?Hab¨ªamos invitado a 400 pero nos casamos con 16?: el estr¨¦s y la emoci¨®n de las bodas de la pandemia

Cancelar o no cancelar. He ah¨ª la cuesti¨®n a la que se enfrentan muchas parejas que ten¨ªan programada su boda este verano. Algunas, como Catalina y Pablo, retrasaron la fecha primigenia debido a la crisis sanitaria y ahora dudan si podr¨¢n darse el ¡®s¨ª, quiero¡¯ el pr¨®ximo oto?o o tendr¨¢n que esperar al a?o que viene para poder hacerlo sin mascarilla. Otras, como Celia y Benedicto, tuvieron claro que prefer¨ªan posponer su enlace a 2021 cuando la pandemia trunc¨® sus planes de pasar por el altar hace unos meses. Y tambi¨¦n est¨¢n las que, como ?scar y Paula o M¨®nica y Carlos, siguieron adelante. Estos ¨²ltimos, una pareja de Guatemala cuya historia descubrimos en este cap¨ªtulo de Un Podcast de Moda, formaliz¨® su compromiso en mayo reduciendo el n¨²mero de invitados de 400 a 16 e improvisando una boda completamente distinta a la que hab¨ªan planeado. Recopilamos las dudas, preguntas, certezas y sensaciones que ha llevado a cada una de ellas a tomar una decisi¨®n distinta ante el mismo dilema.

Celia Llamazares, farmac¨¦utica, 33 a?os

¡°Nos cas¨¢bamos el 25 de abril, una fecha que hab¨ªamos elegido con mucho cari?o porque es el d¨ªa de mi cumplea?os. Sin embargo, el pasado 12 de marzo, viendo la situaci¨®n que se nos ven¨ªa encima, decidimos, con todo el dolor de nuestro coraz¨®n, que lo mejor era posponerla. Es triste tomar la decisi¨®n a un mes de la ceremonia porque ya ten¨ªamos todo listo. A d¨ªa de hoy a¨²n nos da pena entrar en ¡®la habitaci¨®n de boda¡¯, un espacio en el que tenemos guardados los regalitos para los invitados, las letras decorativas o las gominolas del candy bar.

Aunque en un principio la cambiamos a julio pensando que la situaci¨®n no durar¨ªa tanto, el mismo 25 de abril, fecha en la que deber¨ªamos habernos dado el ¡®s¨ª, quiero¡¯, decidimos posponerla definitivamente al 17 de abril de 2021, justo un a?o despu¨¦s. Pas¨¦ d¨ªas llorando porque me afect¨® mucho y al mismo tiempo me sent¨ªa mal por tom¨¢rmelo as¨ª y estar triste cuando deb¨ªa sentirme afortunada por tener buena salud mientras tanta gente perd¨ªa la vida. Tuve incluso pesadillas en las que por empe?arme en mantener el enlace este a?o mi abuelo se terminaba contagiando en mi boda. Cuando por fin decidimos dejarlo para el a?o que viene sent¨ª tristeza, pero tambi¨¦n alivio. Muchos familiares y amigos nos animaban a seguir buscando fecha este a?o, pero los m¨¢s mayores o los que viven fuera de Madrid ten¨ªan un poco de miedo de viajar.

Lo que siempre tuvimos claro es que no est¨¢bamos dispuestos a casarnos con mascarilla. Han sido muchos meses de preparativos, de ilusiones, de ideas que quer¨ªamos hacer realidad y no quer¨ªamos una boda sin besos ni abrazos. Definitivamente esto fue lo que nos hizo tomar la decisi¨®n de posponerla hasta 2021. Solo espero que cuando llegue sea tal y como he so?ado tantas veces¡±.

M¨®nica Minondo, administradora de empresas, 29 a?os

¡°Siempre supimos que quer¨ªamos mantener la fecha que ya estaba estipulada, el 9 de mayo. A inicios de marzo, viendo que la situaci¨®n iba a empeorar, decidimos cancelar la fiesta grande y sustituirla por una boda ¨ªntima. Cambiamos todos los planes: pasamos de 400 invitados a 16 y decidimos celebrar la ceremonia en la casa de mi abuela, que lleva abandonada algunos a?os desde que muri¨®, y es un lugar verdaderamente m¨¢gico y ¨²nico.

Dise?amos el evento para que hubiera distancia de seguridad: hicimos la ceremonia al aire libre con sillas separadas y durante la recepci¨®n cada n¨²cleo familiar o pareja ten¨ªa su propia mesa con comida y bebida para no tener que compartir. No hubo tampoco ni camareros ni m¨²sicos. Por supuesto llev¨¢bamos mascarillas, aunque para ser honesta terminamos sin ellas abraz¨¢ndonos como locos. Despu¨¦s de estar m¨¢s de 60 d¨ªas confinados y compartir un evento tan emotivo llega un momento en el que creo que es inevitable. Es cierto que cuando nos casamos, en el pa¨ªs ¨CGuatemala¨C casi no hab¨ªa ning¨²n caso y que toda la familia estuvo completamente encerrada durante las semanas previas para podernos ver m¨¢s tranquilamente. Solo acudieron nuestros padres y nuestros hermanos con sus parejas.

Aunque la boda fue 100% distinta a la que hab¨ªamos planeado, para m¨ª fue perfecta: inolvidable y muy alegre. Nos hubiera gustado tener la familia al completo, pero estuvieron presentes en detalles desde d¨ªas antes. Incluso las mascarillas que llevamos fueron regalo de mis sobrinas, que no pudieron acompa?arnos. Si en enero me dicen que iba a llevar mi vestido de Romancera con mascarilla no me lo hubiera cre¨ªdo. El vestido, por cierto, pas¨® un mes en cuarentena antes de verlo, pero lleg¨® a tiempo para el gran d¨ªa desde Espa?a.

El viaje de novios estaba planeado en Italia, pero ya lo haremos. Mientras tanto, pasamos un mes viajando por toda Guatemala (el pa¨ªs es peque?o, pero est¨¢ lleno de naturaleza y puedes recorrerlo f¨¢cilmente en coche) aloj¨¢ndonos en lugares privados puesto que no hay hoteles abiertos a¨²n. Fue la mejor luna de miel que pude haber pedido.

Creo que la situaci¨®n tan inesperada que estamos viviendo nos ha sacudido a todos y nos ha hecho cuestionarnos nuestras prioridades. Celebrar una boda en un momento as¨ª hizo que todos los presentes tuvi¨¦ramos los sentimientos a flor de piel. No puedo explicar lo emotivo y m¨¢gico que fue. Creo que haberla celebrado as¨ª nos define mucho m¨¢s que haberlo hecho de otra manera. Y adem¨¢s es una linda historia para contar a nuestros nietos¡±.

?scar Mart¨ªnez (minero, 43 a?os) y Paula Iglesias (32 a?os)

?Nos ¨ªbamos a casar el 4 de abril, pero acabamos celebrando el enlace el s¨¢bado pasado, 27 de junio. En cuanto vimos que empez¨® la desescalada hablamos con el restaurante para encontrar una nueva fecha porque lo de aplazarlo un a?o no lo ve¨ªamos. Al haber cancelado la celebraci¨®n en un momento tan cercano a la fecha ya ten¨ªamos todo en casa: vestido y traje, regalos para los invitados, anillos¡­ todo. Decidimos hacerlo cuanto antes porque quiz¨¢ en unos meses la cosa puede estar peor o incluso si lo dejamos para el a?o que viene nuestros trajes hubieran necesitado arreglos.

Nuestra boda fue la primera tras el confinamiento en la zona de A Mari?a ¨Cal norte de Lugo¨C e incluso la cubrieron en un reportaje publicado en La Voz de Galicia. Tenemos muy buen recuerdo de ese d¨ªa y guardamos enmarcadas las p¨¢ginas del peri¨®dico, pero es cierto que da mucha pena que muchos invitados no hayan podido estar. Nuestra lista inicial era de 130 personas y tras porponer la fecha la confirmaci¨®n de asistentes baj¨® casi un 50%. Pasamos a ser una boda de 70 invitados y muchos amigos decidieron no venir por miedo a contagiar a sus padres, que ya rondan los 70 a?os.

Por lo dem¨¢s, en el restaurante seguimos las pautas marcadas por el gobierno: nos revisaron la temperatura a todos los invitados y espaciamos m¨¢s las mesas y las sillas dejando un metro y medio entre una y otra, aunque despu¨¦s de la barra libre ya resulta dif¨ªcil mantener las distancias. Intentas no ir abrazando a los invitados, pero s¨ª lo hicimos con todo aquel que quiso darnos as¨ª la enhorabuena.

El viaje de novios, de momento, tendr¨¢ que esperar, pero tenemos muy buen recuerdo del d¨ªa, aunque es cierto que tras cancelar la primera fecha pierdes un poco la ilusi¨®n. Ya no son los mismos nervios: es tu boda, pero ya no es tu fecha. De hecho, los regalos que ten¨ªamos comprados para los invitados o nuestros anillos est¨¢n grabados con el 4 de abril?.

Patricia Fonseca, financiera, 29 a?os

¡°Cuando comenz¨® el estado de alarma en mi mente no cab¨ªa la opci¨®n de que llegara a afectar a nuestra boda, que estaba planeada el pr¨®ximo 5 de septiembre en un pazo de La Coru?a, tierra del novio. Un par de meses despu¨¦s, en mayo, decidimos que lo mejor era prereservar otra fecha el a?o que viene para tener un plan B, que a medida que pasaban los d¨ªas se iba convirtiendo en el plan A. La verdad es que yo ten¨ªa esperanza de poder seguir adelante, pero sab¨ªamos que, aunque nuestros amigos m¨¢s cercanos y familia no nos fallar¨ªan, mucha gente que no vive en Galicia no podr¨ªa asistir. Adem¨¢s, a los invitados de edad m¨¢s avanzada no les hac¨ªa mucha gracia. Las semanas iban pasando e ¨ªbamos cambiando de opini¨®n constantemente, parec¨ªamos bipolares. Todo el mundo opinaba, tanto para bien como para mal, y ya dej¨® de importar si la hac¨ªamos este a?o o al que viene, solo quer¨ªamos tomar una decisi¨®n.

Una vez acab¨® el estado de alarma, se publicaron las normas que afectan a los enlaces en Galicia y decidimos que ten¨ªamos que posponerla. Est¨¢bamos dispuestos a renunciar a muchas cosas que acompa?an a una boda, pero no quer¨ªamos que fuera un d¨ªa a medio gas sabiendo que no tenemos prisa, ni ninguna obligaci¨®n. Las medidas afectan tanto al aforo del pazo (un m¨¢ximo de 150 personas) como al de la iglesia (80% de ocupaci¨®n) e implican renunciar al coro, la alegr¨ªa de la misa, o que todos tengamos que llevar mascarillas durante la fiesta. Tampoco pod¨ªamos hacer preboda ni viaje de novios¡­ ser¨ªa haberlo hecho todo a medias.

El d¨ªa que decidimos posponerla a julio de 2021 fue un momento agridulce. Est¨¢bamos disgustados, pero al mismo tiempo nos quitamos un peso de encima. Tenemos claro que queremos casarnos, nos da igual cu¨¢ndo, quiz¨¢ poco a poco tengamos que adaptarnos a las restricciones, pero somos disfrutones de la vida y queremos una boda en la que todo el mundo pueda pas¨¢rselo bien sin miedos. Un d¨ªa en el que podamos acercarnos, abrazarnos y besarnos¡±.

Catalina Mart¨ªnez (pseud¨®nimo), periodista, 30 a?os

¡°Mi boda estaba fijada el pasado 6 de junio, pero la cancelamos a finales de marzo cuando fuimos conscientes de que incluso aunque mejorase la situaci¨®n, los ¨¢nimos no iban a estar para ponernos un vestido con tacones e irnos a celebrar y a darnos besos tres meses despu¨¦s. En ese momento fijamos una segunda opci¨®n el 17 de julio, pero esa misma semana nos dimos cuenta de que tampoco ser¨ªa factible.

Ahora nos movemos entre dos posibilidades: o bien nos casamos el viernes 2 de octubre o lo dejamos para mayo del a?o que viene. De momento seguimos adelante con octubre, pero nos preocupa tener que llevar mascarilla para bailar con nuestros amigos. Durante la cena podr¨ªamos quit¨¢rnosla como en cualquier restaurante, pero en el c¨®ctel y el baile hay que pon¨¦rsela. Sin embargo, tambi¨¦n nos da miedo retrasarla a 2021 porque tenemos familiares mayores y porque qui¨¦n sabe si puede haber un rebrote, es todo muy incierto.

Al haberla cancelado ya una vez no nos gustar¨ªa tener que volver a hacerlo una segunda, pero si hay que posponerla por el bien de todos no pasar¨ªa nada. El problema es que estamos en un punto en el que no sabemos si seguir avanzando detalles que nos faltan, como las flores o la decoraci¨®n, o dejarlo parado. Son muchas dudas y al final te bloqueas y no haces nada. Empec¨¦ muy ilusionada pensando ideas y organizando todo y se me ha ido apagando un poco esa ilusi¨®n al tener que ir frenando y esperando para dar nuevos pasos. En cualquier caso, seguiremos adelante siempre que se pueda hacer con las condiciones m¨ªnimas que nos gustar¨ªan porque al final una boda es motivo de celebraci¨®n y no tiene sentido estar inc¨®modos. Tenemos toda la vida por delante para casarnos y celebrarlo.