?A qui¨¦n imitan las ni?as de hoy en d¨ªa?
Los referentes est¨¦ticos de las peque?as y preadolescentes espa?olas, de entre tres y 13 a?os, salen de las series de televisi¨®n infantiles y de sus propias casas: las madres y las Monster High compiten en grado de influencia e imitaci¨®n.
![Ni?as Disney](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/2WCIWMNYNFIYLEOOERTQBWDSHU.jpg?auth=d37c37845677a606f24082035c6540ddaf2c661a2aba69261894d66ebd8de74a&width=414)
Hubo un tiempo en el que las ni?as llevaban vestidos de nido de abeja, faldas con tablas y merceditas. En el que se pon¨ªan sin rechistar la ropa que sus madres les compraban, ignoraban lo que era un top y se peinaban con dos coletas. El armario de sus hermanas adolescentes era entonces para ellas fruta prohibida, inalcanzable hasta que superaran la pubertad. Hoy, esas mismas ni?as se han convertido en madres y ven c¨®mo sus hijas de primaria no solo quieren elegir su propia ropa, sino tambi¨¦n c¨®mo lo que escogen, mayoritariamente, es aquello que ven en los programas de televisi¨®n infantiles.
?Es la respuesta a nuestro tiempo?, apunta el soci¨®logo especializado en Moda Pedro Mansilla. ?Antes se viv¨ªa en una cultura en la que todo cuanto tuviera que ver con la sexualizaci¨®n era tab¨² y, por ello, la ropa infantil estaba impregnada por el buen tono, la educaci¨®n y los modales. Ahora hay un clima de tolerancia que, unido al mundo tecnol¨®gico ¨Cque les permite ver las tendencias de Hollywood, Par¨ªs o Tokio¨C y a que se educan con la peque?a pantalla, propicia que la apariencia de las ni?as de ahora no tenga nada que ver con la que tuvieron sus progenitoras, seguramente porque estas contaron con muchos menos espejos en los que mirarse?.
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Las Monster High. Adem¨¢s de por su revolucionaria est¨¦tica g¨®tica, esta serie ha enganchado a las preadolescentes por animarlas a aceptar sus defectos.
Javier Tom¨¢s Biosca
Los espejos de hoy ¨Cdibujos animados, videoclips, revistas, publicidad, mu?ecas¡¨C est¨¢n dando forma a las nuevas obsesiones est¨¦ticas de las ni?as. Pero, apunta el psic¨®logo infantil Sergi Ban¨²s, director de Psicodiagnosis.es, ?no debemos olvidar que tambi¨¦n hay una base biol¨®gica: hay unas tendencias naturales que favorecen que las peque?as se decanten hacia colores como el rosa y les interese m¨¢s su imagen que a los chicos. Despu¨¦s est¨¢ el aprendizaje, que tiene mucho que ver con el entorno en el que estamos inmersos: si dentro de su contexto ven que los factores femeninos se asocian a determinados colores se produce un reforzamiento?. Dentro de esta nueva cultura, contin¨²a, ?la forma en que visten los personajes de las series es un modelado muy importante; en ellos, las cr¨ªas est¨¢n viendo a figuras que se mueven en un ¨¢mbito muy atractivo, asociado al ¨¦xito. Las ven muy guapas y populares y tienen esa tendencia a querer seguir sus pasos?.
Las ni?as, por tanto, imitan. Cuando son m¨¢s peque?as, sus referentes suelen ser las princesas: ?Est¨¢n mediatizadas por la influencia de los cuentos, en los que todav¨ªa los estereotipos est¨¢n muy marcados?, explica Laura Garc¨ªa Agust¨ªn, psic¨®loga cl¨ªnica, escritora y directora de Clavesalud. Pero hay otro tipo de emulaci¨®n, m¨¢s sutil, que se da desde la primera infancia y que puede favorecer que, pr¨¢cticamente desde que comienzan a hablar, ya discriminen lo que les gusta de lo que no. En este sentido, Sergi Ban¨²s apunta que ?es muy dif¨ªcil establecer a qu¨¦ edad se toman decisiones est¨¦ticas; el factor fundamental ser¨¢ el nivel de maduraci¨®n de la ni?a. A los cuatro a?os a¨²n son muy dependientes del entorno: desde lo sensorial, est¨¢n muy mediatizadas, no por sus gustos propios, sino por lo que ven. Es algo que no elaboran, porque a esa edad no hay capacidad de razonamiento l¨®gico; est¨¢n recibiendo est¨ªmulos que les resultan m¨¢s o menos agradables y quieren copiarlos?.
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Javier Tom¨¢s Biosca
Superada la primera infancia, el ideal pasa a ser una adolescente triunfadora,?sexy?y popular. Tras este cambio subyace el fen¨®meno conocido como KGOY ¨Ckids getting older younger¨C, porque, como se?ala la psic¨®loga Silvia ?lava, del gabinete ?lava-Reyes Consultores, ?antes, la entrada en la adolescencia era m¨¢s tard¨ªa; ahora crecen m¨¢s r¨¢pido. Rechazan los dibujos animados y los cuentos porque les parecen de beb¨¦s, y se enganchan a series que les ofrecen modelos de interacci¨®n social y estereotipos que ellas quieren imitar?.
Detr¨¢s de estas producciones televisivas, contin¨²a ?lava, hay ?una industria de?marketing?ymerchandising?que estudia lo que atrae a las ni?as y se lo ofrece. Las adolescentes protagonistas de esas series son sus nuevos ¨ªdolos, de ah¨ª que peque?as de ocho a?os quieran ser cool y molar; y para ello tienen que ir vestidas como ellas?.
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Javier Tom¨¢s Biosca
De todos modos, y aunque su influencia es grande, la responsabilidad de las decisiones est¨¦ticas en la infancia no es exclusiva de las series de televisi¨®n y del?marketing. Recientemente, la psic¨®loga Christine Starr de la universidad Knox de Chicago, public¨® en la revista Sex Roles un trabajo de investigaci¨®n para el que hab¨ªa entrevistado a ni?as de entre seis y nueve a?os a las que mostr¨® dos mu?ecas de papel. Una de ellas iba vestida de modo sugerente y la otra, m¨¢s recatada. Ante la pregunta ?Si pudieras parecerte a una de estas mu?ecas, ?cu¨¢l te gustar¨ªa que fuese??, el 68% eligi¨® a la m¨¢s sexy y el 72% consider¨® que, vestida as¨ª, ser¨ªa la m¨¢s popular del colegio.
Starr apunta como una de las causas de esta nueva percepci¨®n el hecho de que muchas madres est¨¢n sufriendo un proceso de?adolescentizaci¨®n, mientras que las ni?as viven uno de?adultizaci¨®n. ?Como si estuvi¨¦ramos en un mundo al rev¨¦s?, se?ala la experta.
?Hace 20 a?os era impensable ver a mujeres, adolescentes y ni?as vistiendo igual. En la actualidad, mucha ropa infantil solo difiere de la adulta en t¨¦rminos de tallaje?, apostilla el soci¨®logo Esteban Mauli.
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Las princesitas. La obsesi¨®n por el rosa entra en acci¨®n desde muy temprana edad. Es un recurso que las ni?as utilizan para diferenciarse del otro g¨¦nero y reafirmar su identidad femenina.
Javier Tom¨¢s Biosca
Hay algo que hacer para educar las preferencias est¨¦ticas? Silvia ?lava aconseja ?fomentar los gustos propios de la ni?a. Est¨¢ bien que elija, pero hasta un l¨ªmite: si algo no es de su edad, no debemos d¨¢rselo. Y no debemos olvidar que las madres tambi¨¦n somos modelos de referencia, tenemos mucho poder, y por eso conviene analizar c¨®mo nos est¨¢n viendo ellas a nosotras?.
?Sirve de algo desaconsejar determinadas series de televisi¨®n o jugar con seg¨²n qu¨¦ mu?ecas? En este sentido, Christine Starr se?ala que, curiosamente, ?las ni?as que ven poco la tele son m¨¢s propensas a identificar popularidad con sensualidad; asimismo, si sus madres son extremadamente conservadoras, pueden tambi¨¦n tender a idealizar el ser?sexy. Es el efecto rebote de la prohibici¨®n?.
Y ?lava, concluye: ?En todas estas series, el ¨¦xito se centra en el aspecto f¨ªsico. Y es verdad que, desgraciadamente, ese factor influye, pero no conviene dej¨¢rselo ver desde tan peque?as. Es esencial ense?ar a las ni?as a ser asertivas: a manifestar lo que piensan y sienten, imitar sin anular su personalidad?.
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Javier Tom¨¢s Biosca
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Javier Tom¨¢s Biosca
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Las Violettas. El 95% del universo total de ni?as de nueve a 13 a?os de nuestro pa¨ªs ha visto la serie. Su merchandising fue el regalo estrella las pasadas Navidades.
Javier Tom¨¢s Biosca
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Javier Tom¨¢s Biosca
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Javier Tom¨¢s Biosca
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