Por qu¨¦ los atletas de grandes distancias est¨¢n tomando marihuana para entrenar

Para quienes no anden familiarizados con la terminolog¨ªa primero hay que explicar que un ultramat¨®n es una carrera de m¨¢s de 42,195 kil¨®metros. O sea, m¨¢s que un marat¨®n. ?Hasta d¨®nde? No hay l¨ªmites, las hay de 60 y de m¨¢s de 200. Habitualmente campo a trav¨¦s. O subiendo y bajando monta?as. ?Cu¨¢nto se tarda? Pues mucho. Much¨ªsimo. Por poner un ejemplo, estos d¨ªas de atr¨¢s se celebraba en la isla de La Palma la m¨ªtica Transvulcania (74,3 km) , famosa por sus empinadas subidas y su terror¨ªfica ¨²ltima bajada (tras muchas horas corriendo lo m¨¢s duro para los cuadriceps es extenderse para bajar). El ganador, Luis Alberto Hernando, par¨® el cron¨®metro en poco m¨¢s de 7 horas. La primera mujer, Ida Nilsson, en 8 horas y 14 minutos. La mayor parte de los participantes tard¨® entre 12 y 13 esforzadas horas en terminarla.

Hay que imaginarse media jornada corriendo. No a toda velocidad, pero sin parar. M¨¢s solo que la una. Pe?asco arriba, pe?asco abajo. Haga sol, fr¨ªo o diluvie. Los entrenamientos tampoco son una fiesta. Y lo peor a veces no es el dolor articular, sino el aburrimiento o la ansiedad de llevar dos o tres horas dando zancadas en medio de la monta?a y saber que te quedan a¨²n otras tantas para terminar. Aqu¨ª entra en juego la marihuana, cuyo uso medicinal se permite en algunas partes del mundo como California.

En una entrevista con The Guardian el ultramaratoniano Avery Collins (lleva 30 en su haber, entre ellos, la temible Rocky Mountains con sus 321 km, que gan¨® despu¨¦s 65 horas de carrera) reconoc¨ªa abiertamente consumir barritas de marihuana en sus entrenamientos. Nunca para competir, ya que la Agencia Antidopaje incluye ese opi¨¢ceo entre las sustancias prohibidas y supondr¨ªa su descalificaci¨®n. Ahora bien, en 2013 esta instituci¨®n elev¨® los niveles legales de THC (principal constituyente psicoactivo del cannabis) permitidos de forma que el consumo en los d¨ªas previos no fuese motivo de expulsi¨®n.

Cuando Collins se encomienda a las barritas de marihuana su intenci¨®n no es lanzarse por las montes a pegar zancadas totalmente colocado, sino alcanzar un razonable nivel de bienestar que le permita disfrutar m¨¢s de ese momento. ¡°Tomo varias barritas al d¨ªa. Lo normal es una por la ma?ana, otras mientras entreno y por la noche antes de acostarme. As¨ª al d¨ªa siguiente me despierto m¨¢s fresco¡±, se?alaba el corredor a la revista Whaxy. Su favorita: Mile Higher, de chocolate con menta enriquecida con 500 mg ¡®medicinales¡¯ de THC. Como consejo para principiantes sugiere empezar con una peque?a dosis de unos 5 mg de THC e ir subiendo paulatinamente hasta lograr la ¡®felicidad¡¯ necesaria. No solo la ingiere a bocados. Tambi¨¦n fuma alg¨²n que otro canuto. Sobra se?alar que Edibles es uno de sus patrocinadores junto con el fabricante de accesorios para fumar Roll Uh Bowl.

Otros atletas norteamericanos, como la ultramaratoniana Jenn Shelton (@sheltonjenn) o el triatleta Clifford Drusinsky (@sslifestyle) tambi¨¦n reconocen consumir algo de mar¨ªa mientras entrenan. El deporte mariano, sin embargo, parece no haber llegado a¨²n a Espa?a. ¡°Trato con muchos corredores y triatletas, pero nunca he o¨ªdo que usen marihuana. Aunque tiene su l¨®gica: correr provoca inflamaci¨®n y dolor en las articulaciones y el THC (el principio activo de la marihuana) podr¨ªa rebajarlo. Vendr¨ªa a ser como tomar diclofenaco (m¨¢s conocido por su nombre comercial, Voltar¨¦n) pero en formato natural¡±, responde Javier del R¨ªo Garc¨ªa, fisioterapeuta de Podoactiva, especialistas en podolog¨ªa deportiva. ¡°S¨ª sab¨ªa de personas que usan cremas de marihuana de forma t¨®pica como relajante muscular. Vendr¨ªa a cumplir la misma funci¨®n que el ¨¢rnica¡±.

La ciencia parece darles la raz¨®n. El ¡®subid¨®n del corredor¡¯, esa sensaci¨®n de bienestar que mitiga cualquier dolor y que solo se logra tras una carrera o despu¨¦s de una fructuosa tirada larga (de m¨¢s de una hora m¨ªnimo), no es a causa de las endorfinas, sino de los endocannabinoides (algo as¨ª como el THC pero fabricado de forma natural por nuestro organismo). Mientras los primeros no llegan al torrente sangu¨ªneo, los segundos s¨ª lo hacen. As¨ª llegan hasta el cerebro, donde se obra el milagro de la felicidad, nunca mejor dicho. As¨ª lo sostiene una investigaci¨®n liderada por el doctor Johaness Fuss, del University Medical Center Hamburg-Eppendorf. Quienes nunca hayan corrido posiblemente se planteen a son de qu¨¦ algo tan esforzado puede dar tanta satisfacci¨®n. Fuss explica que es un mecanismo desarrollado ya en la ¨¦poca de las cavernas: para llevar comida a casa hab¨ªa que correr tras un ant¨ªlope (o un conejo o lo que fuera que susceptible de echar a la barbacoa prehist¨®rica). La satisfacci¨®n de cazar se premiaba con estas hormonas que anulaban el dolor de piernas tras la cacer¨ªa. ¡°Aunque la marihuana act¨²e como los endocannabinoides naturales a¨²n faltan estudios rigurosos que demuestren que no es perjudicial para la salud. Por ejemplo, ver en qu¨¦ medida afecta a la coordinaci¨®n motora, vital para el corredor. Y no es f¨¢cil que una universidad financie un estudio sobre los efectos de una sustancia ilegal. Personalmente y a d¨ªa de hoy no lo recomendar¨ªa por sus efectos secundarios negativos. Empezando porque genera adicci¨®n¡±, comenta el profesor Juan del Coso, responsable del laboratorio de Fisiolog¨ªa del Ejercicio de la Universidad Camilo Jos¨¦ Cela.