?Est¨¢ Anna Wintour intentado ayudar a Weinstein con el regreso de Marchesa?
La cofundadora de Marchesa y ex mujer de Harvey Weinstein, Georgina Chapman, vuelve a la esfera p¨²blica tras medio a?o de silencio. Lo hace de la mano de la influyente editora de ¡®Vogue¡¯, que ha orquestado su vuelta con tres movimientos clave.
Anna Wintour no da un paso en balde. Si algo ha quedado claro del perfil de la mujer m¨¢s poderosa de los medios de comunicaci¨®n (as¨ª ha definido Forbes a la editora jefa de la edici¨®n estadounidense de Vogue), es su capacidad para mover hilos y milimetrar detalles. Lo demostraba en el m¨ªtico documental The September Issue y lo hace cada a?o codirigiendo junto a Andrew Bolton la Gala Met, la alfombra roja de mayor trascendencia, en la que su control sobre la cita se extiende hasta el punto de aprobar qu¨¦ dise?adores vestir¨¢n a los asistentes. En su ¨²ltima edici¨®n, m¨¢s all¨¢ de los espectaculares estilismos de inspiraci¨®n cat¨®lica, una reaparici¨®n que est¨¢ generando debate. Scarlett Johansson se vest¨ªa de de la firma de alta costura Marchesa, cofundada por la ahora ex mujer de Weinstein, Georgina Chapman, junto a Keren Craig, que desde que Jodi Kantor y Megan Twohey destaparan el esc¨¢ndalo del productor en octubre no hab¨ªa vuelto a llevarse en ning¨²n evento. Un gesto de apoyo por parte de Wintour al que ha seguido una aparici¨®n televisiva de la brit¨¢nica y todo un despliegue editorial en Vogue para librar a la firma de la lacra Weinstein. Pero la estrecha (y conocida) relaci¨®n de Wintour con el empresario acusado de acoso, abuso y agresiones sexuales siembra dudas.
¡°Vest¨ª de Marchesa porque su ropa hace a las mujeres sentirse seguras y guapas y es un placer apoyar una marca creada por dos dise?adoras incre¨ªblemente talentosas¡±, explicaba Johansson a The Cut, convirti¨¦ndose en embajadora de esta vuelta a escena con un vestido burdeos fiel al excesivo estilo de la firma. Marchesa no solo hab¨ªa desaparecido de las alfombras rojas, en enero tambi¨¦n cancelaban su desfile en la NYFW. ¡°No pensamos que fuera apropiado dada la situaci¨®n. Todas las mujeres que han sido heridas merecen dignidad y respeto, as¨ª que hemos querido darle el tiempo que merec¨ªa (a la reaparici¨®n)¡±, explica a Vogue Chapman, que tambi¨¦n se retir¨® en lo personal march¨¢ndose de casa con sus dos hijos tras publicarse las investigaciones.
Un primer paso por parte de Scarlett que, d¨ªas despu¨¦s de la gala en el Late Show de Stephen Colbert, la propia Wintour alababa. El presentador dejaba para el final de la entrevista su comentario acerca de la decisi¨®n de la actriz: ¡°Absolutamente preciosa, no demasiado en la tem¨¢tica de imaginer¨ªa cat¨®lica, pero lo visti¨® como declaraci¨®n de que la mujer de Weinstein no deber¨ªa ser castigada por los actos de ¨¦l¡±. A lo que la editora contest¨®: ¡°Estoy completamente de acuerdo con eso, quiero decir, Georgina es una dise?adora brillante y no creo que deba ser culpada por el comportamiento de su marido. Y creo que ha sido un gesto de apoyo genial por parte de Scarlett haber llevado un vestido como este, un bonito vestido como este, en tal ocasi¨®n p¨²blica¡±.
Anna Wintour no estaba m¨¢s que preparando el terreno para el movimiento final. La publicaci¨®n de un reportaje-entrevista (Georgina Chapman, sobre la vida despu¨¦s de Harvey Weinstein) escrito por Jonathan Van Meter y con fotograf¨ªa de Annie Leibovitz, que se publica en el n¨²mero de junio de la edici¨®n estadounidense de Vogue. Y la carta editorial del mismo mes, Georgina Chapman rompe su silencio, que firma Wintour con afirmaciones como ¡°estoy firmemente convencida de que Georgina no ten¨ªa idea del comportamiento de su esposo; culparla por algo de eso, como muchos han hecho en esta era digital de gladiadores, est¨¢ mal¡± o ¡°no se debe responsabilizar a una persona de las acciones de su pareja. Georgina deber¨ªa estar recibiendo nuestra compasi¨®n y comprensi¨®n¡±.
Chapman ya hab¨ªa reaparecido discretamente en marzo en una reuni¨®n del Consejo de Dise?adores de Moda de Am¨¦rica, al que pertenece. Y seg¨²n cuenta Steven Kolb, director ejecutivo de la organizaci¨®n, a The New York Times, fue recibida con aplausos entre los dise?adores reunidos. Pero las explicaciones sobre su aislamiento durante estos meses se las ha reservado para la revista: ¡°?C¨®mo iba a atreverme a salir, levantar la cabeza y decir: ¡®Oh, por cierto, yo tambi¨¦n estoy sufriendo¡±. Y reflexiona sobre la trascendencia de la situaci¨®n m¨¢s all¨¢ de su propia experiencia como esposa enga?ada: ?No quiero que me vean como una v¨ªctima porque no creo que lo sea. Soy una mujer en una situaci¨®n de mierda, pero no soy la ¨²nica¡±.
La buena relaci¨®n entre editora, dise?adora y productor no es novedad. A pesar de que Wintour se?alara a Weinstein al destaparse el esc¨¢ndalo con sus declaraciones tachando su comportamiento de ¡°espantoso y apabullante¡±, sus lazos hab¨ªan sido estrechos hasta el momento. Era habitual verla sentada al lado del productor en el front row de Marchesa, juntos se encargaron de fomentar un nuevo estilo de portadas a principios de los 2000 en las que las celebridades sustitu¨ªan a las modelos y del que, seg¨²n se?alaba Amy Larocca en The Cut, ambos se beneficiaban. Miramax promocionaba a sus estrellas y estrenos en portada y Vogue ve¨ªa c¨®mo ¡°sus ventas en quioscos aumentaban hasta un 40%¡± gracias a ello. Tambi¨¦n organizaron mano a mano eventos de moda para recaudar fondos para Obama.
Se atribuy¨® a esta buena amistad el mete¨®rico despegue de la firma de Georgina, creada en 2004 y que en 2006 con su primer desfile ya caus¨® gran expectaci¨®n: ¡°Disfrut¨® casi inmediatamente de un grado improbable de ¨¦xito (¡) S¨ª, hab¨ªa algunos vestidos bastante bonitos dentro de su extravagancia, pero la verdadera raz¨®n por la que el ¡®show¡¯ recibi¨® tanta atenci¨®n fue porque Weinstein era el novio de una de las dise?adoras, Georgina Chapman¡±, escrib¨ªa entonces en su cr¨®nica Hadley Freeman para The Guardian. Pocos a?os despu¨¦s, Chapman y Keren Craig ya habr¨ªan vestido a actrices como Pen¨¦lope Cruz, Ren¨¦e Zellweger o Anne Hathaway. La presi¨®n que ejerc¨ªa el productor para ello era se?alada por Jessica Chastain a principios de a?o, afirmando que Weinstein la hab¨ªa intimidado por no querer vestir de Marchesa.
Con su abrazo a Marchesa, el mensaje que Anna Wintour env¨ªa es claro: que Georgina no sufra las consecuencias del comportamiento de su ex. ¡°Ella adoraba a Harvey, pero en un abrir y cerrar de ojos, pas¨® de estar en un matrimonio aparentemente feliz a mirar hacia atr¨¢s en una relaci¨®n que se hab¨ªa vuelto tan desconcertante como aterradora, escribe en su carta en Vogue. Si este es exclusivamente el inter¨¦s que mueve a la editora y cu¨¢nto tiene esto que ver en realidad con su relaci¨®n con Weinstein son la preguntas que hacerse. Como se?ala Emilia Petrarca en The Cut, todo este despliegue ¡°parece algo que el propio Weinstein har¨ªa¡±.
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