¡®The Ranch¡¯: el ¡®m¨ªstico¡¯ hotel militar donde las estrellas se transforman
Este programa similar al del ej¨¦rcito est¨¢ transformando el f¨ªsico de las ¡®celebrities¡¯ en cuatro d¨ªas. Madrugones indecentes, caminatas extenuantes y privaci¨®n de comida a cambio de miles de d¨®lares.
Al sur del estado de California, atrapado en los pocos metros que separan la sierra de la costa, se levanta uno de los enclaves m¨¢s lujosos del pa¨ªs. Un id¨ªlico hotel de la cadena Four Seasons ha revolucionado en los ¨²ltimos a?os el concepto de turismo saludable gracias a lo que denominan como The Ranch (El Rancho). Y Hollywood se ha rendido a sus pies. No es casualidad que este lugar de retiro se sit¨²e a poco m¨¢s de media hora en coche de la meca del cine. De la tambi¨¦n meca, por lo que apunta su leyenda negra, de los excesos. Eso de sexo, drogas y rock n¡¯roll. Tampoco parece balad¨ª su ¨¦xito si lo enmarcamos en el contexto de una industria que hace del culto al cuerpo un axioma incontestable por mucho que una vez al a?o alguna cabecera publique una portada que elude maquillajes bajo alg¨²n titular g¨¦nerico del tipo de ¡®Mujeres reales¡¯. Buena parte del resto de las estrellas que protagonizan las otras 11 portadas al a?o, ya sean actrices, cantantes, modelos o influencers varias, seguro que conocen este lugar. El Rancho oferta un programa de estilo militar que promete transformar la vida de quienes deciden someterse a ¨¦l, f¨ªsica, mental y espiritualmente. Todo, en los cuatro d¨ªas de duraci¨®n de su opci¨®n m¨¢s solicitada y pagando miles de d¨®lares por ello. Si alguna vez se pregunt¨® c¨®mo consiguen esas actrices deslumbrar en la alfombra roja, aqu¨ª tiene la respuesta.
¡°No me he lavado el pelo desde que llegu¨¦ aqu¨ª. Todo lo que he hecho es senderismo, yoga y volverme vegana. As¨ª que todo mola¡±. Con estas palabras resum¨ªa en su cuenta de Instagram la int¨¦rprete Andie MacDowell, una de las ¨²ltimas celebrities en contar su visita (junto a su hija, la tambi¨¦n actriz Rainey Qualley), las claves maestras del programa. Ejercicio, verdura y relajaci¨®n en un ambiente estricto, sin opciones alternativas ni tratos de favor; lo que all¨ª definen como boot camp. Un d¨ªa a d¨ªa militar que cambia los barracones por habitaciones de cinco estrellas. Las jornadas comienzan a las 5 y media de la ma?ana, con una hora de estiramientos antes del desayuno compuesto por cereales, fruta variada, leche de almendra y smoothies. A las 8 de la ma?ana el grupo debe estar listo para afrontar el reto m¨¢s caracter¨ªstico de El Rancho: sus caminatas. Cuatro horas y media de ruta senderista por las monta?as de Malib¨² que han retratado actrices como Jennifer Morrison, America Ferrera o Rebel Wilson, que perdi¨® cuatro kilos en otros tantos d¨ªas. 22 kil¨®metros colina arriba con todo el glamour que permiten las bolsas de pl¨¢stico que la organizaci¨®n reparte entre sus caminantes en caso de que necesiten hacer sus necesidades. S¨ª, bienvenido a Hollywood.
Despu¨¦s de degustar el men¨² del mediod¨ªa (compuesto por un tabul¨¦ de quinoa, coliflor y humus), los hu¨¦spedes tienen tiempo para echarse una r¨¢pida siesta antes de volver al gimnasio. All¨ª les espera un monitor y su circuito de ejercicios de bajo impacto pensados para perder peso. A continuaci¨®n, algo de yoga y el que suponemos que ser¨¢ el mejor momento del d¨ªa, la hora del masaje. El que fuera nombrado como mejor campamento de lujo del mundo por Lonely Planet apaga las luces a las 8 y media de la noche, horario en la que el grupo debe haber terminado la lasa?a vegetal con nueces y queso ricotta de la cena. Cuatro d¨ªas consecutivos a tal ritmo puede ser una exigencia extrema para aquellos no acostumbrados a este estilo de vida. Por eso los responsables del ¡°spa¡± avisan con antelaci¨®n a sus futuros hu¨¦spedes sobre el planning, aconsej¨¢ndoles privarse de inmediato de la comida procesada, alcohol o bebidas azucaradas para evitar posibles n¨¢useas y dolores de cabeza.
La periodista de The Cut Allie Jones cuenta en un reportaje las conclusiones de su propia experiencia en El Rancho. ¡°A lo largo de los d¨ªas me he sentido deshidratada, dolorida, nauseabunda, sobrepasada por las emociones. Me he torcido un tobillo y siento que el culo se me va a caer. Cuando miro a mis compa?eros, la ¨²nica diferencia que veo en ellos es el nivel de agotamiento en sus ojos¡±. Lea Michele, Selma Blair, Mandy Moore, Connie Britton y hasta la mism¨ªsima Elle MacPherson son algunas de las famosas que han pasado por este proceso de desintoxicaci¨®n y lo han hecho p¨²blico. La lista es m¨¢s larga pero no todos se atreven a contarlo por miedo a juicios externos (Jones afirma en el art¨ªculo que uno de sus compa?eros era un actor de la serie Girls). Parecen obviar el hecho de que la fiebre por el bienestar ¨Co masoquismo wellness¨C arrasa en medios de comunicaci¨®n y redes sociales. M¨¢s all¨¢ de la p¨¦rdida de peso, el objetivo de la instalaci¨®n es situar a sus hu¨¦spedes en el camino ¡°de una vida balanceada y saludable¡±, adem¨¢s de proporcionar las herramientas y el conocimiento necesarios ¡°para que estos cambios se sostengan en su d¨ªa a d¨ªa¡±.
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¡°Reajustar. Reiniciar. Transformar¡±. El leitmotiv de El Rancho ha convencido a Hollywood y a buena parte de los ejecutivos de las empresas m¨¢s poderosas de Estados Unidos, su otro gran p¨²blico, que han colapsado unas listas de espera de varios meses. ?Cu¨¢l es el precio de levantarte a las 5 y media de la ma?ana, caminar durante horas con solo seis almendras como aperitivo y hacer tus necesidades en una bolsa? Se puede elegir desde la opci¨®n de los cuatro d¨ªas, la m¨¢s popular y econ¨®mica, con un coste de 4.000 euros, hasta la versi¨®n m¨¢s exigente, un programa de diez jornadas por valor de 10.000 euros. Nadie dijo que hacer abdominales junto a una estrella de cine fuera barato.
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