Las ¨¦lites farfullan al pueblo
Jon Stewart dirige una s¨¢tira pol¨ªtica con sus mentiras concretas y su embuste en esencia; la pel¨ªcula es peor cuanto m¨¢s grotesca quiere ser
¡°Las ¨¦lites de Washington no entienden lo que le ocurre al pueblo ni las necesidades de la Am¨¦rica rural¡±. Tras el sorprendente triunfo de Donald Trump en las elecciones presidenciales de 2016, las voces cr¨ªticas desde todos los extremos del ¨¢mbito pol¨ªtico se alzaron con frases como esta, contenida textualmente en Un plan irresistible, para explicar el fracaso del partido Dem¨®crata frente a un personaje tan extravagante como el actual presidente. Y es en ese instante, apasionante para cualquier analista, donde sit¨²a Jon Stewart, figura del humor pol¨ªtico en la televisi¨®n con su programa The Daily Show entre 1999 y 2015, su segunda pel¨ªcula como director: una s¨¢tira pol¨ªtica con apuntes de inteligencia y perspicacia en su planteamiento, resultados desiguales en su desarrollo y un desenlace paup¨¦rrimo, cuando un ¨²ltimo giro de guion acaba con buena parte de los hallazgos y habilidades de la pel¨ªcula.
El filme es peor cuanto m¨¢s grotesco quiere ser, pero hasta el ¨²ltimo trecho mantiene suficientes atractivos
Al cine estadounidense se le puede acusar de muchas cosas, pero nunca de no flagelarse y no ser cr¨ªtico consigo mismo y con su sociedad, sobre todo desde la ¨®rbita m¨¢s progresista. Y quiz¨¢ sea eso es lo que m¨¢s pueda sorprender a ciertas mentes sectarias: que Un plan irresistible sea durante buena parte de su metraje un golpe terrible al partido Dem¨®crata, a su visi¨®n de la sociedad americana, a sus actitudes y maniobras, efectuado desde una sensibilidad profundamente liberal como la de Stewart, que centra su relato en unas elecciones locales dirigidas por el fracasado estratega pol¨ªtico de Hillary Clinton en la fecha del gran fracaso.
Los navajazos a los progresistas de sal¨®n que desde su atalaya moral miran por encima del hombro a la Am¨¦rica profunda, dici¨¦ndoles c¨®mo tienen que vivir y lo que votar, sin siquiera saber c¨®mo hablar con ellos cara a cara, ni en el tono ni en el contenido, son de una dureza extrema. Y aunque los golpes se igualen hacia uno y otro bando con la entrada en la historia, hacia la mitad, de la estratega pol¨ªtica del bando republicano, tan risible y necia como el protagonista dem¨®crata que interpreta Steve Carell, la (auto)cr¨ªtica est¨¢ servida.
Alegor¨ªa en clave municipal de las grandes campa?as pol¨ªticas, con sus mentiras concretas y su embuste en esencia, Un plan irresistible es peor cuanto m¨¢s grotesca quiere ser, pero hasta el ¨²ltimo trecho, con sus aspiraciones a los cines de Preston Sturges y Paddy Chayefsky, mantiene suficientes atractivos. Sin embargo, la sorpresa de guion final, que no desvelaremos, acaba con ella: con su autenticidad y con su ¨¢cida cr¨ªtica.
Un plan irresistible
Direcci¨®n: Jon Stewart.
Int¨¦rpretes: Steve Carell, Chris Cooper, Rose Byrne, Mackenzie Davis.
G¨¦nero: comedia. EE UU, 2020.
Duraci¨®n: 102 minutos.
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