Un factor reduce en un tercio la probabilidad de morir tras un ictus: la clase social
Las personas con ingresos elevados tienen un 32% menos de riesgo de mortalidad tras un ictus y aquellas con estudios superiores un 26% menos, seg¨²n un nuevo estudio
Tres cosas hay en la vida, dec¨ªa la canci¨®n. Y dos de ellas est¨¢n ¨ªntimamente relacionadas, sugiere la ciencia. Un buen nivel econ¨®mico puede reducir en un tercio la posibilidad de muerte tras un ictus, seg¨²n un nuevo estudio, presentado hoy en la European Stroke Organisation Conference. El estudio analiz¨® los datos de 6.901 pacientes con ictus en Gotemburgo (Suecia) entre noviembre de 2014 y diciembre de 2019 para examinar el impacto de factores socioecon¨®micos como la zona de residencia, el pa¨ªs de nacimiento, la educaci¨®n y los ...
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Tres cosas hay en la vida, dec¨ªa la canci¨®n. Y dos de ellas est¨¢n ¨ªntimamente relacionadas, sugiere la ciencia. Un buen nivel econ¨®mico puede reducir en un tercio la posibilidad de muerte tras un ictus, seg¨²n un nuevo estudio, presentado hoy en la European Stroke Organisation Conference. El estudio analiz¨® los datos de 6.901 pacientes con ictus en Gotemburgo (Suecia) entre noviembre de 2014 y diciembre de 2019 para examinar el impacto de factores socioecon¨®micos como la zona de residencia, el pa¨ªs de nacimiento, la educaci¨®n y los ingresos. Los resultados no dejan margen a la duda: las personas con ingresos elevados tienen un 32% menos de riesgo de mortalidad tras un ictus. Adem¨¢s, las personas con estudios superiores tienen un 26% menos de riesgo de muerte tras este evento. ¡°Los resultados ponen de manifiesto una cruda realidad: el nivel socioecon¨®mico de una persona puede ser una cuesti¨®n de vida o muerte en el contexto de un ictus¡±, explica en un intercambio de emails Katharina Sunnerhagen jefa del grupo de investigaci¨®n en Medicina de la Rehabilitaci¨®n en la Universidad de Gotemburgo y autora principal del estudio.
El ictus ocurre cuando el flujo de sangre a una parte del cerebro se interrumpe o reduce, privando al tejido cerebral de ox¨ªgeno. Es la causa de muerte m¨¢s com¨²n en Espa?a entre las mujeres, y la segunda m¨¢s habitual entre los hombres. La incidencia de estos derrames cerebrales se ha duplicado en los ¨²ltimos 30 a?os y se prev¨¦ que siga creciendo, seg¨²n un reciente estudio publicado en The Lancet Neurology. Entonces ya se avisaba de que el crecimiento ser¨ªa desigual, pues en los pa¨ªses en v¨ªas de desarrollo aumentar¨ªa mucho m¨¢s, mientras que en pa¨ªses ricos, como Espa?a, no habr¨ªa grandes cambios.
Pero, ?por qu¨¦ el dinero es tan determinante en este accidente cerebrovascular? ¡°Sabemos que las personas m¨¢s pudientes acuden con m¨¢s frecuencia a su m¨¦dico de cabecera¡±, explica Sunnerhagen. ¡°Quiz¨¢ los que tienen menos ingresos no puedan permitirse una baja y perder el sueldo. Adem¨¢s, mayores ingresos y m¨¢s formaci¨®n suelen significar mejores h¨¢bitos alimentarios, m¨¢s actividad f¨ªsica, menos adicciones y menos tabaquismo¡±. Todos estos son, junto a la edad, los principales factores de riesgo para sufrir un ictus. Una vez se sufre uno, el riesgo de que se repita el evento se multiplica.
El estudio se ha realizado en Suecia, pero la autora cree que los resultados son extrapolables al resto de Europa, ¡°donde existen estructuras sanitarias y niveles de vulnerabilidad social similares¡±. Esto, explica, pone de relieve ¡°un problema generalizado en todo el continente¡±. Mari Mar Freijo, coordinadora del Grupo de Estudio de Enfermedades Cerebrovasculares de la SEN, se muestra de acuerdo con esta lectura. Y apunta al ¨²ltimo informe Anual del Sistema Nacional de Salud, donde se se?ala que ¡°para la enfermedad cerebrovascular se observa un gradiente social con un incremento de la prevalencia al disminuir el nivel de renta¡±. El contexto social y el nivel econ¨®mico y educativo es determinante a la hora de sufrir este evento. ¡°Ocurre lo mismo una vez se ha sufrido el ictus¡±, a?ade en conversaci¨®n telef¨®nica. ¡°El control de los factores de riesgo es muy importante para evitar que se repitan estos eventos¡±.
Freijo valora positivamente este estudio, y cree que a?ade m¨¢s evidencia a una idea que ha ganado tracci¨®n en los ¨²ltimos a?os. Los eventos cerebrovasculares son, en gran parte, fomentados por nuestro estilo de vida. Esto tiene una lectura negativa: hace que las desigualdades y la pobreza sean factores determinantes. Pero tiene una parte positiva, pues son enfermedades evitables en gran medida con prevenci¨®n. ¡°Las pol¨ªticas de cara a la promoci¨®n de la salud y a la prevenci¨®n primaria, para que no se produzca un evento vascular, son muy importantes¡±, se?ala la neur¨®loga.
Adem¨¢s de identificar una conexi¨®n significativa entre los ingresos y el riesgo de mortalidad tras un ictus, el estudio se?ala una tendencia preocupante en relaci¨®n con el impacto acumulativo de los determinantes sociales de la salud. Estos determinantes, seg¨²n la OMS, ¡°son las circunstancias en que las personas nacen, crecen, trabajan, viven y envejecen¡±. Su contexto. En el presente estudio, los pacientes con un factor desfavorable presentaban un riesgo de mortalidad un 18% mayor que los pacientes sin ning¨²n factor de social desfavorable. Este riesgo aumentaba al 24% en los pacientes con entre dos y cuatro factores sociales desfavorables. A la hora de analizar factores de riesgo no solo hay que tener en cuenta el colesterol, el consumo de alcohol o el tabaquismo, tambi¨¦n el c¨®digo postal.
Al examinar las diferencias de g¨¦nero y el impacto potencial de los factores de riesgo, se vio que la proporci¨®n de mujeres aument¨® con el n¨²mero de factores sociales desfavorables; el 41% del grupo sin factores sociales desfavorables eran mujeres, mientras que el 59% del grupo con dos a cuatro factores de HSC desfavorables eran mujeres. ¡°Aument¨® de forma considerable¡±, se?ala Sunnerhagen, ¡°es uno de los hallazgos m¨¢s interesantes¡±. Una desigualdad social que se traduce en un mayor riesgo sanitario.
El estudio se?ala por ¨²ltimo que es esencial contar con estrategias espec¨ªficas. ¡°Los responsables pol¨ªticos, por ejemplo, deben adaptar la legislaci¨®n y los enfoques para tener en cuenta las circunstancias y necesidades espec¨ªficas de las diversas comunidades¡±, explica uno de los autores en un escrito asociado. ¡°Mientras que los m¨¦dicos deben considerar la identificaci¨®n de pacientes con factores sociales desfavorables¡±. En ese sentido, predican con el ejemplo. En Suecia la incidencia de ictus isqu¨¦mico ha descendido, por lo que el n¨²mero de ictus es menor a pesar de que la poblaci¨®n es mayor. ¡°Esto tiene que ver con la prevenci¨®n, con el bajo nivel de tabaquismo en el pa¨ªs, la hipertensi¨®n controlada, el buen cuidado de la diabetes¡ Y tambi¨¦n con la reducci¨®n del n¨²mero de personas sedentarias¡±, explica la doctora Sunnerhagen. En este sentido, a?ade que el ¨²nico factor de riesgo que no puede controlarse es la edad, y que a pesar de los condicionantes sociales y factores externos, se tiene que empezar a tratar esta enfermedad desde la prevenci¨®n. ¡°El mejor ictus es el que no se sufre¡±.
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