El s¨ªndrome de Estocolmo del confinamiento: ocho claves para conseguir salir a la calle sin miedo
Pese a las ganas iniciales de salir de casa, muchos se ven superados por la sensaci¨®n de ansiedad o angustia. Aqu¨ª algunas claves para superarlo y poder disfrutar de nuevo de las salidas.
Salir de casa. ?C¨®mo algo tan sencillo ha podido convertirse en algo tan complejo? Sent¨ªamos que nunca llegar¨ªa el d¨ªa para, simplemente, dar una vuelta a la redonda sin el carrito de la compra o las bolsas de la basura, pero por fin podemos salir a la calle a pasear o correr. Sin m¨¢s. Y aunque estos d¨ªas en casa has clamado mil veces por un rato al sol, ahora que por fin se puede, no entiendes muy bien por qu¨¦, te paralizas. Has cogido miedo a salir de tu propia casa.
No eres ni mucho menos el ¨²nico. Ya hay expertos que hablan de paralelismos con el S¨ªndrome de Estocolmo, que padecen las personas que han sido secuestradas, o que denominan a este miedo por salir de casa como el S¨ªndrome de Caba?a. ¡°Creo que es tentador hablar de ese tipo de s¨ªndromes, incluso ¨²til, pero siempre a modo de paralelismo, o de met¨¢fora, no de una manera completamente tajante, ya que ser¨ªa aventurado en este momento¡±, puntualiza por su parte el psic¨®logo Rafael San Rom¨¢n.
M¨¢s all¨¢ del debate de las etiquetas, la sensaci¨®n de ansiedad o angustia al pensar en salir de casa es muy real. No solo es la incertidumbre l¨®gica, la sensaci¨®n de irrealidad al caminar a dos metros de todo el mundo con una mascarilla, o los nervios por ser capaces de cumplir todos los protocolos, sin contaminar nada a la vuelta a casa. Hay personas que realmente sienten que la situaci¨®n les supera. ¡°Quienes tengan verdadero miedo simplemente sentir¨¢n aversi¨®n al hecho de salir, no experimentar¨¢n el impulso de hacerlo o, si lo tienen que hacer, sentir¨¢n que su cuerpo se activa indic¨¢ndoles que tienen que huir de esa situaci¨®n¡±.
Lo primero que aclara el psic¨®logo es que tampoco consiste en pensar que sufrimos alg¨²n tipo de patolog¨ªa. ¡°Siempre que no se trate de algo incapacitante, o bloqueante, es normal sentir algo de miedo cuando llevamos tantas semanas asumiendo que hay una amenaza invisible por todas partes de la que nos tenemos que proteger¡±.
La clave entonces est¨¢ en saber c¨®mo superarlo, ya que si bien somos libres de retrasar el momento de salir de casa, llegar¨¢ un momento en el que necesitemos hacerlo. Para eso es importante tener en mente estos consejos:
1. Evaluar la situaci¨®n con sensatez: Aunque la situaci¨®n de pandemia es algo nuevo y nos ha supuesto muchas emociones encontradas, hay que centrarse en cada paso y en cada momento presente. No hay que evaluar todo el contexto, solo centrarnos en dar un paseo a la manzana. ¡°No se trata de preparar una excursi¨®n al Everest, sino de dar un paseo opcional de un ratito por el barrio. Parece algo mucho m¨¢s solemne por las circunstancias que lo rodean, pero no pasa de ser eso, y conviene recordarlo¡±, insiste Rafael San Rom¨¢n.
2. Sentirse c¨®modo y seguro: Antes pod¨ªamos salir de casa de cualquier manera. Ahora debemos pensar bien en nuestra indumentaria, y no precisamente para lucir nuestro ¨²ltimo modelito. La psic¨®loga Raquel Gargallo insta a pensar en cosas tan sencillas como sentirse c¨®modo y seguro. ¡°Ponte ropa c¨®moda (que despu¨¦s te quites con facilidad nada m¨¢s entrar en casa para lavarla), rec¨®gete el pelo y, antes de ponerte tu mascarilla, haz unos ejercicios de respiraci¨®n¡±. Te sentir¨¢s mucho m¨¢s preparado.
3. No pensar que estamos obligados a salir de casa: ¡°Desde el s¨¢bado d¨ªa 2 y siguiendo una serie de pautas, la gente puede salir a pasear, pero eso no quiere decir que sea obligatorio hacerlo¡±, recuerda Rafael San Rom¨¢n. Es obvio que en alg¨²n momento necesitaremos salir, pero no tenemos por qu¨¦ hacerlo justo en este momento, podemos esperar a sentirnos m¨¢s tranquilos o, simplemente, con m¨¢s ganas. ¡°Si alguien no quiere o prefiere esperar unos d¨ªas a ver c¨®mo va la cosa, esto es perfectamente viable¡±.
4. Empezar poco a poco: Como cualquier otro reto en la vida no se trata de pasar de cero a cien. As¨ª, si no hemos salido de casa en todo este tiempo, tampoco es necesario que el primer d¨ªa salgamos durante una hora. Podemos ir poco a poco. ¡°Empieza por salir menos de una hora y poco a poco alarga tus paseos¡±, recomienda Raquel Gargallo. Incluso, si nuestro cuerpo no se siente c¨®modo en ese primer paseo, podemos optar por sentarnos en un banco cercano, al sol, para ir acostumbr¨¢ndonos a la sensaci¨®n y al ambiente, y decidir dar el primer paseo el pr¨®ximo d¨ªa.
5. Elegir bien el recorrido: Quiz¨¢s antes, cuando sal¨ªamos a andar o a hacer deporte, nos dej¨¢bamos llevar por nuestros pasos. Ahora no est¨¢ de m¨¢s planear de antemano el recorrido. Y no solo porque deba ser a un kil¨®metro a la redonda, sino porque podemos coincidir con m¨¢s o menos gente seg¨²n la zona que elijamos. As¨ª evitaremos situaciones de nervios y por ende, sentiremos que tenemos un mayor control de la situaci¨®n. ¡°Planear qu¨¦ punto del barrio puede estar a 1 kil¨®metro y plantearse el paseo como un recado concreto que consiste en ir hasta ese punto y volver, sin m¨¢s¡±, apostilla el psic¨®logo.
6. Buscar distracci¨®n para ese momento: Salir a pasear no es solo un ejercicio para el cuerpo, que necesita moverse, sino tambi¨¦n para nuestra mente, que necesita distraerse. Por eso, aunque debamos estar atentos de no tocar nada y de la distancia de seguridad, podemos distraernos de los pensamientos negativos con algunos recursos. ¡°Ponte m¨²sica para andar o algo relajante que te acompa?e o te haga sentir acompa?ada¡±, apunta Gargallo, que tambi¨¦n recomienda que, si no podemos caminar con un conviviente, otra opci¨®n es aprovechar ese rato para llamar a alg¨²n conocido y as¨ª no sentir que estamos solos.
7. Decantarse por una hora que nos relaje: Es cierto que las restricciones horarias y nuestras responsabilidades laborales o familiares marcar¨¢n nuestra hora de ejercicio al aire libre. Pero dentro de eso, est¨¢ bien pensar en una hora en la que nos sintamos mejor. ¡°Podemos elegir una hora que se prevea poco concurrida dentro de la franja horaria que a cada uno le corresponde¡±, recomienda San Rom¨¢n. Si bien siempre es preferible salir cuando haya luz solar, si tenemos la suerte de disfrutar al sol en nuestro patio o terraza, quiz¨¢ prefiramos salir m¨¢s tarde o m¨¢s temprano, cuando haya menos gente por la calle, y nos sintamos m¨¢s seguros.
8. Pensar menos para pensar mejor: Solemos tender a pensar que al darle muchas vueltas a una idea conseguimos una mejor conclusi¨®n sobre la misma. Pero esto no siempre es as¨ª. A veces, para tomar decisiones o para enfrentar un miedo, es mejor pensar menos, para pensar mejor. Si somos de los que tenemos ¡°la sensaci¨®n de darle vueltas a todo, paralizarte y nunca hacer nada, la sensaci¨®n de pensar muy deprisa, pero pensar mal, debemos recordar que a veces es necesario pasar a la acci¨®n en vez de pensar tanto. Todo cambia cuando lo haces¡±, concluye Gargallo.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.