨®n proteica. La tecnolog¨ªa puede ser, y debe ser, el motor de cambio. Lo ¨²nico que queremos es que la tecnolog¨ªa sea el motor de cambio en la industria agroalimentaria y mejore la sostenibilidad¡±, concluye A?a?os.