El inesperado encanto de ser abstemio (o parecerlo): por qu¨¦ la generaci¨®n z es la m¨¢s sobria

¡°Gente que parece normal y luego no bebe¡±, ese era un chiste cl¨¢sico en las redes sociales de 2010. Una d¨¦cada despu¨¦s, la generaci¨®n siguiente, m¨¢s informada y preocupada por su salud, se reta para disfrutar de la vida sin alcohol, hace alarde de sobriedad en las redes sociales y bebe mucha agua con gas y bebidas energ¨¦ticas: la generaci¨®n zeta (los nacidos entre finales de los a?os noventa y la d¨¦cada de los 2000) es la m¨¢s sobria de la historia. Los datos de un estudio internacional de HBSC, auspiciado por la Organizaci¨®n Mundial de la Salud (OMS), muestran que los adolescentes beben menos que nunca; solo el 8% toma alcohol cada semana, una tercera parte de los que ten¨ªan su edad en 2006. Adem¨¢s, el 76% cree que tomarse cinco o seis copas un fin de semana puede causar ¡°bastantes problemas¡±.

Se lleva la sobriedad, pero una nueva, por razones de salud f¨ªsica y mental, y sin estigma: no necesitas haber sido adicto para querer estar sobrio. Un estudio llevado a cabo en el Reino Unido detect¨® que entre los j¨®venes de 16 a 25 a?os se ve¨ªa bien ser abstemio. Un 26% no bebe nada de alcohol. En la generaci¨®n anterior, los que hoy tiene entre 55 y 74 a?os, solo el 15% se pod¨ªan calificar como abstemio. En Estados Unidos, otro estudio de 2020 constata que entre los universitarios, los que no beben alcohol han crecido del 20% al 28% en una d¨¦cada. Y de los que prueban el alcohol, el 27% solo se lo permiten una vez al mes y el 25% bebe una vez a la semana.

¡°De lunes a viernes, agua con gas, y la cerveza solo para el fin de semana¡±. As¨ª ha organizado su calendario social Nuria B. de 21 a?os. Un alarde de disciplina para reducir su consumo de alcohol. ¡°Cuando flu¨ªa, como dicen mis amigos, me iba a casa cada d¨ªa con un par de ca?as en el cuerpo¡±. Alicia L., de 26, ha optado por una estrategia minimalista: una copa de vino por cena. ¡°La alargo con la conversaci¨®n y estoy atenta a que el camarero no venga por detr¨¢s a rellenarme la copa con nocturnidad y alevos¨ªa¡±. Cuando no quiere beber, Sophie (25 a?os) se pide agua con gas en un vaso de cristal grueso, como de whisky. ¡°Muy fr¨ªa y con una rodaja de lim¨®n. Los rituales son importantes para el autoenga?o¡±, asegura.

Los j¨®venes de la generaci¨®n z han sido los primeros, pero no los ¨²nicos en aceptar desaf¨ªos o apuntarse a corrientes para evitar beber por defecto. Un abundante cuerpo de tendencias, retos, diarios #alcoholfree y ejercicios los ayudan a estar m¨¢s atentos al alcohol que consumen. Han desactivado el piloto autom¨¢tico y cuentan cada ca?a como quien cuenta calor¨ªas (y es que son, por cierto, calor¨ªas). No son abstemios, los que dominan el ingl¨¦s se llaman a s¨ª mismos, mindful drinkers (bebedores conscientes). Los que no, dicen simplemente que se est¨¢n ¡°cuidando¡±.

A la periodista inglesa Rosamund Dean se le adjudica la creaci¨®n del t¨¦rmino mindful drinking (beber de forma consciente). En 2017 public¨® un libro donde explicaba sus estrategias para dejar de entender el consumo de alcohol como un h¨¢bito y una obligaci¨®n social. El libro, estructurado como un diario, describe sus t¨¢cticas para dejar de beber por h¨¢bito. ¡°Nunca me plante¨¦ dejarlo del todo porque me gusta disfrutar de un vino en una cena o de una copa de champ¨¢n con amigos¡±, aclara en el libro. Para ella, el punto de inflexi¨®n fue la maternidad. ¡°Como no beb¨ª durante los embarazos, pude darme cuenta de todo el dinero que me gastaba en vino. Adem¨¢s, llevar una resaca es muy duro con un ni?o peque?o¡±, cuenta. Ahora, antes de beber se hace esta pregunta: ?voy a recordar este vino con alegr¨ªa o con arrepentimiento? Si es con alegr¨ªa, sigue adelante, y si no, para. La nueva Dean bebe dos o tres veces a la semana. A veces, menos. Ha dejado de hacerlo en los actos de trabajo y ha renunciado a la copa de vino que se pon¨ªa cada noche despu¨¦s de acostar a los ni?os. Prefiere reservarse para las ocasiones importantes.

Tambi¨¦n son los de la generaci¨®n z los que abrazan la cultura sober curious (que se podr¨ªa traducir como ¡°interesados en ser sobrios¡±), que consiste en explorar modos de pas¨¢rselo bien con cero alcohol en sangre. #sobercurious es toda una categor¨ªa en TikTok donde tambi¨¦n triunfan los hashtags #sobriety, #soberlife, #alcoholfree y #sobrietyforwomen.

El concepto apareci¨® por primera vez en 2018 en el libro Sober Curious de la escritora Ruby Warrington, quien afirmaba entonces que su consumo de alcohol era controlado, no beb¨ªa m¨¢s de dos noches seguidas y nunca acababa borracha perdida. Aun as¨ª, ten¨ªa dos problemas: ¡°Beb¨ªa m¨¢s de lo que quer¨ªa y no era capaz de decir que no¡±. La filosof¨ªa de su libro invita a cuestionar cada impulso de beber: ?Por qu¨¦ esta cerveza y por qu¨¦ ahora? Warrington cree que observar con atenci¨®n nuestra relaci¨®n con el alcohol conduce a estrategias de consumo m¨¢s conscientes.

M¨¢s tarde, la escritora fund¨® los Club Soda, un circuito de bares y clubs y una comunidad en internet para entrenarse para ser abstemio, o al menos, para beber con orden. M¨¢s o menos la mitad de sus 70.000 miembros est¨¢n m¨¢s interesados en convertirse en bebedores moderados que en abstemios absolutos. El club ha tenido un crecimiento consistente en Estados Unidos, con muchas personas en la veintena preocupadas por el impacto del alcohol en su salud mental.

Felipe Romero es socio de The Cocktail, un aut¨¦ntico observatorio de tendencias. El cambio de tendencia en el consumo de alcohol lo observa en el crecimiento de las bebidas light o las 0,0% y en la expansi¨®n de las bebidas energ¨¦ticas. ¡°Esta generaci¨®n est¨¢ menos vinculada al alcohol que su cohorte generacional de hace 15 a?os¡±. Romero tambi¨¦n constata ¡°un consumo de alcohol m¨¢s reposado¡±. Y lo explica por la proliferaci¨®n de nuevos ¡°acompa?antes¡± del alcohol, entre ellos las pipas sisha, que generan un ritual de grupo que reduce la impulsividad.

En Espa?a creci¨® m¨¢s que en ning¨²n otro sitio el consumo de vino durante los meses del confinamiento: un 17 % respecto al mismo per¨ªodo del a?o anterior

La idea del consumo moderado se hizo a¨²n m¨¢s atractiva tras la pandemia, cuando las cifras mostraron un fuerte aumento del consumo de alcohol en los domicilios. Es lo que sigue viendo cada d¨ªa en su consulta la nutricionista Itziar Dag¨®n: ¡°Hemos aprendido a beber solos en casa¡±, lamenta. Un estudio de la consultora IRI que compara las cifras de ventas de alcohol, aperitivos salados, dulces y chocolates en siete pa¨ªses europeos (Alemania, Francia, Espa?a, Grecia, Italia, Pa¨ªses Bajos y Reino Unido) revela que en Espa?a creci¨® m¨¢s que en ning¨²n otro sitio el consumo de vino durante los meses del confinamiento: un 17% respecto al mismo per¨ªodo del a?o anterior. ¡°Aqu¨ª nos bebemos las calor¨ªas¡±, ilustra el dietista y nutricionista Julio Basulto, y remata: ¡°Consumimos m¨¢s calor¨ªas provenientes del alcohol que de las legumbres¡±.

?Un consumo moderado es una buena estrategia con el alcohol? ?Son ¨²tiles la meditaci¨®n y las t¨¦cnicas de mindfulness (atenci¨®n plena) para beber menos?

La evidencia cient¨ªfica es limitada. En 2017, un experimento examin¨® los resultados de dar 11 minutos de t¨¦cnicas de mindfulness a 68 grandes bebedores en el Reino Unido que, efectivamente, consiguieron en la semana siguiente reducir significativamente su consumo. ¡°La microdosis de meditaci¨®n los pudo haber ayudado a regular sus emociones y a confiar en las t¨¦cnicas de atenci¨®n plena, cuando normalmente habr¨ªan recurrido al alcohol para lidiar con el estr¨¦s¡±, escribi¨® el autor principal, Sunjeev Kamboj, profesor de Psicolog¨ªa del University College de Londres.

Basulto preguntaba recientemente en una charla: ?es sana esa copita de vino diaria? La pregunta, ir¨®nica y ret¨®rica, fue respondida por ¨¦l mismo con cifras contundentes. Una investigaci¨®n publicada en la revista European Journal Of Public Health atribuye al consumo leve o moderado de alcohol cerca de 23.000 casos de c¨¢ncer diagnosticados en Europa en 2017. Casi la mitad de ellos fueron tumores de mama. El estudio es preciso con las cantidades y asegura que m¨¢s de un tercio de los c¨¢nceres atribuibles a un consumo leve o moderado de alcohol afectaban a personas que beb¨ªan ¡°menos de una bebida est¨¢ndar por d¨ªa¡±. Otro trabajo de 2021 publicado en The Lancet Oncology constata que el ¡°consumo moderado¡±, por ejemplo, menos de dos cervezas diarias, causa m¨¢s de 100.000 c¨¢nceres anuales. Incluso un consumo bajo, menos de 10 gramos diarios de alcohol, se relaciona con m¨¢s de 40.000 tumores.

El Fondo Internacional para la Investigaci¨®n del C¨¢ncer (WCRF por sus siglas en ingl¨¦s) advierte de que ¡°las bebidas alcoh¨®licas de todo tipo tienen un impacto similar sobre el riesgo de c¨¢ncer, ya sean cervezas, vinos, licores o cualquier otra fuente de alcohol¡±. Adem¨¢s, se?ala que ¡°no existe un umbral de consumo por debajo del cual no aumente el riesgo, al menos para algunos c¨¢nceres¡±. Un megaestudio que agrupa 1.500 investigaciones compiladas por el Instituto de Salud Carlos III tambi¨¦n avala la teor¨ªa de consumo cero y alerta contra el mensaje err¨®neo del consumo ¡°responsable¡±. Estamos en una de esas excepciones de la regla: con el alcohol, la sabidur¨ªa no est¨¢ en el punto medio, ni en la moderaci¨®n ni en el equilibrio. El consumo cero es la ¨²nica estrategia saludable, aunque no sea la m¨¢s popular o la m¨¢s divertida. La transgresi¨®n es no beber.

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