4 claves sobre por qu¨¦ importa el retorno (en solitario) de Luella Bartley

Para entender el culto a Luella Bartley basta con remitir a Lena Dunham. La creadora de Girls no dud¨® en ensalzar a la dise?adora brit¨¢nica cuando le preguntaron en qui¨¦n se hab¨ªa inspirado al dise?ar unas zapatillas para Lacai el pasado mes de septiembre. ?A principios de los 2000, Luella Bartley dise?¨® una edici¨®n limitada para Vans que era rosa y blanca. Recuerdo bajar hasta el Lower East Side para cazar un par de esas zapatillas que parec¨ªan s¨²per cool?. Dunham resume aqu¨ª lo que cualquier treintea?era interesada en moda le dir¨¢: que mucho antes de admirar la madurez estil¨ªstica de Phoebe Philo o Chlo¨¦, durante los 2000 y en plena efervescencia juvenil, las colecciones de Luella Bartley fueron parte de su educaci¨®n sentimental estil¨ªstica. La marca Luella, por aquella ¨¦poca, era el ep¨ªtome de lo cool. Despu¨¦s llegar¨ªa el llorado cierre en 2009 y la nueva vida de su creadora aliada con Katie Hillier, lanzando otra marca para mujeres m¨¢s maduras (Hillier Bartley), dise?ando bolsos para Victoria Beckham o Joseph o asumiendo en equipo la direcci¨®n creativa de la ¨²ltima etapa de Marc by Marc Jacobs. El mito de Luella parec¨ªa enterrado, hasta que Calvin Klein ha decidido rescatarlo.

Inmersa en una reestructuraci¨®n total, la firma estadounidense conf¨ªa en la creadora para convertirla en la nueva jefa de dise?o (Global Head Design) de Calvin Klein Jeans. En una nota de prensa, la compa?¨ªa confirma que el fichaje de Bartley tiene como objetivo ?dotar a la marca de una visi¨®n unificada y coherente? y que tendr¨¢ como superior directo al Director Creativo de Calvin Klein, Pieter Mulier ¨Cmano derecha de Raf Simons¨C, y al presidente de Calvin Klein Jeans Europe, Franck Belochi. ?Por qu¨¦ importa este nombramiento de una dise?adora activista ¨Ces feminista y antiBrexit¨C? Para los reci¨¦n llegados, aqu¨ª cuatro claves:

Fue la dise?adora de la nueva Cool Britannia

Luella Bartley es la versi¨®n brit de los seis grados de separaci¨®n de Kevin Bacon. Nombren alg¨²n cantante, artista o celeb brit¨¢nica de los ¨²ltimos 20 a?os. Todos est¨¢n conectados con ella. En los a?os 2000 comparti¨® piso en Notting Hill con Justine Frischmann (cantante y bajista de El¨¢stica, ex novia de Damon Albarn) y la cantante M.I.A. Form¨® parte de la misma promoci¨®n en Saint Martins de Katie Grand y Giles Deacon. Su primer desfile, Daddy, I want a pony (Pap¨¢, quiero un pony) lo mont¨® en el apartamento de Steve Mackey, bajista de Pulp (el siguiente se llamar¨ªa Daddy, who were the Clash). Antes de meterse a dise?adora, escribi¨® en la edici¨®n brit¨¢nica de Vogue, revista que despu¨¦s la etiquetar¨ªa como ?la m¨¢s querida entre las it girls de Londres?. Tiene tres hijos con el reputado fot¨®grafo de moda David Sims. Por sus shows desfilaba Kate Moss y sus dise?os los vest¨ªan con fervor Chlo? Sevigny, Lily Allen, Amy Winehouse, Alexa Chung, Keira Knightley, Mischa Barton, Gwyneth Paltrow y hasta la princesa Beatriz.

Defini¨® el estilo femenino brit de la pasada d¨¦cada

Y lo materializ¨® en su libro Luella¡¯s guide to English Style, una especie de cuidada enciclopedia ilustrada en la que contaba desde por qu¨¦ el rosa es tan importante para las inglesas, qu¨¦ es el?Typical English Garb (o la importancia de las botas Wellington y la herencia de tea dress), defin¨ªa los arquetipos y tribus suburbanas o enumeraba los mitos femeninos del estilo brit¨¢nico. Lo public¨® al a?o de cerrar su marca, dos despu¨¦s de alzarse con el premio a la mejor dise?adora de los British Fashion Awards y el mismo con el que se hizo con la Orden del Imperio Brit¨¢nico (MBE). ?Lo escrib¨ª despu¨¦s de cerrar la marca, quer¨ªa escribir algo que no fuese mucho de moda, si no de estilo. Hay una gran diferencia entre estos dos conceptos. Mi ropa siempre fue m¨¢s sobre la actitud, m¨¢s social que moda en s¨ª misma. Es sobre qui¨¦n la lleva. Yo la llamo Miss England?, cont¨® al publicarlo.

Cualquier analista de moda podr¨ªa se?alar uno de sus looks a distancia: de la herencia m¨¢s punk y mod de sus inicios al refinamiento en colores vibrantes y el toque indudablemente girly de la ¨²ltima etapa, adorada y venerada por publicaciones retronost¨¢lgicas como Lula Magazine. La chica Luella combinaba el rosa chill¨®n con las Dr. Martens y vest¨ªa rebecas de abuela sobre vestidos con cuellos peter pan sin miedo a los lazos. Como si una groupie de los Libertines se fuese a tomar t¨¦ con pastas. Ella prob¨® que lo cute y lo punk pod¨ªan mezclarse sin estridencias.

Dise?¨® un ¡®it bag¡¯, aunque ella odi¨® en lo que se convirti¨®

En 2002 dise?¨® para Mulberry el bolso ¡®Gisele¡¯ (tambi¨¦n lo vendi¨® en Luella), nombrado en honor de Gisele B¨¹ndchen y quiz¨¢ uno de los primeros en convertirse en un superventas. Ella despu¨¦s se horrorizar¨ªa en lo que se convertir¨ªa todo. ?Es horribe, todo esto del ¡®it bag¡¯ fue como el comienzo y el fin de una cultura. Mi marca Luella se supon¨ªa que iba sobre las individualidades, no sobre los ¡®bolsos m¨¢s buscados'?.

Su ¨²ltima etapa con Katie Hillier est¨¢ plagada de ¨¦xitos

Hillier ideaba los accesorios de Luella y las dos son pr¨¢cticamente inseparables, una suerte de BFF en la moda. Las puso en com¨²n en 1999 la estilista Katie Grand, convencida de que las mentes de estas dos creativas conjugar¨ªan a la perfecci¨®n. Dise?aban de d¨ªa y fiesteaban de noche con Kate Moss. Tras el cierre de Luella, las dos han construido un imperio silencioso en lo medi¨¢tico pero alabad¨ªsimo en el gremio. Antes de saltar a los titulares por su fichaje conjunto para Marc by Jacobs (Hillier permanece en Marc Jacobs tras el cierre de la segunda firma), idearon parte de las colecciones de bolsos de Victoria Beckham o Ashprey. En 2015 formaron su propia marca (Hillier Bartley), una firma alejada de los aires na?f del pasado y pensada para mujeres maduras con actitud. La m¨²sica y el arte siguen siendo un referente ineludible: su colecci¨®n de este oto?o estaba dedicada a Bowie, Brian Eno, Francis Bacon y Oscar Wilde. Pura herencia brit.