De humilde maquilladora autodidacta a Dama del Imperio Brit¨¢nico: la espectacular historia de superaci¨®n de Pat McGrath

El pasado 30 de diciembre, la Reina Isabel II de Inglaterra publicaba su listado anual de condecoraciones para este 2021. Entre los afortunados, aparec¨ªa por primera vez el nombre de una maquilladora entre quienes pasar¨ªan a formar parte del honor de ser nombrados Caballero (para ellos) y Dama (para ellas) del Imperio Brit¨¢nico por parte de la monarca: Pat McGrath. Se trata del nombramiento m¨¢s alto al que puede aspirar una profesional de su oficio, y el segundo en importancia de todos los que se conceden. Por encima, solo se sit¨²a el de Compa?era de Honor, reservado a las categor¨ªas de?artes, ciencias, medicina o pol¨ªtica.

La make-up artist no es ajena a este listado. En 2014 fue incluida como Miembro de la Orden del Imperio Brit¨¢nico por sus servicios en las industrias de la moda y la belleza, un t¨ªtulo unos puestos m¨¢s abajo jer¨¢rquicamente del que ostenta en la actualidad. ?Fue toda una sorpresa?, confes¨® en ese momento en una entrevista con Vogue. ?Todo el mundo me llam¨® o escribi¨®?. De camino al palacio de Buckingham en mayo de ese a?o, se tom¨® su primer selfie.

En esta ocasi¨®n, ha echado mano a Instagram para mostrar su agradecimiento. ?Quiero dar las gracias a toda la gente maravillosa que ha pasado por mi vida -mi madre?Jean McGrath, mi familia, mis amigos, mis compa?eros de trabajo y vosotros, mis amantes de la belleza- que forman parte de este premio?, se lee en su publicaci¨®n. ?Ni en mis sue?os m¨¢s locos imagin¨¦ que un d¨ªa Su Majestad la reina Isabel II me incluir¨ªa entre los incre¨ªbles destinatarios de este honor, tanto hoy como en el pasado?. Concluye dedic¨¢ndolo a todos los maquilladores del mundo, a los que anima a no dejar de luchar por sus sue?os.

Este hito se suma a otros de la, seg¨²n Anna Wintour, maquilladora m¨¢s influyente de nuestros tiempos. Pat McGrath naci¨® en 1970 en Londres, hija de una madre soltera (Jean) y primera generaci¨®n de inmigrantes jamaicanos. Se crio en?Northampton, una poblaci¨®n situada al norte de la capital inglesa, entre Birmingham y Cambridge. Su madre, de clase trabajadora y testigo de Jehov¨¢, fue su primer referente en el universo del maquillaje. ?Estaba obsesionada. Se pon¨ªa frente al televisor y nos retaba a adivinar qu¨¦ se hab¨ªa puesto en los ojos. No se apartaba hasta que no se lo dec¨ªa?, record¨® en una entrevista con The Guardian.?Junto a su progenitora, se dedicaban a analizar el maquillaje de las estrellas del Hollywood cl¨¢sico para identificar las inspiraciones de las pasarelas de la temporada.

Si bien fue de su madre, desde los siete a?os, de quien aprendi¨® los trucos que le encaminar¨ªan a su profesi¨®n, fue la casualidad la que quiso determinar su trayectoria. Fan ac¨¦rrima del grupo Spandau Ballet, se encontraba de adolescente esperando a que apareciesen en las instalaciones de la radio p¨²blica BBC, donde iban a ser entrevistados, cuando llam¨® la atenci¨®n de la periodista?Janice Long. En su cara, McGrath hab¨ªa utilizado un pintalabios fuerte para sus ojos, sus mejillas y sus labios. La presentadora le pidi¨® que lo repitiese en ella. ?Ni siquiera sab¨ªa que fuese un trabajo. Me dijo que s¨ª lo era, as¨ª que esa noche volv¨ª a casa sabiendo a qu¨¦ me iba a dedicar?, desvel¨® al diario brit¨¢nico.

Pronto cambi¨®?Northampton por Londres, cuya escena nocturna de la d¨¦cada de los ochenta le inspir¨® para su estilo, en el que predominan los brillos. El grupo musical Soul II Soul confi¨® en sus manos, abriendo las puertas a su carrera. Poco despu¨¦s le llamaron de las revistas Face y i-D para que colaborase con ellas. En la ¨²ltima conoci¨® a Edward Enninful, actual director (y el primero hombre y negro) de la edici¨®n brit¨¢nica de Vogue. Entabl¨® amistad con el entonces director de moda m¨¢s joven, con solo 18 a?os, que le nombr¨® poco despu¨¦s directora de belleza. Sus estilos dieron pie a las atrevidas portadas de i-D, que se mantiene como una de las cabeceras m¨¢s modernas existentes. Ah¨ª su carrera empez¨® a despegar, y pudo dejar el trabajo de recepcionista con el que se manten¨ªa a flote.

En 1999, Giorgio Armani cont¨® con ella para crear una l¨ªnea de maquillaje, y los dos a?os siguientes se alz¨® con el premio Pantene a la maquilladora del a?o. Desde entonces, todas las grandes firmas le han llamado a filas para aportar color en sus desfiles. Defini¨® los looks arriesgados del Dior de John Galliano, poniendo de moda el iluminador y el glitter en un momento, comienzos de este siglo, en el que ni las series como Euphoria ni las redes empujaban las tendencias m¨¢s coloristas. Prada, Givenchy, Versace y Louis Vuitton se enumeran entre las casas de moda que piden sus servicios. Ha llegado a cubrir 80 pasarelas en un a?o. Viaja con decenas de maletas y de maquilladores de una capital de la moda a otra. ?He llegado a cargar con 87 maletas repletas?, cont¨® a The Guardian.?Las cabeceras de moda m¨¢s importantes del mundo han colaborado con ella para sus portadas, de Vogue a Harper¡¯s Bazaar, pasando por W.

En 2015, un a?o despu¨¦s de ser condecorada Miembro de la Orden del Imperio Brit¨¢nico, lanz¨® su propia firma de maquillaje, Pat McGrath Labs (de venta en Sephora en Espa?a). Una de sus principales misiones: que las mujeres de color no se las tuviesen que ingeniar, como ella y su madre, para encontrar el tono de base adecuado para su piel. Mezclaban diferentes tonalidades hasta encontrar uno que se adecuase. Ahora lo sigue haciendo, pero m¨¢s por sus man¨ªas que por necesidad del mercado. ?Llevo un maquillaje muy natural, pero se compone de cinco bases para alcanzar esa piel perfecta. Mi labial puede formarse de tres diferentes mezclados?. En 2019, se estimaba que el valor de la compa?¨ªa de la estilista superaba los mil millones de euros. Y eso que durante 15 a?os los ejecutivos de los grandes grupos de belleza se negaron a darle una oportunidad. ?Me dec¨ªan: ¡®Nadie te conoce, nadie quiere en realidad lo que haces para la pasarela en la vida real¡¯. Luego me un¨ª a las redes sociales y escuch¨¦ de miles de personas me s¨ª quer¨ªan eso?.

En 2017, su amigo Enninful le nombr¨® directora editorial de belleza de Vogue en Reino Unido, y se alz¨® con el premio Isabella Blow para creadores de moda de los Fashion Awards. Un a?o despu¨¦s, la revista Time la inclu¨ªa entre las 100 personas m¨¢s influyentes del mundo. 2020 lo ha terminado con la noticia de su condecoraci¨®n como Dama del Imperio Brit¨¢nico. Y no se lo conceden solo por sus m¨¦ritos en su profesi¨®n, como cuando le incluyeron como Miembro de la Orden del Imperio Brit¨¢nico en 2014. Tambi¨¦n por sus servicios por la diversidad. ?El abanico de colores ha formado parte de mi inspiraci¨®n?y mi trabajo, y celebro la individualidad, en especial con mi marca Pat McGrath Labs. Por eso me siento especialmente honrada de que se me premie tambi¨¦n por la diversidad?, dijo a Vogue con motivo del galard¨®n. ?Creo que a trav¨¦s de la creatividad y la resiliencia se alcanzan m¨²ltiples posibilidades, y hoy se demuestra completamente cierto con este premio?.