As¨ª deber¨ªa ser tu jefe (si fuera un buen jefe)
Un buen l¨ªder debe tener inteligencia emocional. En esta ¨¦poca no es suficiente con ser conocedor de los aspectos t¨¦cnicos, se necesita transmitir positividad.
Durante la Segunda Guerra Mundial, los expertos en aeron¨¢utica emplearon mucho tiempo y recursos en analizar los aviones militares que se estrellaban. Hasta que un d¨ªa, alguien pregunt¨®: ¡°?Por qu¨¦ no analizamos los aviones que permanecen en el aire?¡±. Esta es una met¨¢fora v¨¢lida para el campo de la psicolog¨ªa positiva aplicada al mundo laboral. ¡°Se trata de centrarse en los aspectos positivos del comportamiento humano¡±, se?ala Marisa Salanova (Benetusser, Valencia, 1965) una de las principales expertas en Espa?a en crear ambientes de trabajo para potenciar la felicidad. Salanova, catedr¨¢tica de la Universidad Jaume I de Castell¨®n y presidenta de la Sociedad Espa?ola de Psicolog¨ªa Positiva (SEPP), desear¨ªa que m¨¢s empresas apostasen por el bienestar de los empleados, sin descuidar los objetivos estrat¨¦gicos. Porque cuando el empleado se encuentra bien, argumenta, su nivel de desempe?o es mejor. Es la ¡°hip¨®tesis del trabajador productivo y feliz¡±.
Suena bien, pero con el extendido nepotismo, el enorme porcentaje de desempleados y la crisis de por medio, ?es realista hablar de felicidad en el trabajo?
Es necesario enfrentarse a situaciones adversas para que afloren fortalezas que de otra forma no lo har¨ªan. Como la resiliencia [capacidad de recuperarse ante la adversidad], que s¨®lo se desarrolla cuando nos vemos afectados por situaciones problem¨¢ticas. Podemos emprender una resiliencia de tipo proactivo. Me puedo preparar para afrontar los problemas venideros. La psicolog¨ªa positiva dice que si nos entrenamos en ver las luces entre las sombras, vamos llenando la ¡°mochila¡± con recursos que nos ser¨¢n ¨²tiles como paraca¨ªdas en el futuro.
?Qu¨¦ recursos son esos? ?Puede poner alg¨²n ejemplo?
Ser capaces de regular las emociones y transformar el estado de ¨¢nimo. Hay personas que se enfrascan en su malestar y no saben salir de ah¨ª. Es importante cultivar la inteligencia emocional, tomar conciencia de las habilidades y destrezas de uno mismo y de los dem¨¢s. Junto a esto, aprender a experimentar m¨¢s emociones positivas como entusiasmo, calma mental, curiosidad o satisfacci¨®n. Otro recurso que uno puede incorporar en su ¡°mochila¡± tiene que ver con la capacidad de pedir apoyo a amigos, compa?eros, familia, etc. Vivimos en una cultura en la que no pedimos, y sin embargo no es posible adivinar el pensamiento.
?C¨®mo es, en su opini¨®n, un buen jefe?
Aquel que ofrece un liderazgo positivo y transformador. En esta ¨¦poca no es suficiente con que un l¨ªder sepa de su producto, tambi¨¦n tiene que ser un buen conocedor de la psicolog¨ªa de las personas. Un buen jefe es alguien con inteligencia emocional (demos por hecho que tambi¨¦n tiene conocimientos t¨¦cnicos). Est¨¢ atento a sus emociones y las de los dem¨¢s, y tambi¨¦n es capaz de canalizarlas. Cuando veo que un colaborador est¨¢ frustrado, por ejemplo, ?soy capaz de cambiar su estado emocional contando un chiste, o reconociendo su competencia? Un buen jefe es capaz de establecer una escucha activa y emp¨¢tica, transformar a las personas generando emociones positivas, y de ayudar a los colaboradores a conseguir sus metas. Es lo que conocemos como habilidades de ¡°l¨ªder-coach¡±. Todo esto requiere una un adiestramiento.
Claro, suena un poco a Alicia en el pa¨ªs de las Maravillas¡
Es cierto que son dif¨ªciles de encontrar, pero se puede entrenar en ello, esta es la cuesti¨®n.
?C¨®mo convencer a los empresarios de que las organizaciones saludables, lideradas por jefes como los que menciona, son rentables?
Lo que decimos a los empresarios es: si quieres mejorar la productividad de tu empresa, mejora la confianza entre los trabajadores, y entre estos y los ejecutivos. Las organizaciones que invierten en pr¨¢cticas saludables (como programas de bienestar, estrategias de motivaci¨®n, conciliaci¨®n, etc), un a?o despu¨¦s tienen un retorno de la inversi¨®n mayor. Es lo contrario a ¡°quemarse¡± en el trabajo. A estos trabajadores les apasiona lo que hacen y se sienten entusiasmados.
Lo que nos lleva a la pregunta: ?es posible cambiar la empresa sin cambiar a la sociedad?
Es dif¨ªcil ir contra marea. Sin embargo, as¨ª como la sociedad influye en las organizaciones, las organizaciones tambi¨¦n inciden en los individuos que las integran. Hay empresas que, pese a todo, optan por incorporar programas de bienestar psicol¨®gico. Estas empresas son pocas en Espa?a, pero s¨ª existen.
Se refiere a menudo a la autoeficacia: ?c¨®mo se cultiva?
Imaginemos un iceberg. Arriba, en la punta visible, estar¨ªan las conductas. Y, abajo, en el fondo del iceberg ¨Ceso que no se ve pero s¨ª est¨¢- estar¨ªan las creencias. Todos tenemos creencias motivadoras y otras limitantes. Las creencias de autoeficacia tienen que ver con la convicci¨®n de que ser¨¦ capaz de hacer algo bien en el futuro. Esto puede ser algo individual o colectivo como hemos visto en, por ejemplo, un equipo de f¨²tbol. Por eso el eslogan ¡°Podemos¡± tiene tanta fuerza. El hecho de que yo crea que mi equipo puede ganar va a facilitar que lo consiga.
La experiencia previa de ¨¦xito es la primera fuente de autoeficacia. En segundo lugar est¨¢n las personas que te ayudan a creer que t¨² eres capaz. Por eso es importante que en el colegio se d¨¦ este refuerzo positivo, esta persuasi¨®n verbal. La tercera fuente de autoeficacia se encuentra en ver a otros alrededor que son m¨¢s o menos como t¨², y que ellos pueden. Si ellos pueden, ?por qu¨¦ no voy a poder yo? La cuarta fuente tiene que ver con los estados emocionales. Si yo estoy dando una conferencia y me observo y veo que estoy nerviosa y empiezo a sudar, etc, puedo asociar ese nerviosismo con la idea de que no lo estoy haciendo bien. Pero tambi¨¦n puedo interpretar que es fruto de mi entusiasmo.
Hablemos del entorno f¨ªsico. ?Existe, en su opini¨®n, un entorno ideal de trabajo?
Creo que no hay un entorno adecuado para todas las ocasiones. Cada vez hay m¨¢s empresas que se desenvuelven en entornos virtuales. Otras van por proyectos a medida, y generan un equipo de trabajo que se disuelve cuando finaliza el proyecto. As¨ª que estos entornos son cada vez m¨¢s cambiantes y demandan nuevas maneras de estructurar el entorno f¨ªsico, dependiendo de la tarea q se va a realizar.
?Y c¨®mo aplicar sus ideas de bienestar cuando se teletrabaja?
Es muy importante saber para qu¨¦ y por qu¨¦ se hace el teletrabajo. A veces las organizaciones lo hacen para estar a la moda, y ya est¨¢. Pero si no hay una creencia absoluta en la responsabilidad y autonom¨ªa del trabajador, no funciona. Las empresas tienen que confiar en que el teletrabajador es capaz de asumir responsabilidades. Si no, todo son estrategias de control.
Y, hablando de control, ?qu¨¦ opini¨®n tiene de medidas como bloquear webs para eliminar fuentes de distracciones?
?Cu¨¢l es el sentido de bloquear Facebook en el trabajo? ?C¨®mo lo consigues? Hecha la ley, hecha la trampa. El empleado usar¨¢ su m¨®vil. Si lo que queremos es mejorar el rendimiento, el trabajador tiene que sentirse aceptado, con autonom¨ªa y confianza. De otra forma, lo que sucede es que una norma que creamos para conseguir algo consigue justo lo contrario: es lo que en psicolog¨ªa se conoce como ¡°la norma perversa¡±. Tomemos el ejemplo de Google. En Google hicieron un an¨¢lisis de los h¨¢bitos de los trabajadores y observaron que un empleado medio pasa un 20 por ciento del tiempo ocup¨¢ndose de asuntos personales. As¨ª que decidieron institucionalizar ese 20 por ciento. Esta es una medida que incrementa el rendimiento, porque el 80 por ciento del tiempo restante, la plantilla estar¨¢ atenta a su trabajo.
Eso es Google. Si tuviera que cambiar una sola cosa en las organizaciones espa?olas, ?cu¨¢l ser¨ªa?
Mejorar¨ªa los estilos de liderazgo. Lo que encontramos en nuestras investigaciones es que los mandos intermedios, los que sirven de enlace entre direcci¨®n y trabajadores, con su forma de actuar causan o satisfacci¨®n o acoso psicol¨®gico. Los buenos l¨ªderes se centran en las fortalezas de los trabajadores, en lugar de en sus errores.
Seis consejos para ser m¨¢s feliz en el trabajo
1. Ser amable con los dem¨¢s. Practicar actos de bondad hacia los dem¨¢s (visitando a un colega que est¨¢ de baja, por ejemplo) provoca un aumento de la felicidad.
2. Expresar gratitud. Las personas que expresan gratitud hacia compa?eros, supervisores o clientes son m¨¢s dadas a saborear lo bueno de la vida. La gratitud refuerza la autoestima, construye lazos sociales y es un ant¨ªdoto contra las emociones t¨®xicas en el lugar de trabajo.
3. Aprender a perdonar. Hay pruebas de que las personas que perdonan son m¨¢s felices, saludables, agradables y serenas, as¨ª como menos ansiosas, deprimidas y neur¨®ticas.
4. Compartir buenas noticias. El intercambio de buenas noticias o hablar a otros acerca de experiencias positivas permite recordar esa experiencia y disfrutarla a lo largo del tiempo. Celebrar el ¨¦xito en el trabajo con el equipo, como haber cerrado un negocio, por ejemplo, es una forma efectiva de aumentar los niveles de felicidad y reforzar el esp¨ªritu de equipo.
5. Cuidar las relaciones sociales. Es recomendable socializar durante las pausas en lugar de aislarnos en nosotros mismos, hablando no s¨®lo de trabajo sino tambi¨¦n de cuestiones personales.
6. Practicar las virtudes. Esta recomendaci¨®n se basa en el principio de que la felicidad no est¨¢ impulsada por la b¨²squeda del placer, sino por llevar una vida con sentido y significado. Es decir, una vida aut¨¦ntica y plena a trav¨¦s del cultivo de las propias fortalezas y talentos.
@nataliamartin es periodista. Si quieres ponerte en contacto con ella escribe a natalia@vidasencilla.es
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