Psicolog¨ªa y neuroestimulaci¨®n contra el sobrepeso: cuando la dieta y el ejercicio no valen
Cambiar la relaci¨®n con la comida, diferenciar la gula y la ansiedad del hambre o modificar la segregaci¨®n de hormonas son algunas de las t¨¦cnicas que combaten problemas como la obesidad cuando nada m¨¢s funciona.
M¨¢s de 27 millones de espa?oles con exceso de peso. Estas son las mareantes cifras que prev¨¦ una investigaci¨®n del Instituto Hospital del Mar de Investigaciones M¨¦dicas de Barcelona?(IMIM) para 2030, tras revisar medio centenar de estudios sobre obesidad y sobrepeso. Si nos vamos a datos actuales, la segunda edici¨®n del Congreso Nacional del Laboratorio Cl¨ªnico revel¨® otros datos preocupantes. En los ¨²ltimos 25 a?os, la prevalencia de obesidad en Espa?a se ha duplicado, pasando de 7,4% al 17%. La Sociedad Espa?ola de Endocrinolog¨ªa y Nutrici¨®n estima que el 53% de la poblaci¨®n adulta est¨¢ por encima de su peso. Y los expertos lo tienen claro: se debe tratar como una enfermedad, no como un problema est¨¦tico. No es para menos: seg¨²n los resultados del IMIM,las posibilidades de desarrollar un c¨¢ncer se multiplican por 12 en las mujeres obesas y por dos en los hombres, y el riesgo de sufrir una enfermedad cardiovascular es cinco veces mayor; adem¨¢s, supone el 7% del gasto sanitario total en la actualidad y se elevar¨ªa a un sobrecoste de 3.000 millones de euros para el sistema de salud en 11 a?os.
Y es que la sanidad resulta fundamental a la hora de combatir el problema. La soluci¨®n pasa, principalmente, por las dietas y el ejercicio, unas pautas que pueden venir determinadas desde la atenci¨®n primaria. ?Se puede empezar desde lo m¨¢s sencillo, acudir a su m¨¦dico de cabecera, que le pueda hacer algunas recomendaciones, e ir viendo si puede seguirlas?, aconseja?M? Victoria S¨¢nchez, psic¨®loga cl¨ªnica y directora de GrupoLaberinto. Sin embargo, muchas veces esto no basta, y otros factores pueden interferir. ?En la consulta nos encontramos con mucha frecuencia personas que se plantean metas que nunca llegan a alcanzar, o que consiguen, pero no logran mantener?, explica S¨¢nchez.?Pilar Conde, directora t¨¦cnica de Cl¨ªnicas Origen, a?ade otras razones: ?Se engorda a veces por no haber podido superar un episodio traum¨¢tico de nuestra vida, como una muerte cercana o una p¨¦rdida sentimental, lo que se conoce como?Obesidad Psic¨®gena Reactiva;? o por tratar de controlar nuestra ansiedad mediante la ingesta desmesurada de comida, es decir,?Obesidad Psic¨®gena de Desarrollo?. En estos casos, la comida funciona como relajante, disminuye la ansiedad. Algo as¨ª como los perros de Pavlov, pero a la inversa: en lugar de responder al sonido como anuncio de la comida, el paciente adivina en los alimentos el alivio que necesita. ?Comer algo que nos gusta nos aporta un refuerzo y, adem¨¢s, de manera inmediata. Si la persona llega a percibir esto, y lo asocia, puede empezar de manera progresiva a realizar mayor ingesta alimentaria?, cuenta Conde. Y tambi¨¦n tranquiliza: ?Por supuesto, no pasa nada si de vez en cuando, al sentir cierta inquietud o malestar, nos dedicamos a picar entre horas o nos tomamos un postre a media tarde.?Lo preocupante y lo que hay que vigilar es la repetici¨®n de estos comportamientos, porque pueden conducirnos hacia trastornos de la alimentaci¨®n, graves y peligrosos?.
Para estos casos, en los que seguir una dieta y practicar deporte se complica, mejor prevenir que curar. Itziar Digon, psic¨®loga nutricionista con cl¨ªnica en Madrid, cree que las personas que buscan adelgazar deben cambiar su perspectiva. ?No deber¨ªan focalizarse tanto en qu¨¦ comen, sino en c¨®mo (r¨¢pido, engullendo, de forma inconsciente) y en para qu¨¦ lo hacen (calmarse, entretenerse¡). Si se reduce la velocidad y se deja de ingerir para suplir necesidades emocionales, se reduce la cantidad de alimentos?. Conde, que tambi¨¦n secunda estos consejos, a?ade otros, como comer antes de tener hambre o apostar por crudit¨¦s. ?Generalmente, los atracones de comida vienen de la mano de un exceso de apetito. Realiza las cinco comidas diarias en peque?as cantidades, o coge una pieza de fruta antes de los platos principales para reducir el hambre. En caso de ansiedad, masticar verduras crudas libera tensi¨®n de la mand¨ªbula y, por tanto, estr¨¦s?.
Pero muchas veces no se llega a tiempo, y el problema ya se ha instaurado. Seg¨²n la Asociaci¨®n Psiqui¨¢trica Americana,entre el 20 y el 40% de las personas obesas declara haber padecido el ¡®trastorno por atrac¨®n¡¯.?Tambi¨¦n conocido como ¡®trastorno de ingesta voraz¡¯, consiste en un consumo de comida desmesurado, que puede llegar a sobrepasar las 6.000 calor¨ªas. Algo as¨ª como la bulimia, pero sin los episodios de v¨®mitos. ?Es el resultado de un hambre emocional excesiva?, explica Conde. Los pacientes relacionan la comida con la necesidad de una recompensa. Los productos ricos en az¨²car (y, por tanto, altamente cal¨®ricos) liberan sustancias como la dopamina y la serotonina, que nos hacen sentir bien. ?Al vernos mal, perdemos nuestra autoestima, nos sentimos mal, y comemos?, describe Conde el c¨ªrculo vicioso que se forma.
?Lo primero es ense?arles a detectar lo que realmente es hambre, prestando atenci¨®n a la sensaci¨®n de volumen en su est¨®mago. Reconocer que tenemos mucha menos de la que creemos alivia?, considera Digon. ?Tambi¨¦n es importante aprender a aliviar la ansiedad con cosas diferentes a la comida?. La experta aqu¨ª recomienda la meditaci¨®n, que ?reduce el estr¨¦s y la ansiedad y permite tomar decisiones alimentarias m¨¢s saludables?. Y para generar las sustancias implicadas en la sensaci¨®n de bienestar, tambi¨¦n propone la suplementaci¨®n nutricional. ?El amino¨¢cido tript¨®fano estimula la producci¨®n de serotonina u hormona de la felicidad, puede sustituir al consumo de dulces?.
El problema puede encontrarse tambi¨¦n en las t¨¦cnicas que la persona ha decidido seguir para lograr su objetivo. ?Debe consultarse primero a un especialista para comprobar que la dieta que est¨¢ siguiendo el paciente es la m¨¢s adecuada para ¨¦l. Valoraremos tambi¨¦n esto en relaci¨®n al ejercicio. Cada persona debe personalizar esto, no todo el mundo tiene que seguir las mismas pautas exactas?, asegura S¨¢nchez. Si esto no vale, existen otras opciones para la profesional. ?Si hay interferencias en conseguir las metas, en lugar de seguir intentando lo mismo una y otra vez, recomendar¨ªa ampliar las opciones, buscar alternativas?.
Adem¨¢s de la psicolog¨ªa, la tecnolog¨ªa llega al rescate. La doctora Ana T¨¦llez, con consultas en Madrid y Marbella, cuenta con el M¨¦todo T6 de adelgazamiento. La t¨¦cnica consiste en la?neuroestimulaci¨®n de dermatomas del abdomen para el control del apetito. Funciona como sigue: se aplica?una corriente el¨¦ctrica de m¨ªnimo voltaje, a trav¨¦s de una aguja de acupuntura insertada en la piel del abdomen de forma subcut¨¢nea. El efecto de la estimulaci¨®n provoca la dilataci¨®n g¨¢strica, retrasando el vaciado del est¨®mago, adem¨¢s de una disminuci¨®n de la grelina, esto es, la?hormona segregada por el aparato digestivo que determina la sensaci¨®n de apetito. ?Se puede hacer en ciclos de 10 sesiones, seg¨²n la cantidad de peso que tenga que perder el paciente. En cada uno llega a eliminar alrededor de 12 kilos?, promete la doctora. ?Una vez finalizadas las sesiones, la grelina queda controlada, y de este modo el apetito y la ansiedad, siempre que se mantengan las pautas de alimentaci¨®n dadas al paciente?. Y solo repetir en ocasiones especiales, como por ejemplo tras la Navidad o las vacaciones de verano. ?No obstante, si el paciente sigue controlando el hambre y el estr¨¦s, no ser¨¢ necesario?.
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