Un d¨ªa que cambi¨® el ajedrez¡ y mucho m¨¢s
Kasp¨¢rov se convirti¨® en el campe¨®n del mundo m¨¢s joven hace 35 a?os e inici¨® una revoluci¨®n
El abarrotado teatro Chaikovski de Mosc¨² era el escenario de una sinfon¨ªa silenciosa, pero de tensi¨®n extrema, que en algunos espectadores se convirti¨® en histeria. De pronto, Anatoli K¨¢rpov se rindi¨® y estrech¨® la mano de Gari Kasp¨¢rov, quien, a los 22 a?os, era el campe¨®n del mundo m¨¢s joven, y con gran significado pol¨ªtico. Aquel 9 de noviembre de 1985, que el arriba firmante vivi¨® en primera l¨ªnea, simboliz¨® el esp¨ªritu renovador (perestroika) del nuevo l¨ªder sovi¨¦tico, Mija¨ªl Gorbachov.
Fue como destapar una botella de gaseosa tras agitarla con fuerza. Los seguidores de Kasp¨¢rov, en su gran mayor¨ªa morenos (azerbaiyanos, armenios, georgianos¡) soltaban su alegr¨ªa con gritos desmedidos, saltos, aplausos, abrazos y besos (muchos de ellos para la madre de Kasp¨¢rov, Clara Shagenovna), mientras los de K¨¢rpov, casi todos rubios, rumiaban su tremendo disgusto. Unos minutos antes, los encargados de la seguridad hab¨ªan reprimido con gestos muy bruscos a los morenos, incapaces de controlar su ansia al ver que la posici¨®n de su ¨ªdolo en la ¨²ltima partida del duelo (la 24?) era ganadora.
En los pasillos, el c¨¦lebre excosmonauta e ¨ªdolo nacional Vitali Sebasti¨¢nov, uno de los padrinos pol¨ªticos de la vieja guardia comunista que proteg¨ªan a K¨¢rpov, lloraba sin consuelo. Y no es exagerado imaginar que Gorbachov y su n¨²mero dos, Alex¨¢nder Y¨¢kovlev, festejaban la noticia en el Kremlin: poco despu¨¦s bautizaron a Kasp¨¢rov como ¡°embajador cultura de la perestroika¡±. Y antes lo hab¨ªan protegido ¡ªal igual que Gu¨¦idar Al¨ªyev, el hombre fuerte de Azerbaiy¨¢n¡ª de las maniobras presionantes de los padrinos de K¨¢rpov, que inclu¨ªan al ministro de Deportes, Marat Gr¨¢mov.
The iconic photo of Kasparov vs Karpov 1984 WCC.
— Chess History (@MrMarksTV) November 7, 2020
Try to find a better one?. pic.twitter.com/SIW87iQGbS
En la sala VIP hab¨ªa otros dos personajes muy importantes, y muy amigos de K¨¢rpov, que deb¨ªan disimular su tristeza: el filipino Florencio Campomanes, presidente de la Federaci¨®n Internacional de Ajedrez (FIDE), y su mano derecha y vicepresidente, el espa?ol Rom¨¢n Tor¨¢n. El 15 de febrero de ese a?o, Campomanes hab¨ªa provocado un tremendo esc¨¢ndalo ¡ªmereci¨® un editorial del New York Times¡ª al cancelar sin vencedor el primer duelo por el t¨ªtulo entre K¨¢rpov y Kasp¨¢rov tras cinco meses de lucha, cuando K¨¢rpov dominaba por 5-3 (se jugaba a seis victorias, las tablas no contaban) pero con claras muestras de agotamiento y despu¨¦s de dos derrotas seguidas.
¡°El Chino [as¨ª llamaba Tor¨¢n, cari?osamente, a Campomanes] es m¨¢s listo que el hambre. Gracias a aquella decisi¨®n que tom¨®, los padrinos de K¨¢rpov nos han dado para este segundo duelo las dos mayores suites del mejor hotel de Mosc¨², y si quiero algo solo tengo que descolgar el tel¨¦fono y llamar al viceministro [Viacheslav] Gavrilin, con quien ma?ana ir¨¦ a la sauna¡±, me contaba unas noches antes, tras varios tragos del mejor vodka, el dirigente espa?ol mientras abr¨ªa el minibar de aquella habitaci¨®n tan lujosa para mostrarme una nutrida colecci¨®n de latas de caviar.
Kasp¨¢rov mantuvo las formas durante las 24 horas siguientes a su triunfo, hasta que Campomanes le impuso la corona de laurel en la ceremonia de clausura. Un d¨ªa m¨¢s tarde, cuando por fin le dejaron hablar con los enviados especiales occidentales, el nuevo campe¨®n llam¨® ¡°dictador¡± al filipino, desenterrando un hacha de guerra que se tradujo en el cisma ¡ªque mucho m¨¢s tarde reconoci¨® como el ¡°principal error¡± de toda su carrera¡ª de 1993, con dos campeones del mundo.
Y el idilio con Gorbachov tampoco dur¨® mucho. Kasp¨¢rov, nacido en Azerbaiy¨¢n de madre armenia y padre jud¨ªo, le pidi¨® repetidamente que enviase tropas a Bak¨², la capital, para controlar la violencia entre azer¨ªes y armenios. El l¨ªder sovi¨¦tico no le hizo caso, y el campe¨®n, tras escapar de manera dram¨¢tica mientras la gente se mataba por las calles, le culp¨® de la carnicer¨ªa desatada en enero de 1990. Posteriormente apoy¨® a Bor¨ªs Yeltsin contra Gorbachov. M¨¢s tarde, retirado de la alta competici¨®n en 2005, con Putin en el poder, fue detenido y golpeado varias veces, hasta que decidi¨® exiliarse en Nueva York porque su vida corr¨ªa peligro en Mosc¨².
El ajedrez mundial ya hab¨ªa tenido un gran impulso en 1972, cuando el estadounidense Bobby Fischer destron¨® al sovi¨¦tico Bor¨ªs Spasski en plena guerra fr¨ªa entre las dos grandes potencias. Sobre todo, en cuanto a los honorarios de los jugadores de primera fila mundial. Pero Fischer se retir¨® sin defender su t¨ªtulo ante K¨¢rpov, y aquel auge ya empezaba a menguar cuando la rivalidad K¨¢rpov-Kasp¨¢rov, la mayor de la historia de todos los deportes individuales lo revitaliz¨®; dur¨® unos diez a?os m¨¢s. Cuando termin¨®, Kasp¨¢rov tom¨® ¡°el estandarte del g¨¦nero humano contra las computadoras¡±, hasta que fue derrotado por Deep Blue (IBM) en 1997, pero despu¨¦s de lograr que las l¨ªneas de internet colapsasen y de ser primera p¨¢gina en todo el mundo.
Ese duelo del teatro Chaikovski, que dur¨® dos meses y medio apasionantes, fue mi primer trabajo para EL PA?S, y da para varios cap¨ªtulos de un libro o como inspiraci¨®n de una novela que quiz¨¢ escriba alg¨²n d¨ªa. Entre todas las frases con sustancia que all¨ª se pronunciaron, me sigue impresionando mucho la que Rona Petrosi¨¢n, viuda del campe¨®n del mundo Tigr¨¢n Petrosi¨¢n (armenio) le dijo a Kasp¨¢rov, cuando este a¨²n no se hab¨ªa quitado la corona de laurel: ¡°Disfruta mucho de este d¨ªa, Gari, porque el resto de tu vida ser¨¢ peor¡±.
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