?Se sigue siendo mujer, ¨²til y libre?: The Menopause Canvas, el Instagram que rompe todos los estigmas sobre la menopausia
Este proyecto busca visibilizar la menopausia a trav¨¦s de las experiencias de las mujeres que poco a poco van llegando a ella.
Lua Delgado, Andrea Proenza y Carol Benito son la cara visible de The Menopause Canvas, un proyecto art¨ªstico presente en Instagram que busca visibilizar la menopausia a trav¨¦s de las experiencias de las mujeres que poco a poco van llegando a ella. A pesar de que a sus 23, 27 y 24 a?os, respectivamente, estas tres directoras de arte que a¨²n est¨¢n lejos de llegar a esta etapa han decidido rendir homenaje a la menopausia para dar voz a las historias que se esconden tras un cambio tan importante en la vida de las mujeres.
¡°Aunque cada vez hay m¨¢s campa?as que rompen tab¨²es sobre la menstruaci¨®n, el placer sexual femenino o los estereotipos en torno a los cuerpos normativos, nos dimos cuenta de que se habla muy poco de la menopausia. Nosotras mismas hemos vivido de cerca este proceso con las mujeres de nuestra familia y, sin embargo, no fue hasta que surgi¨® esta idea cuando nos dimos cuenta de lo poqu¨ªsimo que sab¨ªamos sobre el tema. Aunque ahora estamos en edad f¨¦rtil, la menopausia es algo que viviremos en un futuro y que nos interesa explorar¡±, explica Proenza.
The Menopause Canvas, adem¨¢s de ser el trabajo fin de m¨¢ster de estas tres directoras de arte, es un perfil de Instagram abierto a todas aquellas mujeres que necesitan encontrarse en los testimonios de otras compa?eras que est¨¦n pasando por el mismo proceso en silencio. De hecho, como bien menciona Proenza, desde que crearon el perfil, han visto c¨®mo sus propias madres y t¨ªas han mostrado toda su predisposici¨®n a participar: ¡°Existe la necesidad de hablar y expresar esta fase de sus vidas. Para ellas es algo por lo que poca gente les ha preguntado o se ha interesado antes. Ni siquiera nosotras hab¨ªamos hablado tanto de la menopausia con nuestras madres como lo estamos haciendo ahora con el proyecto¡±.
El relato en torno a la menopausia est¨¢ invisibilizado por la misma raz¨®n por la que los abortos o la endometriosis no copan titulares. A lo largo del tiempo, desde la publicidad, el cine o la televisi¨®n ha ido calando el mensaje de que las historias de mujeres no f¨¦rtiles o por encima de los 50 no resultan interesantes. Y, aunque poco a poco proyectos como este evidencian que la cosa est¨¢ cambiando, la narrativa dominante sigue girando alrededor de las mujeres j¨®venes, sus aspiraciones, problemas y preocupaciones.
¡°Para darnos cuenta de la invisibilizaci¨®n que existe en torno a determinadas realidades de la mujer, no hay m¨¢s que ver lo poco exploradas que est¨¢n las problem¨¢ticas relacionadas con el ¨²tero y los ovarios, cuya ¨²nica ¡®soluci¨®n¡¯ a d¨ªa de hoy es tomar pastillas anticonceptivas. O cosas tan surrealistas como la cantidad de gente que no sabe d¨®nde est¨¢ el cl¨ªtoris, ni qu¨¦ forma tiene, ni para qu¨¦ sirve, mientras que todas hemos crecido rodeadas de dibujos de penes. Si a todo esto le sumas que la menopausia implica el fin de la fertilidad y que, tradicionalmente, el rol y el valor de la mujer han ido en funci¨®n de su capacidad reproductora, no es de extra?ar que sepamos muy poco de ella, tanto a nivel social como de investigaci¨®n. Las cosas poco a poco van evolucionando, pero todav¨ªa vivimos en una sociedad patriarcal en la que a las mujeres se les dice que ¡®se den prisa en tener hijxs porque se les va a pasar el arroz¡±, relata Proenza.
Tanto es as¨ª que, en el imaginario colectivo, la menopausia es algo tan ignorado que se reduce a los sofocos, la ausencia de deseo sexual representada en las pel¨ªculas o los anuncios de p¨¦rdidas de orina caricaturizados por la publicidad. Pero ?realmente es as¨ª? ?Realmente la llegada de la menopausia es un infierno en el que no controlas tus esf¨ªnteres a los 55 a?os? ?Realmente todas las mujeres experimentan una ca¨ªda de la libido tan acuciada como la que se ha retratado durante d¨¦cadas en la ficci¨®n?
¡°Hay tantas menopausias como mujeres hay en el mundo y ninguna es igual. Donde hay mujeres que la sienten como una liberaci¨®n por todo lo que implica terminar con la regla, hay otras que lo viven como algo m¨¢s irrelevante e incluso quienes pueden llegar a pasarlo mal. Nuestro objetivo es visibilizar tantas historias como nos sea posible para que, sea cual sea tu situaci¨®n, no te sientas sola y sepas que hay otras mujeres viviendo lo mismo que t¨²¡±, subraya Proenza y a?ade que ¡°a¨²n queda mucho por aprender y deconstruirnos porque nosotras tambi¨¦n hemos crecido con esos estigmas en los que la menopausia es sin¨®nimo de hacerte vieja o incluso de sentirse infravalorada, cuando ni de lejos es as¨ª¡±.
Si a esta realidad de meter todas las menopausias en un mismo saco le a?adimos la ausencia de arquetipos fidedignos en la ficci¨®n, lo que obtenemos es un panorama televisivo donde la vejez femenina no solo no interesa, sino que cuando se aborda se hace desde el humor, la caricatura o el rol de cuidadora.
Sin ir m¨¢s lejos, parte de la identidad de Samantha Jones en la segunda pel¨ªcula de Sexo en Nueva York cambia por la llegada de la menopausia. Aquella mujer que con 40 a?os recorr¨ªa Manhattan segura de s¨ª misma y haciendo gala de su libertad sexual, hab¨ªa sido abducida por otra que a sus 50 viv¨ªa presa de los estr¨®genos y cualquier tipo de soluci¨®n hormonal o farmacol¨®gica capaz de devolverle la juventud que la biolog¨ªa estaba comenzado a denegarle, como si en esa ansiada juventud estuviese la esencia de su feminidad, de su autoestima o incluso de su propia vida.
Sin embargo, en lugar de mostrarnos esta nueva etapa de Samantha como un fragmento importante y necesario dentro del relato, Michael Patrick King lo reduce al humor. Y lo hace porque como hombre considera que la menopausia en la vida de una mujer es eso, algo gracioso que como guionista puedes utilizar a golpe de gag en tu pel¨ªcula. Que Samantha haya engordado, sude y no tenga la misma libido que a sus 35 es motivo suficiente para re¨ªrse y reforzar un estigma ya creado.
En las ant¨ªpodas de la menopausia infernal que describen para la Samantha de Sexo en Nueva York 2, la serie de Netflix Grace and Frankie no solo normaliza la realidad de dos mujeres que ya han cumplido los 70 a?os, sino que la muestra como una parte m¨¢s de la vida que merece ser relatada, visibilizada y, sobre todo, disfrutada. Esto sucede, entre otras cosas, porque en el equipo de guionistas de Grace and Frankie hay tres mujeres y en las pel¨ªculas de Sexo en Nueva York solo un hombre al frente del guion y la direcci¨®n.
En esta l¨ªnea, Andrea, Lua y Carol recuerdan con especial cari?o el testimonio de una de las mujeres que participaron en el proyecto: ¡°Nos marc¨® mucho la historia de Dulce, una mujer de 64 a?os que recalcaba que con la menopausia ¡®se sigue siendo mujer, se sigue siendo ¨²til, se sigue siendo libre y se sigue siendo feliz¡¯. Una perspectiva que nosotras al ser m¨¢s j¨®venes vemos como algo totalmente l¨®gico desde el actual movimiento feminista, pero que inevitablemente nos lleva a preguntarnos qu¨¦ cosas habr¨¢ tenido que vivir o escuchar Dulce para recarlcar que con la menopausia sigue siendo ¨²til, mujer y libre¡±.
¡°Nos gusta pensar que la vejez que defender¨¢ la generaci¨®n Z y millennial ser¨¢ una vejez en la que no tengas que fingir ser joven. Una vejez donde puedas tener canas sin que se te juzgue por ello, en la que no te sientas mal por tener arrugas o el pecho ca¨ªdo ni intentes disimular todo esto por lo que puedan pensar de ti. Nos gustar¨ªa que desapareciese eso de ¡®no aparentas para nada la edad que tienes¡¯ o ¡®est¨¢s muy estropeada para tu edad¡¯ y que la gente, por fin, dejase de juzgar tanto el f¨ªsico propio como el ajeno¡±, concluye Proenza.
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