Cinco errores que cometes cuando te aplicas una crema hidratante

Sabemos que hay que elegir la formulaci¨®n seg¨²n las necesidades reales y cambiantes de nuestra piel en cada momento del a?o. No pide lo mismo en verano que en invierno, ni es lo mismo vivir en una regi¨®n h¨²meda que en otra seca. Tambi¨¦n sabemos que los cuidados deben aplicarse sobre una piel limpia y con un suave masaje para optimizar la penetraci¨®n de los activos. Tenemos estas pautas interiorizadas y estamos convencidas de que nada puede fallar. ?O s¨ª? Las expertas advierten que, sin darte cuenta, puede que est¨¦s cometiendo errores que hacen que tu car¨ªsima crema hidratante no act¨²e todo lo bien que querr¨ªas.

1. No dar tiempo a que se absorba el s¨¦rum

El s¨¦rum suele ser una soluci¨®n acuosa con ingredientes ligeros. Es decir, mol¨¦culas de menor tama?o que penetran hasta las capas m¨¢s profundas de la epidermis (¨¢cido glic¨®lico, ¨¢cido hialur¨®nico de baja densidad¡­). Las cremas son emulsiones m¨¢s o menos oleosas que permiten incorporar activos de mayor tama?o molecular, como los p¨¦ptidos o las ceramidas. Su funci¨®n, entre otras, es la de ¡®sellar¡¯ la humedad creando un efecto barrera que favorece la absorci¨®n, impide la p¨¦rdida de agua epid¨¦rmica y restaura los l¨ªpidos del manto hidro-lip¨ªdico. Si las aplicamos a la vez, o casi simult¨¢neamente al s¨¦rum, creamos un mejunje con muchas posibilidades de que los grandes taponen el paso a m¨¢s ligeros. Un error frecuente cuando vamos con prisas que limita la efectividad del tratamiento. Y que supone que no saques partido a ese s¨¦rum en el que has invertido un past¨®n. ?Como regla general, hay que esperar a que el anterior producto cosm¨¦tico se haya absorbido para aplicar el siguiente. Como esto depender¨¢ de la textura y tipo de piel, no hay una regla de oro en cuanto a tiempos de absorci¨®n y nos debemos guiar por la sensaci¨®n que observemos en nuestra piel. Con las f¨®rmulas actuales deber¨ªa bastar un intervalo de entre 20 segundos y 1 minuto para una absorci¨®n completa?, explica Miguel de Soria, director de marketing de Artistry. Insiste tambi¨¦n en que respetar el orden no es sustituir la crema por el s¨¦rum para simplificar y acabar antes.

2. No usar la paleta

Esa especie de cucharita de helado que viene junto a tu tarro de crema es para que no metas el dedo en la crema. ?Los dedos y u?as siempre llevan g¨¦rmenes. Introducirlos en la crema es una manera simple de contaminar el producto. La paleta aplicadora est¨¢ concebida para evitarlo. Sin embargo, casi todas olvidamos hacerlo, y yo me incluyo. La usas el primer d¨ªa, luego se te olvida d¨®nde est¨¢ y acabas tir¨¢ndola. O la dejas en alg¨²n lugar perdido y, a la hora de usarla, tampoco est¨¢ limpia?, declara la doctora Mar¨ªa Vitale, directora m¨¦dica del ¨¢rea de Dermatolog¨ªa de Cantabria Labs.

3. Ponerte de m¨¢s (o de menos)

La gran duda al enfrentarnos a la crema es cu¨¢nto hay que poner. ?Cada producto tiene su dosificaci¨®n. Tan malo es pasarse por exceso como por defecto. Con una textura ligera es f¨¢cil quedarse cortos, mientras que con las que son m¨¢s ricas la tendencia es a pasarse. Cuando hay dosificador, la cantidad exacta suele ser una dosificaci¨®n (un pump). Si es de tarro, una cucharita (sin copete)?, explica Inmaculada Canterla, farmac¨¦utica especialista en Dermocosm¨¦tica y Directora de Cosmeceutical Center. Con lo de cucharita se refiere a la paleta de la que antes habl¨¢bamos y que casi todas perdemos. En su ausencia, toma como medida lo que quepa de forma razonable en la punta del dedo. ?En cualquier caso, la cantidad va condicionada por el producto que se ha aplicado antes o el estado de la piel. El jab¨®n, el suero o, incluso, el tipo de agua con la que nos hemos lavado el rostro, van a condicionar la receptividad de la piel?.

4. Confundir ingredientes

?Cuando hablamos de ingredientes hidratantes metemos en el mismo saco las palabras hidratante, emoliente, humectante y oclusivo. Aunque parecidas, no son exactamente lo mismo?, advierte Cristina Carvajal, ingeniera qu¨ªmica y autora del blog Cosm¨¦ticos al desnudo. En un m¨¢s que interesante cap¨ªtulo de su libro Inteligencia Cosm¨¦tica (ed. Arcopress) dedicado a la hidrataci¨®n repasa las diferencias entre esos cuatro conceptos. ?Hidratante es una emulsi¨®n de agua y fase grasa, donde podemos encontrar aceites, siliconas o ¨¦steres. Oclusivo quiere decir que crea una capa que impide que el agua se evapore. Pertenecen a este grupo la cera de abejas, manteca de cacao o de karit¨¦, dimeticona¡­?. Aqu¨ª empezamos con los matices. De entrada, oclusivo no es sin¨®nimo de comedog¨¦nico. Un ingrediente oclusivo se limita a crear una capa sobre la piel. El comedog¨¦nico, en cambio, penetra en los poros y los tapona. ?El concepto de emoliente implica que suaviza, calma, alisa y mejora el aspecto de la piel. Por ejemplo, algunos compuestos emolientes hinchan los corneocitos, difuminando las arrugas?. En este grupo hay muchos aceites, pero tambi¨¦n nos encontramos a las siliconas, el sorbitol o los ¨¦steres alqu¨ªlicos. Por ¨²ltimo, quedan los activos humectantes. ?Son mol¨¦culas higrosc¨®picas, es decir, atraen y retienen la humedad?. Aqu¨ª est¨¢n el famoso ¨¢cido hialur¨®nico, la glicerina, la urea y el col¨¢geno, entre otros.

Una buena hidratante suele combinar los cuatro conceptos. Lo que hay que tener muy presente y que tendemos a pasar por alto, ah¨ª nuestro gran error, es cu¨¢l tiene mayor presencia. Esto es f¨¢cil de conocer echando un vistazo al INCI (la lista de ingredientes). Por ley, deben ordenarse de mayor a menor seg¨²n su porcentaje en la f¨®rmula. Si predominan las siliconas ser¨¢ emoliente. Son esas cremas de ¡®efecto Cenicienta¡¯ o ¡®acci¨®n flash¡¯: te dejan la cara ideal nada m¨¢s aplicarlas, pero a las dos horas est¨¢ tirante y seca de nuevo. Son perfectas como base de maquillaje para una ocasi¨®n especial. Si vas a dar un paseo por el desierto, echa mano de una oclusiva para no perder ni una gota de humedad. En cambio, si lo que buscas es mejorar la hidrataci¨®n a largo plazo, toca echar mano de ¨¢cidos hialur¨®nicos de distintos pesos moleculares o de otros ingredientes muy emolientes. ?Incluso una crema con l¨ªpidos epid¨¦rmicos (ceramidas, aceite de arg¨¢n o de borraja¡­)?.

5. Aplicarla sobre una piel totalmente seca

?Sab¨ªas que una piel ligeramente h¨²meda genera una tensi¨®n f¨ªsica que favorece la absorci¨®n de los productos de hidrataci¨®n? Esa humedad no debe ser de agua sin m¨¢s, ya que altera el pH de la capa c¨®rnea. El producto indicado para crear ese velo de humedad es el t¨®nico. O las cada vez m¨¢s utilizadas lociones que crean un puente entre la fase de limpieza y la de tratamiento. ?Para obtener los mejores resultados aplicaremos nuestra crema hidratante poco despu¨¦s del proceso completo de limpieza, incluido el t¨®nico y la loci¨®n, y antes de que la piel est¨¦ completamente seca. En mi rutina utilizo hasta dos lociones antes de aplicar la hidratante?, se?ala Miriam Quevedo, directora de la firma de alta cosm¨¦tica que lleva su nombre. ?Este gesto, adem¨¢s, otorga a la crema hidratante la oportunidad de retener esa hidrataci¨®n ya existente?. La temperatura de la piel tambi¨¦n influye. ?Aconsejo limpiar el rostro con agua tibia. La epidermis contiene aceites naturales que la protegen y act¨²an como una barrera. Cuando usamos agua caliente, estamos ablandando esa capa y eliminando estos aceites. Para secar, basta con acercar a toques una toallita ultrasuave de microfibra para retirar el exceso de humedad sin ara?ar la piel?.