Por qu¨¦ deber¨ªas cambiarte el ba?ador cada vez que sales del agua

La ¨¦poca estival relaja nuestras costumbres y trastoca nuestros h¨¢bitos. Se pasan m¨¢s horas en la calle, se expone el cuerpo al sol y por tanto a temperaturas m¨¢s altas, se viste m¨¢s ligero, nos mojamos cuanto podemos. Todos estos cambios, ya lo hemos comentado aqu¨ª, afectan al pelo y a la piel. Pues bien, tambi¨¦n provocan problemas de salud en la zona ¨ªntima. Seg¨²n datos de Creu Blanca, el riesgo de sufrir infecciones vulvovaginales incrementa hasta un 50% en verano.

Estas alteraciones, sin embargo, no son exclusivas de los meses m¨¢s calurosos del a?o. Desde el centro comunican que?representan el 20% del total de consultas ginecol¨®gicas, ya sea en atenci¨®n primaria, especializada o urgencias. La?Sociedad Espa?ola de Ginecolog¨ªa y Obstetricia cifra en?un 75% las mujeres que las padecen una vez a lo largo de su vida, y el 50% experimentan, al menos, un segundo episodio.

Durante los meses veraniegos, las m¨¢s comunes son la candidiasis vaginal y la vaginosis bacteriana. La primera, la que m¨¢s afecta a las mujeres en Europa, la provoca el hongo Candida albicanses, que aprovecha los desequilibrios de la zona para introducirse y reproducirse. La segunda nos la explica Fulvia Mancini, ginec¨®loga y directora m¨¦dica de?Cl¨ªnicas Eva?en Catalu?a. ?Se debe a que unas bacterias, muchas veces ajenas a la flora vaginal, se empiezan a reproducir de forma pat¨®gena?.

Por qu¨¦ aumentan en verano

Las condiciones a las que nos somete esta estaci¨®n del a?o son las principales responsables de estos picos infecciosos. ?La mayor sudoraci¨®n, las salidas al aire libre y los ba?os repetidos aumentan la humedad en la zona genital?, dice Bel¨¦n G¨®mez, ginec¨®loga y obstetra del hospital Infanta Leonor y colaboradora habitual de Chilly. Se convierte la zona as¨ª en un calvo de cultivo de los g¨¦rmenes. ?Esta situaci¨®n puede favorecer la proliferaci¨®n de hongos o bacterias, que se encuentran en nuestra piel y nuestro tracto digestivo y ya colonizan la vagina habitualmente sin provocar s¨ªntomas.?Si la flora vaginal habitual, compuesta principalmente por lactobacilos, no est¨¢ en equilibrio, crecer¨ªan de forma desproporcionada y comenzar¨ªan a provocar s¨ªntomas de vulvovaginitis, como picor, escozor y aumento de secreci¨®n?.

Las bacterias que desembocan en infecci¨®n pueden venir, tambi¨¦n, del exterior. ?Algunas pueden introducirse a trav¨¦s de relaciones sexuales, estar fuera y meterse durante la penetraci¨®n?, cuenta Fulvia Mancini. La piscina podr¨ªa provocar el desequilibrio de la flora. ?Si bien los desinfectantes son seguros, pueden reducir el n¨²mero de lactobacilos permitiendo que otras bacterias ocupen su lugar. Estos son responsables de mantener el pH vaginal, m¨¢s ¨¢cido que el resto de la piel, en condiciones ¨®ptimas, lo que proteger¨ªa la zona ante pat¨®genos externos?.

La depilaci¨®n a la que muchas mujeres se someten durante esta ¨¦poca contribuye igual a estos desequilibrios. ?Los pelos, por muy antiest¨¦ticos que puedan resultar, cumplen una funci¨®n: defienden?, comienza Mancini. ?No hay manera no traum¨¢tica de quitarlos. Con cualquier m¨¦todo se crean microabrasiones vulvares?que favorecen la penetraci¨®n de las bacterias?.

Los lavados continuos a los que invita la sudoraci¨®n continua acaban alterando. Especialmente si no se realizan de forma adecuada.

C¨®mo evitar que nos sorprendan

Puede parecer inevitable caer en una infecci¨®n vaginal con tantos agentes acechando, pero las profesionales recomiendan una serie de medidas que las prevendr¨ªan.

• Cambiarse el ba?ador al salir del agua.
• Puede parecer exagerado, pero es una de las mayores causas de estas alteraciones, pues mantiene la humedad durante mucho tiempo. ?Yo lo hago siempre, y si alguien se sorprende, les digo ¡®Nos veremos en la consulta'?, bromea la doctora Mancini.
• Colocar un pareo para sentarse en la playa
• . Si bien, como se?ala la doctora Bel¨¦n G¨®mez,
• ?es dif¨ªcil que la arena entre al interior de la vagina en condiciones normales?,
• puede darse el caso. Para Mancini, una pieza de tela o una tumbona o silla de playa alejar¨ªan cualquier riesgo.
• Usar un gel espec¨ªfico para el lavado.
• ?Se recomienda que tengan un ph adecuado, en torno a 4.5-5.5 (¨¢cido), para que no altere el ph habitual del ¨¢rea genital?, aconseja G¨®mez.
• Evitar los lavados vaginales en exceso.
• La doctora Maite Fern¨¢ndez, especialista en Ginecolog¨ªa, Obstetricia y Sexolog¨ªa en los centros m¨¦dicos Creu Blanca, aclara. ?Alteran el pH y la flora vaginal.
• Una higiene excesiva del interior y exterior de las zonas ¨ªntimas destruye tanto las bacterias malas como las buenas.
• El lavado debe ser ¨®ptimo, pero sin llegarnos a obsesionar?. Mancini recomienda que solo una de los lavados se realice con gel. ?El resto, con un poco de agua deber¨ªa bastar para eliminar el sudor?.
• Llevar ropa interior de recambio
• . ?Si somos propensas a sudar o pasamos muchas horas fuera de casa, es recomendable que llevemos siempre ropa interior de recambio 100% de algod¨®n?, dice la doctora Fern¨¢ndez. Para las que quieran llevar encaje, Mancini recomienda que al menos la zona en contacto con el ¨¢rea genital sea de algod¨®n.
• No usar salvaslips.
• De materiales sint¨¦ticos, suelen producir una mayor sudoraci¨®n. Justo lo contrario a lo deseado en estas fechas.
• Echar mano a los probi¨®ticos.
• Tanto Fern¨¢ndez como G¨®mez apuestan por aportar un suministro extra de esas bacterias buenas a las mujeres con tendencia a estas infecciones. ?El empleo de Lactobacilos tanto en el gel ¨ªntimo como por v¨ªa oral, ayudar¨ªan a mantener estable el ph vaginal y as¨ª estar m¨¢s protegidas frente a vulvovaginitis por hongos o bacterias?, dice G¨®mez.