?Por qu¨¦ cansa pensar mucho? Un experimento busca la respuesta en el glutamato
Una investigaci¨®n muestra que la realizaci¨®n de tareas cognitivas complejas va acompa?ada de una acumulaci¨®n de esta sustancia que, en exceso, es neurot¨®xica
El 10 de septiembre de 1984 comenzaba uno de los campeonatos del mundo de ajedrez m¨¢s apasionantes de la historia. Se enfrentaban el joven de 21 a?os Gari Kasp¨¢rov y Anatoli K¨¢rpov, 12 a?os mayor y campe¨®n desde hac¨ªa una d¨¦cada. Tras un apabullante inicio de cuatro victorias del segundo y cinco tablas (el campeonato era al mejor de seis), el primero forz¨® 17 nuevas tablas seguidas. Despu¨¦s de una nueva victoria de K¨¢rpov y otras cuatro tablas, el aspirante gan¨® su primera partida en la 32. Tras o...
El 10 de septiembre de 1984 comenzaba uno de los campeonatos del mundo de ajedrez m¨¢s apasionantes de la historia. Se enfrentaban el joven de 21 a?os Gari Kasp¨¢rov y Anatoli K¨¢rpov, 12 a?os mayor y campe¨®n desde hac¨ªa una d¨¦cada. Tras un apabullante inicio de cuatro victorias del segundo y cinco tablas (el campeonato era al mejor de seis), el primero forz¨® 17 nuevas tablas seguidas. Despu¨¦s de una nueva victoria de K¨¢rpov y otras cuatro tablas, el aspirante gan¨® su primera partida en la 32. Tras otra serie de empates, el aspirante se llev¨® la victoria en la 47 y la 48. El 9 de febrero de 1985, cinco meses despu¨¦s del inicio del campeonato y con un resultado de cinco a tres para K¨¢rpov, el presidente de la Federaci¨®n Internacional de Ajedrez, Florencio Campomanes, dio por terminado el torneo sin un ganador, en una decisi¨®n que gener¨® mucha pol¨¦mica entonces. Campomanes argument¨® la decisi¨®n en el cansancio mental de los jugadores y su deterioro f¨ªsico. Empezaba entonces una rivalidad de dos d¨¦cadas entre ambos ajedrecistas que fue m¨¢s all¨¢ de lo deportivo. Pero quedaba en el aire una pregunta, ?por qu¨¦ pensar mucho cansa tanto?
Un grupo de investigadores de universidades francesas plantea ahora una respuesta: las tareas mentales que exigen un mayor esfuerzo generar¨ªan una acumulaci¨®n y difusi¨®n extra de unas mol¨¦culas esenciales para el buen funcionamiento cerebral, pero que, en exceso, son neurot¨®xicas. Para evitarlo, el cerebro mandar¨ªa parar, creando esa sensaci¨®n de agotamiento. La idea es, aunque muy sugerente, solo una hip¨®tesis a¨²n por demostrar para otros neurocient¨ªficos.
Lo que hicieron los cient¨ªficos galos para estudiar por qu¨¦ el ejercicio mental agota como el f¨ªsico fue reclutar a una cincuentena de personas para que realizaran una serie de tareas durante 6,5 horas (la jornada laboral media en Francia). Pero mientras un grupo realizaba unas m¨¢s complejas (esencialmente recordar un mayor n¨²mero y combinaciones de letras may¨²sculas y min¨²sculas y en distintos colores que iba apareciendo en la pantalla del ordenador), la exigencia para el otro grupo era mucho menor. Durante el experimento estudiaron por fuera y por dentro el cerebro de los participantes.
As¨ª, realizaron un rastreo ocular (con un sistema de eye tracking, como se conoce en ingl¨¦s) para registrar la mayor o menor dilataci¨®n de la pupila. Investigaciones anteriores han observado que el movimiento del ojo se detiene y dilata cuando se est¨¢ realizando un c¨¢lculo o se est¨¢ en la fase final de la toma de una decisi¨®n. Adem¨¢s, usaron una t¨¦cnica de imagen cerebral (espectroscopia por resonancia magn¨¦tica) para medir la actividad en la corteza prefrontal, el llamado cerebro ejecutivo, y los residuos que dejaba. Tambi¨¦n desarrollaron pruebas de rendimiento y cuestionarios sobre el nivel subjetivo de agotamiento.
¡°El glutamato es el principal neurotransmisor excitatorio del cerebro, implicado en muchas regiones y en su funcionamiento regular. Lo que observamos es un aumento con las tareas exigentes¡±Antonius Wiehler, investigador del Instituto del Cerebro de Par¨ªs
Los resultados de todas estas pruebas, publicados en la revista cient¨ªfica Current Biology, muestran claras diferencias entre el grupo que ten¨ªa que pensar menos y aquellos cuyo esfuerzo mental era mayor. As¨ª, vieron signos de fatiga, incluyendo una reducci¨®n en la dilataci¨®n de la pupila, solo en el primer grupo. Tambi¨¦n observaron que, con el paso de las horas de trabajo, los participantes con tareas m¨¢s complejas acababan por pedir recompensas (lo que les daban por realizarlas) m¨¢s inmediatas. Pero el elemento m¨¢s definitivo para ellos es lo que vieron que pasaba dentro de la cabeza. Los integrantes de este primer grupo tienen mayores niveles de una mol¨¦cula, el glutamato, en las sinapsis (la conexi¨®n electroqu¨ªmica entre las terminaciones nerviosas) de la corteza prefrontal lateral, la que se encarga del control cognitivo.
Antonius Wiehler es investigador del Instituto del Cerebro de Par¨ªs, del Hospital Universitario Piti¨¦-Salp¨ºtri¨¨re, y coautor de este estudio. ¡°El glutamato es el principal neurotransmisor excitatorio [activaci¨®n de las sinapsis] del cerebro, implicado en muchas regiones y en su funcionamiento regular. Lo que observamos es un aumento con las tareas exigentes: el trabajo continuo en tareas que requieren un alto nivel de control cognitivo conducen a un aumento en la difusi¨®n (movimiento espont¨¢neo de mol¨¦culas)¡±, explica en un correo. Las mol¨¦culas de glutamato se liberan en el breve espacio que hay entre el final de una neurona y el inicio de otra, la hendidura sin¨¢ptica, donde se produce el intercambio de informaci¨®n, siendo esencial en el proceso. Wiehler a?ade que, entonces, ¡°la actividad cerebral en esta regi¨®n se regula a la baja para evitar una mayor acumulaci¨®n de glutamato¡±. Es el momento en el que el cerebro dice que est¨¢ cansado.
Para los autores del estudio, la mayor presencia de glutamato (sin relaci¨®n con el consumo del aditivo alimentario), junto a los otros cambios observados, respaldar¨ªa la idea de que la acumulaci¨®n de esta mol¨¦cula hace que la activaci¨®n adicional de la corteza prefrontal sea m¨¢s costosa, de modo que el control cognitivo es m¨¢s dif¨ªcil despu¨¦s de un duro d¨ªa de trabajo mental.
La propuesta de estos cient¨ªficos difiere de las ideas dominantes sobre el cansancio mental, en particular del grupo de teor¨ªas sobre el agotamiento de los recursos. En un s¨ªmil con el ejercicio f¨ªsico y su consumo de energ¨ªa, sus postulantes sostienen que el control cognitivo (qu¨¦ hacer, c¨®mo y cu¨¢ndo o qu¨¦ no hacer) incurre en un gasto de energ¨ªa y cuando se agotan los recursos aparecer¨ªa la fatiga mental. Pero no se ha demostrado qu¨¦ energ¨ªa es la que se agota (se ha sugerido la glucosa en sangre, por ejemplo). Adem¨¢s, estas propuestas dejan a¨²n m¨¢s interrogantes: ?Por qu¨¦ jugar al ajedrez cansa y ver u o¨ªr, que tambi¨¦n requieren de un trabajo consciente del cerebro para su procesamiento, no lo agotan?
¡°Nuestros hallazgos muestran que el trabajo cognitivo da como resultado la acumulaci¨®n de sustancias nocivas¡±Mathias Pessiglione, neurocient¨ªfico del Hospital Universitario Piti¨¦-Salp¨ºtri¨¨re de Par¨ªs
Para otros psic¨®logos y neurocient¨ªficos, el cansancio del cerebro ser¨ªa una ilusi¨®n generada por este ¨®rgano como sistema de alerta, como la quemaz¨®n en la piel lo es del peligro del fuego. Mathias Pessiglione, colega de Wiehler en el hospital universitario parisino y coautor del estudio, comenta sobre estas posiciones: ¡°Algunas teor¨ªas influyentes han propuesto que la fatiga es una especie de ilusi¨®n inventada por el cerebro para que dejemos de hacer lo que estemos haciendo y pasemos a una actividad m¨¢s gratificante¡±. Sin embargo, a?ade en una nota, ¡°nuestros hallazgos muestran que el trabajo cognitivo da como resultado una verdadera alteraci¨®n funcional, la acumulaci¨®n de sustancias nocivas, por lo que la fatiga ser¨ªa una se?al que nos hace dejar de trabajar, pero con un prop¨®sito diferente: preservar la integridad del funcionamiento del cerebro¡±.
El jefe del servicio de neurolog¨ªa del Hospital Universitario de Albacete, Tom¨¢s Segura, est¨¢ estudiando a afectados por covid persistente que relatan niebla y fatiga mental. ¡°En general, la fatiga como t¨¦rmino m¨¦dico hace referencia a la sensaci¨®n de falta de aire ligada al ejercicio o a la insuficiencia cardiaca. Por eso decimos que en el s¨ªndrome poscoronavirus hay muchos pacientes que lo que tienen es fatiga no respiratoria ni cardiaca. En ese sentido podemos llamarla fatiga neurol¨®gica, cognitiva o mental¡±, explica Segura. Lo que han observado en estos afectados a largo plazo por el coronavirus es una fatiga similar a la provocada por tareas cognitivas intensivas.
¡°Solo pensar que tienes que bajar a comprar el pan, y no es que te falte el resuello para hacerlo, sino que solo con plantearte el acto motor, te encuentras ya cansado. Esto tiene mucho que ver con aquellas ¨¢reas del cerebro donde se planifican las acciones y con la necesidad de que, para que se activen, toda la transmisi¨®n glutamat¨¦rgica debe funcionar bien¡±, dice Segura, que a?ade: ¡°El glutamato, que es uno de los villanos se?alados en la generaci¨®n de da?o cerebral en el ictus, est¨¢ tambi¨¦n implicado, en este caso por su carencia, en determinadas enfermedades neurodegenerativas y tambi¨¦n en la explicaci¨®n de la as¨ª llamada fatiga neurol¨®gica¡±.
Javier De Felipe, del Laboratorio Cajal de Circuitos Corticales de la Universidad Polit¨¦cnica de Madrid, considera muy sugerente y oportuno el trabajo de sus colegas franceses, pero cree que van demasiado lejos. ¡°Plantean muy bien la pregunta, por qu¨¦ pensar cansa, pero su respuesta solo es una hip¨®tesis¡±, dice. Para ¨¦l, no demuestran la relaci¨®n causal entre acumulaci¨®n de glutamato y el cansancio mental. ¡°El control cognitivo se centra en la corteza prefrontal, pero esta zona est¨¢ hiperconectada con otras del cerebro. ?Por qu¨¦ se acumula el glutamato en unas zonas y no en otras?¡±, plantea.
Leontxo Garc¨ªa es el especialista en ajedrez de EL PA?S desde 1985, el a?o en el que acab¨® la hasta entonces serie de partidas m¨¢s larga de la historia, y estuvo presente en el inicio del segundo cap¨ªtulo de aquella historia. ¡°K¨¢rpov empez¨® ganando 5-0 y estaba obsesionado con hacerlo por 6-0 para causar a Kasp¨¢rov un trauma psicol¨®gico del que jam¨¢s se pudiera recuperar. De modo que, en lugar de arriesgar para ganar una partida, aunque perdiera algunas por el camino, jug¨® muy conservador, a la espera de un error de Kasp¨¢rov. Pero este, 12 a?os m¨¢s joven y mucho m¨¢s fuerte f¨ªsicamente, se dio cuenta de que su ¨²nica baza era ganar por agotamiento de K¨¢rpov¡±, rememora. Los dos ten¨ªan padrinos en las m¨¢s altas esferas de la antigua Uni¨®n Sovi¨¦tica. ¡°Los padrinos de ambos ten¨ªan miedo de que su hombre perdiese; los de K¨¢rpov, porque daba claras muestras de agotamiento; los de Kasp¨¢rov, porque una sola derrota era suficiente. De modo que Campomanes decidi¨® suspender el duelo sin vencedor y reanudarlo ocho meses despu¨¦s con el marcador 0-0¡å, termina Garc¨ªa. Campomanes impidi¨® saber si Kasp¨¢rov, y la fatiga mental, habr¨ªan derrotado a K¨¢rpov.
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