Christiane Kubrick: la historia del gran amor del director de cine cuya obra pict¨®rica se ha revalorizado a sus 91 a?os
La artista alemana, que pas¨® cuatro d¨¦cadas junto al director tras conocerlo en el rodaje de ¡®Senderos de gloria¡¯, se ha hecho un nombre gracias a su talento con el pincel. El dise?ador brit¨¢nico J.W. Anderson le ha rendido homenaje en la ¨²ltima colecci¨®n de su firma hom¨®nima.
Christiane Harlan conoci¨® a Stanley Kubrick hace 67 a?os. Para ser justos, habr¨ªa que decir que fue el reputado cineasta quien la conoci¨® a ella, al quedarse prendado de su talento y belleza tras encontr¨¢rsela por casualidad en un telefilme emitido por una cadena local alemana. Era 1957 y Kubrick acababa de llegar a su hotel de M¨²nich para comenzar la grabaci¨®n de Senderos de gloria y qued¨® tan fascinado con el trabajo de aquella joven actriz que pidieron que se presentara a una audici¨®n para aparecer en la l¨ªrica conclusi¨®n de la pel¨ªcula.
Harlan se hizo con el papel y dio vida a una prisionera alemana que, arrastrada y entre l¨¢grimas, consigue con su bella voz despertar la emoci¨®n de un grupo de soldados franceses que acaban de asistir al horror de la guerra. El flechazo entre director y actriz fue de tal magnitud que, antes de que se acabara el rodaje, Kubrick ya le hab¨ªa pedido matrimonio. ¡°Lo eleg¨ª al instante, a primera vista¡±, asegurar¨ªa ella. Se casaron, tom¨® su apellido, criaron tres hijas ¡ªdos biol¨®gicas y una tercera, Katharina, de una relaci¨®n anterior de Christiane¡ª y vivieron juntos 42 a?os hasta que un infarto fulminante acab¨® con la vida del director en marzo de 1999. Pero antes y despu¨¦s de su muerte, la repercusi¨®n medi¨¢tica y cultural del responsable de obras como Espartaco opac¨® el rastro art¨ªstico de Christiane que, si bien no volvi¨® a ponerse frente a la c¨¢mara, ha dedicado el grueso de su vida a su mayor pasi¨®n: la pintura. Ahora, por fin, se hace justicia a quien es mucho m¨¢s que la viuda de Kubrick.
some paintings by christiane kubrick used by jonathan anderson in his fw24 menswear collection ¡ª a thread ? pic.twitter.com/T5KqpVOF3r
— ?????? (@pradapearll) January 14, 2024
El dise?ador brit¨¢nico Jonathan W. Anderson ha tomado como inspiraci¨®n las obras de Christiane Kubrick para las colecciones masculina oto?o-invierno 2024 y el prefall femenino de su firma hom¨®nima, presentadas hace unos d¨ªas en la semana de la moda de Mil¨¢n. Una ¡°org¨ªa est¨¦tica¡± desencadenada tras revisionar el cl¨¢sico de culto del cineasta, Eyes Wide Shut, cuyos escenarios est¨¢n repletos de cuadros pintados por Christiane y eran fundamentales para la psicolog¨ªa de cada secuencia. El director creativo admira la mirada profundamente personal de la artista de 91 a?os: ¡°Ser tan libre y tan contempor¨¢nea a esa edad¡ Tengo la sensaci¨®n de que ella no tiene otra opci¨®n sino pintarlos. Es algo casi compulsivo. Y la admiro porque cuando yo dise?o ropa tambi¨¦n siento que tengo que hacerlo s¨ª o s¨ª¡±. Unos trazos que conforman ahora la imaginer¨ªa de la colecci¨®n y aparecen estampados en vestidos o sudaderas. Adem¨¢s, Anderson y Kubrick han participado en un cortometraje dirigido por el propio nieto de la artista, Jack Elliot Hobbs, y que ampl¨ªa la colaboraci¨®n llevada a cabo por sendos artistas.
¡°Cuando era actriz, y hac¨ªa papeles muy tontos en televisi¨®n, estaba muy deprimida. Quer¨ªa abandonar la interpretaci¨®n e ir a una escuela de Bellas Artes. Pero mi padre fue a ver al director de la escuela y le dijo, ¡®Por favor, no la cojas. Ahora le est¨¢ yendo muy bien y si se dedica a la pintura se acabar¨¢ muriendo de hambre¡¯. Ten¨ªa raz¨®n, pero lo que hizo estuvo mal porque no me cogieron y yo no entend¨ªa la raz¨®n¡±, confiesa la artista en el corto. Nacida en 1932 en Brunswick, una tranquila ciudad del Estado de Baja Sajonia, Christiane aprendi¨® el oficio de manera autodidacta, pintando y cosiendo las marionetas con las que montaba peque?as obras de teatro en su infancia. Aquellos a?os fueron errantes, mud¨¢ndose de un sitio a otro para acompa?ar a sus padres, cantantes de ¨®pera, hasta el estallido de la II Guerra Mundial.
Reci¨¦n cumplida la mayor¨ªa de edad, a principios de la d¨¦cada de los cincuenta, comenz¨® una carrera como actriz en teatro, musicales y televisi¨®n que detuvo de manera s¨²bita tras conocer al que ser¨ªa su marido. Cumpli¨® su anhelo de estudiar Bellas Artes al mudarse junto a ¨¦l a Estados Unidos y ha expuesto sus obras, centradas en instantes de la vida familiar y paisajes que ¡°retratan la naturaleza inglesa en toda su gloria y diversidad¡±, en ciudades como Nueva York, Roma y Londres. Aunque dej¨® de ponerse frente a la c¨¢mara, su marido sigui¨® contando con su talento insertando sus cuadros en sus filmes.
En 1978 la familia al completo se mud¨® a la mansi¨®n inglesa de Childwickbury, una finca de mediados del XVII con un terreno que abarca casi 80.000 metros cuadrados y m¨¢s de 100 habitaciones. All¨ª, seg¨²n afirmaba la leyenda, Kubrick pasar¨ªa sus ¨²ltimos a?os escondido del mundo, cual ermita?o, acechando tras las ventanas corridas mientras perge?aba su pr¨®xima gran obra cinematogr¨¢fica. Nada m¨¢s lejos de la realidad. Christiane ha defendido que su esposo no es el hombre mis¨®gino y mis¨¢ntropo que muchos han pintado, sino un padre afable y un conversador intenso y emocional. Alguien extremadamente sociable y que sol¨ªa tener la casa repleta de invitados. ¡°Simplemente, no le gustaba ir a los restaurantes de moda a los que iba toda la gente del famoseo para evitar que le molestaran. Odiaba viajar y no ten¨ªa raz¨®n para salir de casa, ¨¦l pod¨ªa trabajar desde all¨ª porque ten¨ªa su estudio¡±, relat¨® la artista. Childwickbury, a algo m¨¢s de una hora al norte de Londres, se convirti¨® en una especie de ¡°f¨¢brica¡± en la que trabajaban a diario en sus proyectos tanto la artista como el realizador. ¡°Siempre fue muy tolerante con mi desorden como pintora¡±, a?adi¨®. Ella tambi¨¦n es la responsable de cuidar del legado cinematogr¨¢fico de su marido junto a su hermano, Jan Harlan, productor de las sucesivas obras de Kubrick tras Senderos de gloria.
En la se?orial mansi¨®n, bajo la sombra de su ¨¢rbol favorito, est¨¢n enterrados hoy los restos de Stanley Kubrick. Tambi¨¦n los de su hija Anya, que muri¨® en 2009 a los 50 a?os a causa de un c¨¢ncer. La m¨¢s peque?a, Vivian, que compuso la banda sonora de La chaqueta met¨¢lica, reneg¨® de su familia para unirse a la iglesia de la Cienciolog¨ªa y ha compartido p¨²blicamente su simpat¨ªa por las teor¨ªas ultraderechistas y conspirativas del movimiento Qanon que alent¨® el asalto al Capitolio de los Estados Unidos. Por su parte, Christiane sigue dedicada a los pinceles en Childwickbury, donde ha organizado una feria anual de arte y un mercadillo navide?o durante las ¨²ltimas dos d¨¦cadas. Junto a su tercera hija Katharina tambi¨¦n celebra una vez al mes cursos de pintura al ¨®leo y con acuarelas para ne¨®fitos en la materia. ?El precio de pasar un fin de semana pintando junto a Christiane y entre las paredes que habit¨® Stanley Kubrick? 100 libras, unos 117 euros al cambio. Eso s¨ª, advierten que el almuerzo y los materiales (¡°si es que tienes alguno¡±) dependen del alumno. ¡°Nuestras clases son relajadas y amigables y hacemos que todos se sientan bienvenidos y a gusto¡±, alegan en su p¨¢gina web. Un alivio para los reclutas patosos.
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