Ni menopausia, ni suelo p¨¦lvico o endometriosis: a Facebook no le gusta que se hable de salud femenina en sus dominios

Un dispositivo que ayuda a fortalecer el suelo p¨¦lvico, promocionado con la imagen de una mujer corriendo por el campo y el texto ¡°Corre. Baila. Juega. Ama. No permitas que los problemas de salud ¨ªntima se interpongan. El nuevo vFit, con tecnolog¨ªa patentada, ayuda a fortalecer los m¨²sculos del suelo p¨¦lvico para que puedas vivir una vida plena¡±; un accesorio para evitar dolor durante la penetraci¨®n que se anuncia con el mensaje ¡°Se tarda 3,5 a?os en dar la vuelta al mundo navegando. Se tarda 7-10 a?os para obtener un diagn¨®stico de endometriosis¡±; o una ilustraci¨®n en la que a un coraz¨®n con ojos, alas y una nariz azul con forma de vagina (si se le echa imaginaci¨®n) le sale un bocadillo que reza ¡°el consentimiento es una opci¨®n que tomas sin coerci¨®n, manipulaci¨®n o discapacidad¡±.

Los ejemplos son campa?as reales de diferentes startups que fueron vetadas en Facebook o Instagram (propiedad ambas del rebautizado Meta) cuando quisieron promocionarse. Parece que a la empresa, c¨¦lebre por censurar pezones si son femeninos, no le gusta la menopausia, no le gustan las p¨¦rdidas de orina, ni el sangrado del posparto; tampoco la palabra vagina o el dolor del pecho en la lactancia.

Los anuncios prohibidos no son los ¨²nicos. Hace unos d¨ªas Center for Intimacy Justice (CIJ), un proyecto salido de Harvard Innovation Labs, publicaba un estudio en el que se se?ala que se trata de una pr¨¢ctica relativamente com¨²n. ¡°Estudiamos a 60 negocios que sirven a la salud de las mujeres o de personas de g¨¦nero diverso y que han intentado hacer publicidad en Facebook¡±, explican desde esta organizaci¨®n que persigue la equidad y el bienestar en la vida ¨ªntima. ¡°De los 60 negocios, todos (el 100%) hab¨ªan experimentado el rechazo de algunos de sus anuncios en Facebook o Instagram¡±. La mitad de los participantes de la investigaci¨®n, adem¨¢s, reportaban que sus cuentas hab¨ªan sido suspendidas en alg¨²n momento por incumplir las reglas de este juego que tiene poder para cambiar el mundo (para bien y para mal) y que mueve miles de millones de d¨®lares.??Los temas que trataban? Menopausia, dolor p¨¦lvico, embarazo, posparto, menstruaci¨®n, fertilidad, bienestar sexual, educaci¨®n sexual¡­ Todas eran peque?as o medianas empresas, en su mayor¨ªa lideradas por mujeres (59 de las 60, la restante est¨¢ dirigida por una persona de g¨¦nero no binario, explican desde la organizaci¨®n). ¡°Damos la bienvenida a los anuncios de productos de bienestar sexual, pero prohibimos el desnudo y tenemos reglas espec¨ªficas sobre c¨®mo se pueden comercializar estos productos en nuestra plataforma¡±, explicaba la compa?¨ªa a esta revista. ¡°Hemos brindado detalles a los anunciantes sobre qu¨¦ tipos de productos y descripciones permitimos en los anuncios¡±. Palabras como ¡®vagina¡¯ o ¡®menopausia¡¯ no est¨¢n prohibidas, sino que analizan la campa?a concreta. ?Su objetivo? No ofender al abanico de personas, de culturas muy distintas, que pueden ver el anuncio.

¡°La masculinidad heterosexual, insulsa y reprimida¡± domina la industria de Silicon Valley, escribe Anna Wiener en Valle Inquietante. Y esa mentalidad empapa a trabajadores y algoritmos. La compa?¨ªa descart¨® las campa?as encasill¨¢ndolas en la categor¨ªa de ¡®productos o servicios para adultos¡¯ y aplic¨¢ndoles las normas de esta secci¨®n: ¡°Los anuncios no deben promocionar la venta ni el uso de productos o servicios para adultos. Los anuncios que promocionen productos o servicios de salud sexual y reproductiva, tales como anticonceptivos o planificaci¨®n familiar, deben estar dirigidos a personas mayores de 18 a?os y no deben concentrarse en el placer sexual¡±. Leer las reglas que rigen en este caj¨®n de sastre casi recuerda al C¨®digo Hays, aquella gu¨ªa mojigata que durante m¨¢s de dos d¨¦cadas vel¨® por la moral en Hollywood, pero no sorprende. S¨ª lo hace el sesgo de g¨¦nero que evidencia el trabajo del CIJ, que aporta decenas de ejemplos dirigidos al placer masculino, en los que la plataforma no encontr¨® controversias.

Las mujeres y las personas LGBTQ no salen en general bien paradas en la bah¨ªa tecnol¨®gica, no solo en Facebook. ¡°El sexismo, la misoginia y la cosificaci¨®n no defin¨ªan el lugar de trabajo, pero estaban en todas partes¡±, recordaba Wiener en su libro. Tampoco es la primera pol¨¦mica para esta plataforma publicitaria que ya en 2018 enfrent¨® el esc¨¢ndalo al publicar The Washington Post que campa?as de organizaciones LGBTQ eran desautorizadas al considerarse pol¨ªticas. Y ser¨ªa la en¨¦sima si hablamos no solo de la plataforma publicitaria, sino de Meta. Normas puritanas y algoritmos que funcionan regular (con pleno conocimiento de la empresa) como demostr¨® la investigaci¨®n The Facebook Files de The Wall Street Journal el pasado oto?o.

La revoluci¨®n del femtech

Las firmas afectadas por la pol¨¦mica forman parte de un nuevo ¡®nicho¡¯ (con la mitad de la poblaci¨®n como segmento diana) que se expande a gran velocidad en los ¨²ltimos a?os, el del bienestar ¨ªntimo de las mujeres. Terreno ignorado hist¨®ricamente pero que ya en 2018 la consultora Wunderman Thompson se?alaba como uno de los sectores con m¨¢s potencial de crecimiento. Uno en el que pueden conseguir grandes cambios las innovaciones tecnol¨®gicas. Femtech, lo llaman. La empresa de an¨¢lisis de mercado Frost & Sullivan estima que la tarta puede valer 50.000 millones de d¨®lares en 2025.

¡°Las mujeres y las personas con vagina necesitan herramientas e informaci¨®n para apoyar su salud¡±, apuntan desde el estudio. ¡°Casi tres de cada cuatro mujeres experimentan dolor durante el coito en alg¨²n momento. Adem¨¢s, muchas mujeres y personas con vagina no est¨¢n preparadas para los cambios naturales de su cuerpo durante la menopausia y no saben d¨®nde encontrar ayuda. El bloqueo de anuncios sobre salud y bienestar sexual en funci¨®n del g¨¦nero frena la igualdad y la salud sexual femenina, mientras que permitirlos podr¨ªa ayudar a innumerables personas y parejas a acceder a herramientas e informaci¨®n que mejore sus vidas¡±. Porque el fin de esta iniciativa trata de afear la pr¨¢ctica, conseguir repercusi¨®n y un cambio. Porque, de momento, las cosas cambian cuando se las afean muchos y a mucho volumen.