?Vocaci¨®n discursiva, narcisismo o inseguridad? ?Por qu¨¦ hay personas que siempre llevan la contraria?
Los expertos indagan sobre los motivos que empujan a algunos a opinar por norma lo contrario¡ sin dejar de alabar a quienes se atreven a disentir, por cierto.
¡°A veces el progreso sucede por un feliz accidente, pero normalmente se da porque una persona valiente desaf¨ªa las normas sociales. Alguien se da cuenta de que la norma preponderante es ligera o enormemente perjudicial, anquilosante o incluso peligrosa, y aboga por una hip¨®tesis contraria. Y entonces, miembros de la mayor¨ªa deciden apostar por las nuevas ideas en vez de ense?ar el dedo. Por lo general, la disidencia implica progreso. Si ilegalizas la disidencia, ralentizas la evoluci¨®n cultural¡±, escribe Todd Kashdan en ¡®El arte de llevar la contraria¡¯, un libro que, como su nombre indica, es una oda a quienes se atreven a alzar la voz cuando no est¨¢n de acuerdo con algo. Sin embargo, hoy queremos hablar de quienes por norma, y no con la voluntad de abogar por el progreso, llevan la contraria. ?Es cuesti¨®n de autoestima? ?Escuchan acaso el argumento al que se enfrentan o arremeten en su contra de forma sistem¨¢tica? ?C¨®mo afecta a quienes le rodean?
Los perfiles de quienes llevan siempre la contraria
De entrada, la mera idea de hablar de ¡°llevar la contraria¡± es, seg¨²n asegura Aurora Michavila, autora de ¡®Supercomunicadores¡¯, delicada: ¡°el hecho de que alguien opine diferente a ti o vea otro lado de una posible verdad no implica que te lleve la contraria. Dicho esto, ah¨ª afuera hay grandes profesionales de la discusi¨®n y de la contraargumentaci¨®n, que a la m¨ªnima ponen en tela de juicio algo y se preparan para iniciar la batalla dial¨¦ctica. A veces te ayudan a pensar y hacen que el debate sea estimulante, pero otras veces son terriblemente cansinos, porque sus comentarios son sistem¨¢ticos. No dan tregua y generan discusiones o debates cuando no es el momento¡±, se?ala la experta en comunicaci¨®n verbal y no verbal.
Michavila ha destacado ocho perfiles de personas que siempre llevan la contraria en el d¨ªa a d¨ªa:
1- Los que en realidad son personas inseguras y se ven f¨¢cilmente amenazadas. Discuten como mecanismo de defensa, incluso si no son conscientes.
2- Los que se creen m¨¢s listos o con m¨¢s informaci¨®n que los dem¨¢s y aprovechan cualquier peque?a ocasi¨®n para tratar de demostrarlo. Hablan desde la necesidad de alimentar su propio ego y no escuchan.
3- Los que tienen una mentalidad muy acad¨¦mica. Son perfeccionistas y necesitan puntualizar siempre algo desde el m¨¢ximo rigor. Por eso, cuando algo que escuchan no es exacto, les cuesta contenerse y tienen que dar su versi¨®n m¨¢s informada aunque te hagan quedar mal o contradiga lo que acabas de decir. ¡°No lo hacen desde el ego, sino en honor al rigor¡±, matiza Aurora Michavila.
4- Los que disfrutan jugando siempre al demostrar que las cosas cambian en funci¨®n de la perspectiva con que las mires. Son a quienes les gusta ir dando peque?as lecciones indoloras.
5- Los que asumen cosas que t¨² no est¨¢s diciendo, porque creen conocerte mejor que t¨² mismo/a, y se lanzan en plancha a cuestionar lo que dices y lo que creen que en realidad piensas. ¡°Estos perfiles tampoco escuchan de forma abierta: est¨¢n sesgados y no lo saben¡±, advierte Michavila.
6- Los que creen estar desafiando intelectualmente al otro y les parece que es una forma de conversar como cualquier otra. ¡°No se dan cuenta de que no hace falta desafiar todo en todo momento. Son competitivos y buscan ir ganando siempre que puedan¡±, aclara la experta en comunicaci¨®n.
7- Los que creen conocer siempre la verdad al no ver que su mirada est¨¢ tan sesgada como la de cualquiera.
8- Los que van a fastidiar al saber que el que su opini¨®n no coincida con la de los dem¨¢s va a molestar.
La eterna duda: ?quieren debatir o sencillamente, no escuchan?
Ana Lucas, psic¨®loga y directora de Psico Salud, advierte que habitualmente, las personas que siempre est¨¢n llevando la contraria escuchan para responder, no para comprender qu¨¦ les est¨¢ intentando decir su interlocutor. ¡°Aunque en una conversaci¨®n no es necesario que todas las partes est¨¦n de acuerdo, s¨ª hay que estar abierto a la comunicaci¨®n. Se puede mantener un criterio propio, pero sin entrar a pelear para reafirmarse. Al final, lo que las personas que por norma llevan la contraria est¨¢n intentando es convencer, llevar la raz¨®n en un debate o conversaci¨®n, en lugar de escuchar a las distintas partes, respetar las opiniones de los dem¨¢s e, incluso, poder dar valor a lo que otros est¨¢n diciendo. El objetivo final es mostrar su ego, como si fuera una se?a de identidad que les da seguridad a trav¨¦s de un estilo de comunicaci¨®n muy frontal hacia su interlocutor¡±, se?ala Lucas, que asegura que hablamos de personas r¨ªgidas y dogm¨¢ticas que ven el mundo desde la dualidad del bien y el mal y tienen una fuerte tendencia a juzgar todo lo que tienen a su alrededor para terminar por imponer su propio criterio en lo que les rodea. ¡°No creo que tenga que estar en desacuerdo de forma sistem¨¢tica, pero no puedo evitar cuestionarme casi todo, incluidas las normas sociales que tenemos m¨¢s arraigadas. A la larga he notado que ese ejercicio constante de reflexi¨®n me prepara para futuras crisis para las que otros no est¨¢n tan preparados ni ven con tanta claridad. Por otra parte, reconozco que esta actitud me hace sentir muy sola la mayor parte del tiempo¡±, confiesa Alejandra L¨®pez, investigadora.
El arte de llevar la contraria
La actitud cr¨ªtica es propia de la filosof¨ªa y la defienden especialistas en el orden aristot¨¦lico como V¨ªctor G¨®mez Pin. Sin embargo, si bien es cierto que llevar la contraria es sano, lo es siempre y cuando no se convierta en una actitud fan¨¢tica y dogm¨¢tica. El soci¨®logo, ensayista y asesor pol¨ªtico de origen italo-suizo Giuliano da Empoli, que participar¨¢ en esta edici¨®n del Hay Festival para presentar ¡®El mago del Kremlin¡¯, opina que en realidad, ¡°la contradicci¨®n esc¨¦ptica se ha hecho muy popular en nuestras sociedades, as¨ª que supongo que, en cierto modo, estas personas no hacen m¨¢s que confirmarse con la norma. Lo transgresor, hoy en d¨ªa, es escapar de las posturas preconcebidas, ya sea la aceptaci¨®n t¨ªmida o la contradicci¨®n sistem¨¢tica, e intentar evaluar cada cuesti¨®n de forma razonablemente equilibrada¡±.
No es el ¨²nico categ¨®ricamente a favor de ir siempre a contracorriente. Todd Kashdan confiesa a S Moda que cree que deber¨ªamos preocuparnos menos por las personas que necesitan estar en desacuerdo y pensar m¨¢s en que el problema en realidad emerge cuando nadie lo est¨¢. ¡°A menudo, las personas sienten la presi¨®n de seguir a la multitud, de ser positivas y no disminuir la velocidad del pensamiento y la toma de decisiones del grupo. Esto es un problema, porque el auto silenciamiento significa que perdemos el acceso a conocimientos y perspectivas ¨²nicas. Lo que queremos hacer es alentar el desacuerdo como una cualidad que hace a alguien un buen miembro del grupo. En el peor de los casos, tienes que dise?ar mejores argumentos para tus ideas, mientras que en el mejor, perfeccionas tu forma de pensar¡±, dice el autor, que considera que es necesario tratar a los disidentes como individuos y asumir una buena intenci¨®n hasta que se demuestre lo contrario. ¡°Debemos ser abiertos, curiosos y asumir que quienes llevan la contraria poseen alguna informaci¨®n que nosotros no tenemos, porque hay muchas cosas que no sabemos. Si los callamos y los denigramos, estaremos silenciando, y esto har¨¢ que quienes hayan sido testigos de semejante reacci¨®n negativa, sean demasiado cautelosos cuando tengan ideas que vayan en contra de la norma. Esto significa que la inteligencia colectiva del grupo se debilita. Lo mejor es querer acceder a nuevas ideas y perspectivas, por lo que lo oportuno es tener cuidado de evaluar negativamente o de atacar a los disidentes, a menos que deseemos formar parte de un grupo que en conjunto sea m¨¢s d¨¦bil que la suma de sus partes¡±, advierte.
Manual para manejar la disidencia sistem¨¢tica
De acuerdo, queda claro que la filosof¨ªa est¨¢ muy a favor de llevar la contraria, pero cuando tenemos un amigo o una pareja que lo hace de forma sistem¨¢tica, ?c¨®mo podemos comunicarles que su actitud, llegado cierto extremo, cansa?
Marta Z¨²?iga, directora general de Talent Juice, asegura que cuando el deseo es cambiar un comportamiento sin mermar la motivaci¨®n del otro, lo adecuado es darle un buen feedback, no una cri?tica constructiva. De esta forma el objetivo es hacerle consciente, con datos objetivos (no con juicios de valor) de un comportamiento que ha tenido, as¨ª como del impacto que esa actitud tiene en nosotros y en el grupo. Se?ala que aunque hay parejas sentimentales que se mueven muy bien en el conflicto y la discusio?n, un forma de relacionarse que aunque no considera del todo sana, al funcionarles, estima oportuna, es cuando uno de los dos no es as¨ª cuando la relacio?n esta? descompensada. ¡°En la pareja un reproche cla?sico con estos perfiles es ¡°no me escuchas¡±, ¡°siempre quieres tener la razo?n¡±, ¡°siempre te quieres salir con la tuya¡± o ¡°nunca estamos de acuerdo¡±. Esto agota y desgasta. Porque la otra persona necesita ser escuchada tambie?n¡±, asegura. ¡°En muchas ocasiones, uno de los dos cede para no discutir ma?s. Un tip que les podri?a ayudar es cambiar de rol durante una semana o un mes. El o la que esta? de opositor/ra, puede cambiar a observador y el que esta? de observador, puede probar ser iniciador y a veces opositor tambie?n. As¨ª ver¨¢n qu¨¦ sucede en la relacio?n durante ese mes y c¨®mo evoluciona. Tambie?n le podri?amos dar feedback para que haya un cambio de comportamiento¡±, dice.
Para terminar, Alejandra L¨®pez confiesa que su pareja le suele repetir que ?no todo es motivo de pol¨¦mica?. ¡°El problema es que en realidad, yo no busco ser pol¨¦mica, simplemente se trata de que mi opini¨®n no suele ser mayoritaria. Sin embargo, ser as¨ª me ha ayudado a mantener el esp¨ªritu cr¨ªtico en ciencia, que es a lo que me dedico¡±, dice. ¡°La verdad es que puede ser cansino estar dudando siempre de todo. En general utilizo m¨¢s las preguntas que la negaci¨®n o las afirmaciones contrarias. Me hace diferente no tanto el estar en desacuerdo, como el plantearme otras posibilidades¡±, reflexiona Ildefons Freixa, que se dedica a la ingenier¨ªa de la producci¨®n, para terminar. Aclarar que cuando le preguntamos por qu¨¦ considera que tiene que estar en desacuerdo con casi todo, respondi¨®¡ ¡°No es tanto estar en desacuerdo como llevar la contraria. A veces me pongo as¨ª en situaciones en las que pienso igual¡±. Lo dicho: hay quienes no tienen remedio, y hay que quererlos igual. ?O no?
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.