Morfolog¨ªa de los amores de verano: por qu¨¦ son tan m¨¢gicos y dejan tanta huella los romances estivales

¡°Diecisiete de julio. ?Vaya noche! Sam me ha llevado en barca a la isla. Bailamos en la playa, nos besamos en la playa y¡­ puntos suspensivos. Nunca me hab¨ªa sentido igual¡±. Esto es lo que escrib¨ªa Donna Sheridan (Meryl Streep) en su diario en una de las pel¨ªculas que probablemente representan mejor la intensidad y la esencia de los amores de verano, Mamma M¨ªa (Phyllida Lloyd). Este musical tiene todos los ingredientes necesarios para transmitir la emoci¨®n de estos de romances bajo el sol: un escenario id¨ªlico ¡ªporque qu¨¦ puede haber m¨¢s seductor que una isla griega llena de flores, rodeada de mar y casitas blancas¡ª, juventud, belleza y ganas de pasarlo bien.

Y es que, aunque los comportamientos y actitudes de los protagonistas puedan parecer algo empalagosos, tienen una explicaci¨®n. Jos¨¦ Ram¨®n Alonso, catedr¨¢tico de la Universidad de Salamanca (USAL), experto en neurociencia y neurobiolog¨ªa y escritor de El cerebro enamorado, afirma que este complejo ¨®rgano literalmente cambia durante el enamoramiento: ¡°Hay un incremento de la adrenalina, un aumento de la frecuencia card¨ªaca y de la presi¨®n sangu¨ªnea. Estamos alerta y plenos de energ¨ªa. Podemos llegar a sentir ansiedad. El hipot¨¢lamo produce dopamina ¡ªclave en la atenci¨®n, la motivaci¨®n y el placer¡ª, que a su vez induce la liberaci¨®n de testosterona, la hormona que estimula el deseo sexual¡±.

Los enamoramientos surgen durante todo el a?o. Sin embargo, el verano y las vacaciones son el caldo de cultivo ideal para que tenga lugar un idilio intenso y dif¨ªcil de olvidar. ¡°Fuera de la rutina estamos mucho m¨¢s predispuestos a vivir aventuras y dejarnos llevar. Este cambio de escenario nos libera de tensiones y responsabilidades y hace que estemos m¨¢s relajados y abiertos a vivir nuevas experiencias¡±, explica la psic¨®loga y sex¨®loga Silvia Sanz.

Al fin y al cabo, algo de especial deben de tener si levantan pasiones e inspiran por igual a personas de generaciones tan diferentes, como se advierte f¨¢cilmente en el cine y la m¨²sica: desde la cl¨¢sica Vacaciones en Roma (William Wyler, 1953), pasando por Grease y su tema Summer nights (Randal Kleiser, 1978), hasta varias de las canciones del ¨¢lbum Un verano sin ti, de Bad Bunny (2022).

Desencadenar a la imaginaci¨®n

Dec¨ªa Anne Carson en Eros dulce y amargo, un ensayo que medita sobre el deseo y el amor tomando como referencia a los cl¨¢sicos griegos, que ¡°una ciudad sin deseo es una ciudad sin imaginaci¨®n¡±. Quiz¨¢s esta sea la clave de los amores de verano: est¨¢n insertos en una atm¨®sfera colorida en la que es f¨¢cil so?ar, innovar y llenar la vida de esos ¡°y si¡­¡± a los que se niega la existencia en la vida cotidiana. En el plano relacional, no hay una preocupaci¨®n tan grande por el futuro, por si realmente puede haber una compatibilidad con la otra persona o si tienen sentido esos encuentros. ¡°En vacaciones es m¨¢s f¨¢cil entregarse a la fantas¨ªa para proyectar en estas relaciones todos nuestros anhelos, sinti¨¦ndonos en un mundo aparte y creando una serie de v¨ªnculos que no son realistas en nuestra vida diaria¡±, comenta Silvia Sanz.

Por otra parte, durante los meses estivales parece retomarse el esp¨ªritu aventurero que se ten¨ªa durante las vacaciones de la infancia, sacando a relucir una faceta despreocupada que se suele apagar durante el resto del a?o: ¡°Es una ¨¦poca de hacer cosas diferentes, experimentar nuevos est¨ªmulos y conocer a otras personas. Un ambiente de novedades es muy sugerente para el cerebro, ya que a este ¨®rgano le gustan los retos y le desagrada el estr¨¦s. Adem¨¢s, hay que reivindicar el aburrimiento y el no hacer nada, algo que nos lleva a explorar cosas nuevas¡±, afirma Jos¨¦ Ram¨®n Alonso.

Entre la idealizaci¨®n y la posibilidad

El t¨¦rmino japon¨¦s aware se utiliza para referirse a la belleza de lo ef¨ªmero: una estrella fugaz, los cerezos en flor y, por qu¨¦ no, los amores de verano. Sin duda, si algo los caracteriza, adem¨¢s de lo apasionados que son, es su corta duraci¨®n. Esto es, en parte, lo que hace sentir una atracci¨®n tan fuerte hacia ellos. ¡°Las relaciones temporales que sabemos inalcanzables producen una sensaci¨®n de bienestar intermitente que genera mucha adicci¨®n, como las m¨¢quinas tragaperras. La novedad y el riesgo que conllevan estas relaciones tan dif¨ªciles de estabilizar hacen que generemos mucha m¨¢s dopamina y placer, por lo que tienden a engancharnos m¨¢s¡±, explica Silvia Sanz.

No obstante, si se siente un verdadero enamoramiento, probablemente se acuda al ejercicio de buscar alternativas hasta debajo de las piedras para no tener que enfrentarse a la realidad de una separaci¨®n inminente. ¡°El amor, incluso en las circunstancias m¨¢s adversas, tiene vocaci¨®n de continuidad. Siempre buscamos resquicios, ¡®nos escribiremos, ojal¨¢ coincidamos el pr¨®ximo verano, ll¨¢mame¡±, afirma Jos¨¦ Ram¨®n Alonso.

En un tercer escenario, s¨ª que puede existir una continuidad en una realidad alejada del calor, la playa, los mojitos y las verbenas, especialmente si al terminar las vacaciones se reside en la misma ciudad. No obstante, se corre el riesgo de que el hechizo se rompa y se redescubra a alguien diferente a la que se hab¨ªa conocido ¡ªo se cre¨ªa conocer¡ª: ¡°El buen tiempo hace que estemos de mejor humor y seamos m¨¢s flexibles con esa persona, lo que hace que sea m¨¢s f¨¢cil idealizarla. Anulamos las posibles incompatibilidades y no evaluamos si es una relaci¨®n adecuada para que se d¨¦ a largo plazo. Se reducen mucho las expectativas¡±, comenta Silvia Sanz.

Lo cierto es que las preguntas que se desdibujan durante los amores de verano son muy relevantes a la hora de adentrarse en una relaci¨®n. Seg¨²n un estudio sociol¨®gico de 2022 desarrollado con el apoyo de la Fundaci¨®n BBVA, solo un 2,1% de hombres y un 1,66% de mujeres volver¨ªa a emparejarse despu¨¦s de una ruptura meramente por enamoramiento. Sin embargo, otras razones como compartir la vida con otra persona son v¨¢lidos para el 33% de hombres y el 27,2% de las mujeres entrevistadas. Y, efectivamente, para convivir con alguien tambi¨¦n es imprescindible poner sobre la mesa cuestiones que nada tienen que ver con el amor.

Con todo, independientemente de la extensi¨®n y de su viabilidad en el futuro, estas conexiones son reales y, en la medida en que han hecho disfrutar y vivir una experiencia memorable, tambi¨¦n un triunfo. En Call me by your name (Luca Guadagnino), otra de las pel¨ªculas que han plasmado este amor veraniego, Elio y el ayudante de posgrado de su padre, Oliver, se enamoran profundamente. Una vez m¨¢s, este romance llega a su fin al t¨¦rmino de la temporada, tras una despedida en una estaci¨®n de tren. Tiempo despu¨¦s, Oliver llama por tel¨¦fono para felicitar la Hanukkah a la familia y, cuando habla con Elio, le dice que se va a casar, pero tambi¨¦n que se acuerda de todo. Esta ¨²ltima afirmaci¨®n es para Elio tan reconfortante como rec¨ªproca y dolorosa. Lo que sintieron en aquel verano de 1983 en la campi?a italiana lo recordar¨¢n ¡ªe idealizar¨¢n¡ª durante toda la vida, aunque ambos sigan cada uno por su lado el resto de sus d¨ªas, en todas las estaciones del a?o.