¡®La Gioconda¡¯, en ¡®petit comit¨¦¡¯
La capital francesa, acostumbrada a vaciarse de parisinos en agosto, vive su verano m¨¢s ins¨®lito sin turismo extranjero
Escuchar franc¨¦s y no ingl¨¦s, chino o ruso en la Torre Eiffel suena raro. O en el Arco del Triunfo. ?Hasta en el Louvre! M¨¢s extra?o a¨²n es visitar estos monumentos ic¨®nicos de Par¨ªs tranquilamente, sin empujones ni codazos, sin c¨¢maras de m¨®vil impidiendo ver lo que se ha ido a ver. Sin tener, en fin, que planear con meses de adelanto la visita y hacer reservas para horarios imposibles. La epidemia del coronavirus es un desastre para el sector tur¨ªstico de la ciudad habitualmente m¨¢s visitada del mundo. Pero para quienes pueden o tienen que quedarse este verano, o para los escasos turistas, sobre todo nacionales, que llegan hasta la Ciudad de la Luz, constituye una oportunidad ¨²nica de descubrir un Par¨ªs cuya magia suele diluirse entre multitudes que desbordan sus abarrotadas calles.
Como tantos franceses, Bruno y Nedelec han decidido quedarse este a?o en el pa¨ªs. Residentes en Cannes, la playa no era lo que m¨¢s les apetec¨ªa, as¨ª que han aprovechado para volver a ver Par¨ªs. ¡°Es el momento ideal¡±, dice Bruno mientras se coloca en la cola para entrar en el Louvre. Aunque a las 9 de la ma?ana ya hay una larga fila, esta se mueve r¨¢pido y dista mucho de las kilom¨¦tricas esperas habituales. Hay que hacer reserva previa, s¨ª, pero no hay problema alguno para elegir hora o d¨ªa. ¡°Qu¨¦ raro no ver japoneses, ni estadounidenses¡±, comenta. Apenas 20 minutos m¨¢s tarde, se pierden en unos pasillos que por una vez no parecen la hora punta del metro en vez del museo m¨¢s famoso del mundo.
Desde que reabri¨® tras el confinamiento, el 6 de julio, la pinacoteca ha recibido 200.000 visitantes, 10.000 diarios, m¨¢s de la mitad de ellos franceses, seg¨²n cifras propias. Suena a mucho, pero son solo la cuarta parte de los del a?o pasado. En 2018, el museo celebraba el r¨¦cord de 10,2 millones de visitas.
La prueba definitiva de que este verano todo es distinto est¨¢ en la primera planta, en la sala de los pintores italianos, donde espera el cuadro m¨¢s visitado, la Mona Lisa de Leonardo da Vinci. Normalmente hay que acercarse mucho y esperar a¨²n m¨¢s para poder atisbar apenas fugazmente, entre centenares de manos alzadas con m¨®viles (?cu¨¢ndo se prohibir¨¢ hacer fotos en los museos?), el peque?o retrato de Lisa Gherardini con su misteriosa sonrisa y esa mirada que parece perseguirlo a uno por toda la sala repleta de otras pinturas magn¨ªficas de coet¨¢neos ¡ªah¨ª est¨¢n obras maestras de Tiziano, Tintoretto o Veronese¡ª, a menudo ignorados por quienes solo vienen a hacerse un selfi ante la ultrafamosa Gioconda. Eso no ha cambiado. Pocos de los que este agosto tienen el lujo de poder contemplar por una vez a sus anchas las magn¨ªficas obras del Louvre se paran a mirar unos segundos siquiera el cuadro que los ha llevado a hacer otra ¡ªahora breve¡ª cola interior. Para qu¨¦, ya habr¨¢ tiempo si acaso cuando se publique en las redes el selfi que demuestra que se estuvo ah¨ª, aunque ese ah¨ª importe menos que el haber estado.
El lujo de visitar un museo parisino con holgura se repite en el impresionista Mus¨¦e d¡¯Orsay o en el Centro de arte contempor¨¢neo Georges Pompidou. Y en el Arco del Triunfo, el Sagrado Coraz¨®n o la Torre Eiffel. Para visitar este icono de Par¨ªs normalmente hay que reservar con al menos dos meses de antelaci¨®n. Ahora se pueden comprar las entradas el mismo d¨ªa.
Este a?o se han perdido 16 millones de vistas
Los franceses ¡°tienen la impresi¨®n de que la Torre Eiffel es, en estos momentos, un poco para ellos¡±, ha comentado el director general de la sociedad que gestiona el monumento, Patrick Branco Ruivo. De los 11.000 visitantes diarios actuales ¡ªel a?o pasado eran 23.000¡ª el 72% son franceses, cuando antes de la pandemia el 80% era de origen extranjero.
Una bendici¨®n para los visitantes, pero un desastre para el sector hostelero. En 2019, Par¨ªs y sus alrededores recibieron 50,6 millones de turistas que generaron casi 22.000 millones de euros de ingresos, seg¨²n el Comit¨¦ Regional de Turismo. En lo que va de a?o ya se han perdido 16 millones de visitas y 7.000 millones de euros. Y el verano, con uno de cada dos hoteles cerrados, y una tasa de ocupaci¨®n del 35%, no parece que vaya a salvar la temporada. Tambi¨¦n la econom¨ªa informal que genera el turismo est¨¢ desesperada. En los alrededores de la Torre Eiffel, los trileros no consiguen atraer apenas a un turista que se trague el timo de la bolita. No les va mucho mejor a los inmigrantes subsaharianos, que no encuentran quien les compre las reproducciones de la famosa torre en todos los tama?os y colores.
Ajenos a este drama, Mar¨ªa y Abiud apuran sus ¨²ltimas horas en Par¨ªs. Esta pareja de Barcelona ha pasado cuatro d¨ªas de su luna de miel en la Ciudad de la Luz y les ha dado tiempo a visitar todo lo que quer¨ªan. El ¨²nico contratiempo: les anularon en el ¨²ltimo momento una visita guiada al palacio de Versalles. No se hab¨ªa inscrito suficiente gente.