Cinco mujeres del cine que nos sedujeron a trav¨¦s de lo prohibido
De Lauren Bacall a Rooney Mara. Repasamos algunas de las actrices que se atrevieron a romper las normas fuera y dentro de la gran pantalla
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Sosten¨ªan todo el peso de la trama y desafiaban, sin apenas mirarlo, al espectador. La indiferencia de Faye Dunaway, la seguridad de Sharon Stone o la gracia de?Sarah Michelle Gellar. La historia del cine est¨¢ protagonizada por mujeres que rompieron con todos los esquemas cuando la industria todav¨ªa no se hab¨ªa molestado en escribir grandes papeles para ellas. Eran fuertes, seguras y seductoras. Sobreviv¨ªan como nadie en los m¨¢rgenes, coqueteaban con lo prohibido y se saltaban todo tipo de normas. Estos son solo algunos de los personajes m¨¢s fascinantes y cautivadores que nos ha dejado la gran pantalla.
Lauren Bacall, mirada de?femme fatale
?Si me necesitas, silba?. Le soltaba Lauren Bacall a Humphrey Bogart en Tener o no tener,?dej¨¢ndonos un beso cinematogr¨¢fico y una frase para la posteridad. La actriz derrochaba tanta seguridad en la pantalla que cuesta creer que tan solo tuviera 19 a?os y esa fuera su primera pel¨ªcula. ?Estaba tan nerviosa que la ¨²nica forma de mantener la cabeza estable era bajar la barbilla hasta casi tocar el pecho y elevar la mirada?, confesar¨ªa m¨¢s tarde. Unos ojos incisivos que traspasaban fronteras y una voz tan ronca como desafiante ¨Cla trabaj¨® precisamente a las ¨®rdenes de Howard Hawks para no salirse del tono¨C, los rasgos distintivos de la femme fatale m¨¢s arrebatadora del Hollywood dorado. Tener o no tener?fue tambi¨¦n el inicio de una historia de amor clandestina, la de Bacall y Bogart, 25 a?os mayor que ella, casado en ese momento con Mayo Methot y un historial con la bebida bastante problem¨¢tico. Pero nada evitar¨ªa que se casaran un a?o despu¨¦s, sin la aprobaci¨®n de su familia, y estuvieran juntos hasta la muerte del actor. La qu¨ªmica que hab¨ªa entre la pareja quedar¨ªa para la posteridad en todas las pel¨ªculas que hicieron juntos.
Rooney Mara, sin¨®nimo de misterio
David Fincher le pas¨® una lista de cosas para las que deber¨ªa prepararse si resultaba elegida para encarnar a Lisbeth Salander en el remake estadounidense de Los hombres que no amaban a las mujeres. El listado advert¨ªa que deb¨ªa aprender a fumar y conducir motos, que estar¨ªa aislada del mundo durante un a?o o que pasar¨ªa mucho tiempo desnuda. Rooney Mara no era muy conocida en aquel momento, salvo por su papel como novia de Mark Zuckerberg en La red social, pero su capacidad para borrar su aristocr¨¢tico porte y dar vida a la hero¨ªna m¨¢s marginal de la pantalla cautiv¨® a la industria.
De aspecto distante y enigm¨¢tico, es frecuente ver su nombre asociado a la palabra misterio. El mismo que a?ade a cada trama con su sola presencia. Por eso no es de extra?ar que haya tomado el relevo de Audrey Hepburn como embajadora de L¡¯Interdit Eau de Toilette, la nueva fragancia de Givenchy. La estadounidense vuelve a sumergirse en los bajos fondos, recorriendo el metro de Par¨ªs y sus fiestas clandestinas con un maravilloso vestido negro, envuelta en una fragancia radiante y atrevida, con notas florales luminosas de azahar y nardo, en contraste con un acorde oscuro a base de amapola narc¨®tica, vetiver y pachuli. Invit¨¢ndonos (y convenci¨¦ndonos) a saltarnos las normas.
Sharon Stone, instinto seductor
Nadie quer¨ªa ese papel. Ni Meg Ryan, ni Kim Basinger, ni Julia Roberts. Solo ella se atrevi¨® a protagonizar Instinto B¨¢sico, sin dejarse amedrentar por las escenas de sexo y violencia expl¨ªcita. M¨¢s all¨¢ del famoso cruce de piernas, con el que se convertir¨ªa en el sex symbol de los noventa y su director, Paul Verhoeven, se llevar¨ªa una buena bofetada el d¨ªa del estreno, Sharon Stone consigui¨® que el espectador sintiera benevolencia por una asesina despiadada. ?Yo no tengo reglas, Nick, sigo la corriente?, confesar¨ªa en ese t¨®rrido interrogatorio.?Catherine Tramell era tan arrolladora y distinguida que si le sal¨ªa ser mala por instinto poco nos importaba. ?Qui¨¦n no tiene alg¨²n defecto?
Faye Dunaway, hero¨ªna moderna
Para algunos eran una pareja de bandidos que ?robaban bancos?, para otros, en plena Gran Depresi¨®n, una suerte de Robin Hood. Bonnie and Clyde, la pel¨ªcula dirigida por Arthur Penn y protagonizada por Warren Beatty y Faye Dunaway revolucion¨® el g¨¦nero g¨¢ngster estadounidense, condensando amor, cr¨ªtica social y escenas de acci¨®n en un par de horas. Fue tan criticada por elevar a dos asesinos a la categor¨ªa de h¨¦roes, como una de las m¨¢s taquilleras de la d¨¦cada de los sesenta. Dicen que Beatty, productor tambi¨¦n del film, cre¨ªa tanto en el gui¨®n que se arrodill¨® ante el mism¨ªsimo presidente de los estudios Warner, Jack Warner, para pedirle el dinero. Tambi¨¦n que la Liga de la Decencia Cat¨®lica se dej¨® los ojos en cada escena para asegurarse que Faye Dunaway cumpliera con los est¨¢ndares de la moral. Fue su debut en la gran pantalla. Y puede que Bonnie, con esa boina ladeada y esa sensualidad desbordante, nunca hubiera empu?ado un arma, pero nadie dudar¨ªa en escogerla como compa?era en caso de tiroteo.
Sarah Michelle Gellar, intenciones (bastante) cuestionables
La cazavampiros se convert¨ªa aqu¨ª en una caprichosa millonaria que escond¨ªa coca¨ªna en su crucifijo y hac¨ªa apuestas inquietantes con su hermanastro. Sarah Michelle Gellar se convirti¨® en la villana adolescente de los noventa, la encarnaci¨®n de la p¨¦rdida de la adolescencia, que se insinuaba a Ryan Phillippe y se besaba con Selma Blair. ?En el juego de la seducci¨®n solo hay una regla: nunca enamorarse?, insist¨ªan en el trailer.?Crueles intenciones revolucion¨® el g¨¦nero adolescente, llev¨¢ndolo hasta el extremo con ni?os ricos aburridos (los mayores forracarpetas de la d¨¦cada) y un buen pu?ado de drogas, sexo, chantajes y depravaci¨®n. Fue el reverso oscuro de Euphoria, pero sin maquillaje de fantas¨ªa. Bastante magia hab¨ªa ya en cada escena.
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