Rosal¨ªa y su pasado mal de amores: ?a qui¨¦n se refiere cuando habla de parejas ¡®emotionally unavailable¡¯?
Varios especialistas en antropolog¨ªa, psicolog¨ªa y terapia de pareja nos ayudan a desgranar el t¨¦rmino que define a las personas incapaces de vincularse profundamente en el amor.
Fueron apenas 40 segundos de los 25 minutos que dur¨® la entrevista conjunta de Rosal¨ªa y Rauw Alejando con Ibai Llanos, pero bastaron para que la cantante lanzase unidos dos temazos de car¨¢cter intergeneracional y transoce¨¢nico: el de la masculinidad dominante y la disponibilidad emocional.
¡°Hab¨ªa perdido la fe en la masculinidad, pero fue conocerte y eso cambi¨®. Los hombres que ten¨ªa a mi alrededor eran emotionally unavailable. Contigo fue la primera vez que no sent¨ª eso. Sent¨ª que t¨² no ten¨ªas miedo de querer y ser querido¡±, coment¨® Rosal¨ªa entre risas, sofocos y alg¨²n beso.
Una b¨²squeda r¨¢pida del t¨¦rmino emotionally unavailabe arroja cientos de p¨¢ginas de psicolog¨ªa en ingl¨¦s que tambi¨¦n tienen su r¨¦plica en castellano: falta de disponibilidad emocional. Varios especialistas en antropolog¨ªa, psicolog¨ªa y terapia de pareja nos ayudan a desgranar el t¨¦rmino.
Para Isa Duque, psicoterapeuta y formadora especializada en vinculaci¨®n amorosa desde los buenos tratos, una persona no disponible emocionalmente ¡°ser¨ªa una persona que no se encuentra con la capacidad, el deseo o las herramientas necesarias para vincularse emocionalmente con otra persona de manera significativa, es decir, con un v¨ªnculo m¨¢s sincero y que implique m¨¢s profundidad¡±.
Esa falta de capacidad o deseo para profundizar no impide, sin embargo, que estas personas se aventuren a buscar pareja o a empezar una relaci¨®n. ¡°Podemos pensar que la no disponibilidad emocional siempre se acompa?a de ausencia de compromiso, pero no: es posible que hagamos ¡®planes de pareja¡¯, incluso que seamos pareja, pero que la persona a quien estamos conociendo o con quien mantenemos una relaci¨®n no profundice: que se quede en el terreno de las acciones y no nos permita acceder a su mundo interno¡±, matiza la psic¨®loga sanitaria Montse Cazcarra. ¡°Por eso, las relaciones con personas emocionalmente no disponibles nos generan confusi¨®n: porque quieren conectar, pero no se lo permiten, y esto se traduce en la tan dolorosa y confusa inconsistencia¡±, a?ade.
Para Manu Palomo, sexologue transfeminista queer, que una persona no est¨¦ disponible emocionalmente en un momento no necesariamente significa que no lo est¨¦ durante toda su vida. ¡°Las dificultades suelen ser biogr¨¢ficas, surgen en un momento determinado que quiz¨¢s se me repite en mi patr¨®n conductual y que me lleva a que siempre me relacione de esa manera. Habr¨¢ que descubrirse en el conocimiento de una misma, de c¨®mo ama, c¨®mo ha aprendido a amar y c¨®mo pone en disposici¨®n para los dem¨¢s este amor¡±.
Para Montse Cazcarra, que esta ausencia de disponibilidad emocional sea algo temporal o algo que nos acompa?e a lo largo de nuestra vida depender¨¢ del origen del patr¨®n, ¡°de aquello de lo que hayamos tenido que protegernos porque, en realidad, de esto se trata la no disponibilidad, de una estrategia de protecci¨®n contra el dolor y el sufrimiento¡±.
Rasgos comunes de las personas emocionalmente no disponibles
No es f¨¢cil hacer un listado con rasgos que pudieran encajar con una persona emocionalmente no disponible porque cada ser humano es una galaxia de complejidad y matices. Sin embargo, como se?ala Cazcarra, s¨ª que existen patrones comunes que pueden ayudarnos a identificar este estado en los dem¨¢s o en nosotros mismos para evitar as¨ª, o rebajar, la confusi¨®n y el sufrimiento que nos provoca.
¡°En primer lugar, ser¨ªa una persona que evita la intimidad emocional, le cuesta mostrar su mundo emocional, conectar con su vulnerabilidad, expresar sus emociones y reconocer sus necesidades emocionales¡±, apunta la psic¨®loga. Todo podr¨ªa ser m¨¢s sencillo: nos conocemos, pero yo te explico que alcanzo este grado de disponibilidad. Pero lo cierto, es que saber en qu¨¦ punto estamos y en qu¨¦ punto est¨¢ la otra persona es uno de los puntos m¨¢s complejos en determinadas relaciones.?Pen¨¦lope Guisasola, terapeuta corporal, explica: ¡°Por un lado hay una falta de contacto con uno mismo y con lo que a m¨ª me pasa y desde ah¨ª, claro, existe una barrera enorme para poder comunicarlo. Y por otro, un miedo atroz en el fondo a que me rechacen que es cuando entra el juego, muchas veces peligroso, de la evasi¨®n, del ghosting, la desaparici¨®n repentina o el se?alamiento de la otra persona¡±.
La autora feminista norteamericana Vivian Gornick lo explica perfectamente en un p¨¢rrafo de su ¨²ltimo libro,?El fin de la novela de amor: ¡°La cosa se reduce a lo siguiente: quien no entiende sus sentimientos se pasa la vida vapuleado por ellos, a su merced; quien los entiende pero no es capaz de procesarlos est¨¢ abocado a a?os de dolor; quien niega y desprecia el poder que tienen est¨¢ perdido¡±.
Manu Palomo habla en este sentido de que para ser personas emocionalmente responsables con los dem¨¢s es imprescindible hacer un ejercicio de absoluta honestidad, dentro y fuera. ¡°Ese ejercicio de desnudarse y entender c¨®mo somos: qu¨¦ me gusta, qu¨¦ deseo, qu¨¦ no me gusta, qu¨¦ me da?a¡ ser honesta con una misma y luego llevar esa honestidad afuera. Este el ¨²nico camino para poder tener responsabilidad afectiva en el v¨ªnculo con los dem¨¢s¡±, se?ala.
Otro rasgo de la persona emocionalmente no disponible, seg¨²n Cazcarra, ser¨ªa que ¡°est¨¢ m¨¢s c¨®moda en relaciones superficiales pues estas la mantienen alejada de los miedos e inseguridades aunque, de forma paralela, puede aparecer su necesidad de conectar en forma de peque?os gestos que siembran confusi¨®n¡±, explica. Adem¨¢s, apunta, ¡°tiene problemas para confiar, mantiene cierta distancia emocional y se guarda para s¨ª sus miedos, inseguridades y vulnerabilidades¡±.
Para Cazcarra, otro rasgo importante es que la persona ¡°se mostrar¨¢ evitativa con todo aquello que pueda suponer un conflicto y niega los problemas y las dificultades que puedan tener lugar en el v¨ªnculo con el objetivo de alejarse de la idea de que quiz¨¢s hay cuestiones que trabajar: ¡°Estamos bien, todas las parejas tienen altibajos¡±.
Un patr¨®n de g¨¦nero que lo atraviesa todo
Otro de los puntos en que coinciden todas las expertas y expertos consultados es que esta falta de disponibilidad emocional est¨¢ atravesada por un factor de g¨¦nero que hace que en las relaciones sea m¨¢s frecuente encontrarse con hombres no disponibles que con mujeres. ¡°La socializaci¨®n diferencial de g¨¦nero se cuela much¨ªsimo en c¨®mo hemos aprendido a vincularnos¡±, apunta Isa Duque. ¡°Esto se ha estudiado much¨ªsimo en todos los estudios de g¨¦nero con toda la genealog¨ªa feminista y se ha visto c¨®mo a las mujeres se nos ha educado para que en el centro de nuestra vida est¨¦ el amor, en realidad, un tipo de amor muy concreto, la amatonormatividad (de pareja, heterosexual, etc¨¦tera), mientras que para los hombres esto no se ha marcado como una prioridad¡±.
Duque remite especialmente al trabajo de la profesora de Antropolog¨ªa Social en la Universidad del Pa¨ªs Vasco (UPV-EHU) Mari Luz Esteban, referente en el ¨¢rea de la investigaci¨®n de las emociones, que en su Cr¨ªtica del pensamiento amoroso hace referencia al papel de las mujeres como ¡°guardianas de los afectos¡±, encargadas de cuidar de las emociones y del amor. ¡°Desde ese cometido impuesto, nosotras tenemos que dar todo ese amor, pero no podemos pedir nada a cambio, es decir, se rompe la reciprocidad en perjuicio de la mujer¡±, afirma.
Para Duque, ¡°como mujer, la construcci¨®n del compromiso de pareja es de lo m¨¢s importante que te puede pasar en tu vida porque te da esa val¨ªa y validez asociadas al g¨¦nero femenino, mientras que entre los hombres muchas veces es incluso lo contrario, el compromiso es visto como una p¨¦rdida de libertad de ser¡±. Esta descompensaci¨®n, se?ala Duque, hace que muchas mujeres (¡°aunque por supuesto tambi¨¦n muchos hombres¡±) se conviertan en lo que ella denomina ?yonquis del amor?, es decir, ¡°que lo que les mueve a encontrar un v¨ªnculo o una relaci¨®n no sea el deseo sino la necesidad de evitar fracasar en un cometido impuesto?.
Si la mujer, como concepto gen¨¦rico, crece volcada al sost¨¦n de los cuidados, las emociones y los afectos, al hombre, muy al contrario, se le amputa la posibilidad de conectar con el mundo emocional. ¡°Como se?ala en su libro La identidad masculina la antrop¨®loga francesa Elisabeth Badinter, la construcci¨®n del modelo de hombre se hace siempre desde lo que no hay que ser, desde las prohibiciones: si eres hombre no puedes ser un ni?o, no puedes ser gay, no puedes ser una mujer¡±, a?ade Duque. ¡°Por ello, el modelo de masculinidad hegem¨®nica penaliza mostrar una expresividad m¨¢s propia de la feminidad como llorar o hablar de las emociones o que te gusten actividades asociadas a ese g¨¦nero¡±.
Por su parte, Alessia Cartoni, antrop¨®loga y terapeuta, explica que ¡°en el caso de los ni?os, esa no disponibilidad emocional se empieza a generar en su infancia porque lo que se les pide es proyectar una imagen de autosost¨¦n, de ¨¦xito, de ser fuertes, se los empuja a relacionarse con el poder y con no mostrar la dificultad incluso en las situaciones m¨¢s dif¨ªciles¡±.
Como se?ala Connor Beaton, fundador de Men Talks, en una de sus conferencias TED, ¡°lo que hace a los hombres vulnerables es justo esa exigencia de ser invulnerables¡±. Isa Duque apunta que todo esto sigue totalmente vigente en las y los adolescentes con los que trabaja en institutos. ¡°Muchos chicos comparten que se les ha castrado la posibilidad de llorar, de tener miedo y toda esta castraci¨®n hace que en general sean incapaces incluso de conectar con lo que est¨¢n sintiendo. Hay una amputaci¨®n emocional absoluta que adem¨¢s los va llevando a exponerse a situaciones de mucho mayor riesgo, un intento constante por evitar que piensen que tengo miedo, que soy vulnerable, que no tengo huevos¡ y ante todo que no se r¨ªan de m¨ª¡±.
Cuando por delante todo son ¡®red flags¡¯
Toda esta carga de mandatos, sin embargo, no deber¨ªa nunca servir para justificar la falta de responsabilidad emocional de una persona en relaci¨®n con otra. Para el psic¨®logo Fran J¨®dar, hay que tener cierta prudencia con ¡°ese perfil de hombre aparentemente sensible pero siempre v¨ªctima porque ha sufrido eventos y heridas en el marco de la familia y de otras relaciones que le impiden tener esa disponibilidad y responsabilidad afectiva porque ese dolor siempre est¨¢ operando¡±.
Al hilo de esto, Montse Cazcarra apunta ¡°que es importante encontrar el equilibrio entre no demonizar a la persona que no est¨¢ disponible porque es posible que su inconsistencia nos haga da?o, lo que no significa que nos encontremos ante alguien que nos hace da?o de forma deliberada a la vez que, atenci¨®n, nos aseguremos de que no utiliza lo anterior como una justificaci¨®n¡±.
En su entrevista, Rosal¨ªa insin¨²a de alguna manera que, antes de Rauw Alejandro, todos los hombres con los que se hab¨ªa relacionado afectivamente no estaban disponibles a nivel emocional. Y, claro, la pregunta surge sola. ?Por qu¨¦ a pesar de las numerosas alarmas o red flags que a menudo identificamos muchas veces seguimos cayendo en este tipo de relaciones?
No hay una respuesta ¨²nica y gen¨¦rica porque, tal y como han ido se?alando las y los expertos incluidos en este art¨ªculo, todo depende de la persona y de su realidad. Sin embargo, Alessia Cartoni se?ala un punto controvertido pero absolutamente vital. ¡°No se puede negar que este perfil de personas no disponibles a nivel emocional suele ser, desde fuera, bastante fascinante y tiene que ver con el narcisismo que muchas veces las acompa?a. Son personas que saben ocupar su espacio, que toman su espacio, que cuentan historias maravillosas, que saben seducir muy bien, que aparentemente generan una sensaci¨®n de presencia, pero es una presencia solo de ellas¡±.
Y concluye: ¡°No es tan f¨¢cil dilucidar que no est¨¢n disponibles porque todo lo que hacen da lugar a una mistificaci¨®n en la que una se mete, ¡®bueno, es que en realidad no ha podido porque¡¡¯,? y vas rellenando t¨² con tu propia elucubraci¨®n lo que en realidad ha querido decir o por qu¨¦ no ha podido venir, vas rellenando el vac¨ªo, porque obviamente hay algo que se activa en este tipo de relaciones que es el arquetipo de la mujer cuidadora, de la mujer que ama demasiado (evocando el best seller de Robin Norwood, Las mujeres que aman demasiado). Se activa hacernos cargo de esa falta que tiene el otro, ¡®necesitan que lo cuiden¡¯, ¡®yo voy a ser la persona que de verdad le escucha, porque nadie le ha escuchado antes¡¯¡ Enganchan por muchas cosas y en la mayor¨ªa de los casos son personas que manejan muy bien el c¨®digo de lo sexual porque han conocido el sexo entre otras cosas como un medio para rellenar ese vac¨ªo¡±.
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