Camela, Alaz¨¢n y Las Negris: la revoluci¨®n A.d.R (Antes de Rosal¨ªa)
Han sido muchos (y buenos) los cantantes y grupos de m¨²sica flamenca y fusi¨®n que han sentado precedente. Y a¨²n hoy, son una referencia dif¨ªcilmente sustituible.
El auge de artistas como Rosal¨ªa o Sole¨¢ Morente y sus colaboraciones con grupos de m¨²sica de otros tiempos pone de manifiesto el respeto a sus antecesores que, por cierto, no se han retirado. Todo lo contrario: no solo cumplen como referentes, adem¨¢s siguen dando ejemplo de c¨®mo reinventarse.
CAMELA
?Con solo escuchar los tres primeros compases sabes que somos nosotros?, dice con orgullo Dionisio Mart¨ªn Lobato. ?Camela suena a Camela?, a?ade ?ngeles Mu?oz Due?as. Llevan una vida juntos. Como compa?eros de escenario y cu?ados. ?Yo era una ni?a cuando ¨¦l se vino a vivir a San Crist¨®bal [de los ?ngeles, un barrio del distrito de Villaverde, al sur de Madrid], al bloque de al lado. Se encaprich¨® con mi hermana y se hicieron novios?, recuerda ?ngeles. ?Los fines de semana ella se pon¨ªa a cantar conmigo, de ah¨ª la idea de hacer las primeras maquetas?, apunta Dioni. Fue a principios de los noventa; ella trabajaba en una tienda de encuadernaci¨®n y ¨¦l en la venta ambulante y haciendo portes. Se unieron a Miguel ?ngel Cabrera (fuera del grupo desde 2013) y en 1994 grabaron L¨¢grimas de amor. ?Vendimos un mill¨®n de copias sin el apoyo de los medios. ?En mercadillos, gasolineras y expositores? ?S¨ª, era una compa?¨ªa independiente, y ese era su circuito de venta?, explica Dioni.
Desde entonces, los casetes y el boca a boca han llevado a Camela por toda la geograf¨ªa espa?ola. ?Rebobinamos y vemos que en estos 25 a?os ha pasado todo muy deprisa. Muchos conciertos, viajes¡?, se?ala ?ngeles. ?Entonces hab¨ªa mucha gente reacia a poner nuestra m¨²sica, pero ya no est¨¢n en los medios y han sido sustituidos por otros con mentes m¨¢s abiertas?, reflexiona Dioni. Su p¨²blico siempre ha sido fiel. ?Vend¨ªamos muchas m¨¢s copias que muchos artistas de multinacionales. Las Spice Girls fueron n¨²mero 1 en todo el mundo menos en Espa?a, que lo ¨¦ramos nosotros?, subraya satisfecha su compa?era. ?Es el fen¨®meno social Camela?, zanja Dioni.
Ahora se reivindica su legado: en 2017 cerraron el festival indie Sonorama, el pasado abril tuvieron llenazo en el WiZink Center de Madrid, donde actuaban por primera vez. ?Somos de dos o tres generaciones m¨ªnimo. Nuestros fans vienen con sus hijos, que se saben las canciones mejor que los padres?, analiza ?ngeles. Y lo han logrado a base de ?canciones de amor y desamor?, destaca. Pero tambi¨¦n con temas comprometidos como la denuncia de la violencia de g¨¦nero. ?Es una inyecci¨®n de ¨¢nimo para que esas personas den un paso adelante en su vida y digan ¡®hasta aqu¨ª¡¯. Es un problema social, es la lacra que tenemos hoy d¨ªa?, subraya Dioni. No suelen hablar de pol¨ªtica, pero recalcan la importancia de la unidad: ?Cuanto mejor nos llevemos todos, mejor va a ir el pa¨ªs, la vida y la salud incluso. ?Qu¨¦ adelantas con no estar de acuerdo? Se pueden discutir ideas y dem¨¢s, pero no al extremo de la separaci¨®n, que la vida son dos d¨ªas?, dice ?ngeles. ?Cada uno puede tener sus ideales, pero se respeta, se dialoga, se habla?, apostilla Dioni.
Esa conversaci¨®n tambi¨¦n es fundamental en su m¨²sica, que bebe del flamenco, la rumba y el tecno. ?Hay fusiones que son incre¨ªbles. Rosal¨ªa cant¨® el Me quedo contigo de Los Chunguitos y se sent¨ªa como pez en el agua?, opina Dioni. ?Son mezclas nuevas y me parece muy bien que salgan, cuantas m¨¢s haya mejor?, apoya ?ngeles. La libertad es una m¨¢xima para Camela, algo que han subrayado disfraz¨¢ndose de piratas y de vaqueros en sus v¨ªdeos (ocho de ellos dirigidos por J. A. Bayona) o actuando en el Orgullo Gay. Siempre contra los estereotipos. Lo recalca Dioni, quien adem¨¢s es el t¨ªo de Zaira Romero, una de las protagonistas de Carmen y Lola, la premiada pel¨ªcula sobre lesbianas gitanas: ?Nosotros no hemos tenido prejuicios. Hay que abrir las mentes, el respeto. Donde otros ven pol¨¦micas, veo una historia de amor?.
LAS NEGRIS
Mar¨ªa, Remedios y Roc¨ªo ya correteaban por las plazuelas y corralas del barrio de Lavapi¨¦s en una de las mejores ¨¦pocas del flamenco madrile?o. ?El Cigala iba detr¨¢s de una de mis hermanas?, explica con cierta sorna Remedios. Las Negris pertenecen a uno de los clanes m¨¢s respetados y alabados de la historia del cante reciente: los Heredia. Ray Heredia marc¨® el camino a seguir, a comienzos de los noventa, con Quien no corre vuela, producido por Teo Cardalda y editado por Nuevos Medios, el influyente y no suficientemente reivindicado sello de los insignes Mario Pacheco y Cucha Salazar. Su muerte prematura dejar¨ªa hu¨¦rfana a una enorme generaci¨®n de j¨®venes flamencos. Su familia, sin embargo, s¨ª ha sabido dotar al flamenco de nuevos significados. Un ejemplo es Enrique Heredia, fundador de La Barber¨ªa del Sur. Tambi¨¦n Las Negris, para quienes las relaciones de consanguinidad lo han sido todo. ?Estamos eternamente agradecidas a nuestra madre, La Cheli, de la saga de los Montoyita. Tambi¨¦n, por supuesto, a nuestro primo Antonio Carbonell?.
Ellas tienen claro que hoy d¨ªa se vive un momento especialmente dulce. ?Estamos muy bien. Aunque nosotras hemos vivido situaciones en el pasado realmente buenas?, explican las tres a coro. Se remontan a comienzos de los 2000. Fueron unos a?os muy buenos, en los que desde una posici¨®n aparentemente secundaria ¨Cgrabando coros¨C protagonizaron colaboraciones esenciales con algunos de los artistas m¨¢s grandes del momento. ?Cuando est¨¢bamos con Enrique Morente, Joaqu¨ªn Sabina nos llamaba para que fu¨¦ramos al estudio de al lado a meter unas voces. Y en esas aparec¨ªa Ana Bel¨¦n para cantar con nosotras?, contin¨²an relatando. Morente, el revolucionario, fue el culpable de que ellas ampliaran sus miras hasta cotas insospechadas. Las Negris han colaborado con Lenny Kravitz, Rosario Flores, Lolita, Pitingo, Jos¨¦ el Franc¨¦s o Pastora Soler. ?Nunca nos hemos quedado estancadas?, confiesan.
?La actual ola de feminismo se vive con mucho entusiasmo y responsabilidad?, explican sin dejar pasar por alto que, antes que ellas, otras f¨¦minas enarbolaron la bandera de la igualdad en el universo flamenco. ?Nuestros referentes son mujeres valientes que han roto barreras y han luchado para llegar a este punto. Chavela Vargas, Lola Flores, Las Grecas, Carmen Amaya?, enumeran. La lista es larga e incluye hoy a Estrella y Sole¨¢ Morente, Ni?a Pastori, Carmen Linares o Vanesa Mart¨ªn. ?Somos muchas y tenemos mucho que decir. Nunca es suficiente. El flamenco se lo merece?, expresan al un¨ªsono.
La llamada de Rosal¨ªa ¨Cellas participan en Malamente, Que no salga la luna y Di mi nombre, tres de los hits de El mal querer¨C las ha vuelto a poner de actualidad. ?Fue una sorpresa?, explican. ?Est¨¢bamos ensayando con Estrella Morente y nos contact¨® Javier Li?¨¢n, director de El Volc¨¢n M¨²sica. ?l fue el culpable de que colabor¨¢semos con nuestra querida Rosal¨ªa. Estamos muy agradecidas de que se acordara de nosotras. Ha sido una experiencia incre¨ªble y esperamos que se repita m¨¢s veces?. Las Negris, a partir de sus diferentes colaboraciones, han simbolizado una forma de relacionarse con los sonidos del flamenco menos acomodados. Ellas, desde hace m¨¢s de 20 a?os, se encuentran a la vanguardia si hablamos de alianzas y buen ojo con el mundo del pop. Por eso, cuando se les pregunta por aquellos que piensan que el flamenco es algo inamovible, lo tienen claro: ?Desde sus or¨ªgenes, el estilo siempre ha estado en movimiento. El flamenco es universal, abraza a todas las culturas y a sus sonidos. La prueba m¨¢s evidente de ello es Omega, la obra maestra en la que tuvimos la suerte de participar de la mano de su creador, Enrique Morente?.
ALAZ?N
El verano del a?o 2000 fue diferente para Encarni, Sara y Aroa. El 1 de julio, Alaz¨¢n, el grupo que acababan de formar, ganaba el Festival de Benidorm con la canci¨®n Alcanzar¨¢s la luna. El certamen supuso un verdadero trampol¨ªn para lo que ya era un ¨¦xito en ciernes. El tr¨ªo, que unos meses antes hab¨ªa presentado su disco de debut, irrumpi¨® en el firmamento del pop aflamencado por todo lo alto. ?Hicimos ochenta y tantos bolos. No paramos ni un instante. Y cuando lleg¨¢bamos a casa hac¨ªamos televisi¨®n o prensa. Era lo que hab¨ªa antes?, rememoran Encarni y Sara, ya sin Aroa, quien abandonar¨ªa el grupo en dos ocasiones. La ¨²ltima, hace solo dos a?os, tras firmar un contrato para entrar en Supervivientes con Encarni y echarse atr¨¢s en el ¨²ltimo momento. Por eso no resulta extra?o que no quieran comentar la participaci¨®n en esta edici¨®n de reality de Mediaset de otra rama de la familia: Az¨²car Moreno.
Alaz¨¢n es un referente imprescindible para ahondar en las ra¨ªces de un fen¨®meno musical, la mezcla entre lo latino y lo flamenco, que hoy est¨¢ en boca de todos. A lo largo de dos d¨¦cadas, el d¨²o ha imprimido sabor y personalidad a ¨¦xitos bailados sin parar en ferias y chiringuitos de toda la pen¨ªnsula. Suyos son tambi¨¦n rompepistas como Los latidos del coraz¨®n, M¨¢s de un mill¨®n, Qu¨ªtame la ropa o ?Ay, qu¨¦ calor! ?Nosotras hemos abierto el camino para otros artistas?, destacan con orgullo. ?Rosal¨ªa, de alguna manera, funciona porque es algo diferente. Hoy d¨ªa se mezcla el flamenco con el trap y el reggaeton?. Las dos comentan y alaban el buen gusto de una artista que ha sabido ver m¨¢s all¨¢ del purismo. ?A nosotras tambi¨¦n nos dec¨ªan lo mismo: ¡®No sois flamencas?.
Desde luego, el comentario sorprende si se tiene en cuenta su ¨¢rbol geneal¨®gico. Su t¨ªo ha sido Porrina de Badajoz, un gigante del cante jondo, y su uni¨®n con la rumba m¨¢s suburbial viene por parte de Los Chunguitos, de los que Sara es hermana. Az¨²car Moreno terminan de completar la estirpe. ?Nosotras crecimos en el Puente de Vallecas, en la casa de la familia Salazar?, revelan las madrile?as. ?Tenemos recuerdos muy bonitos. Como cuando ven¨ªan Los Chunguitos de alguna gala y se pon¨ªan a tocar?. Ahora las dos viven en Aranjuez, casi puerta con puerta. ?Nos queremos mucho. Desde peque?as nos hemos subido juntas a un escenario. Cuando una no est¨¢ es como si a la otra le faltara el aire?, afirman estas dos primas, casadas y con hijas, que quedan todas las ma?anas para desayunar juntas.
Mientras, siguen preparando el aniversario m¨¢s sonado de toda su carrera. ?No todos los grupos actuales tienen la suerte de poder anunciar que llevan 20 a?os al pie del ca?¨®n?, adelantan. Habr¨¢ temas nuevos y versiones de sus ¨¦xitos de siempre, que a¨²n suenan muchas noches en clubes de ambiente, donde todav¨ªa son las reinas. ?Vamos mucho por Chueca, se han volcado con nosotras. Los flamencos y los gais somos como primos hermanos?, comentan. ?Se sienten interpeladas por el feminismo? ?El papel de la mujer tiene que ir evolucionando?, responden. ?Salen muchas mujeres, pero a¨²n deben aparecer muchas m¨¢s?. Tambi¨¦n ensalzan Carmen y Lola, una de las pel¨ªculas m¨¢s rompedoras de 2018. ?Nos encanta?, explican. ?Representa un aire de modernidad. Ayuda a aquellas lesbianas que han nacido en familias gitanas a normalizarlo?.
Las Alaz¨¢n, como el filme dirigido por Arantxa Echevarr¨ªa, tratan con naturalidad muchas de las inquietudes actuales de la etnia gitana. Por eso, aunque su sonido apunta cada d¨ªa m¨¢s hacia el pop, no olvidan su esencia urbana. ?Nosotras somos muy de barrio. Nos gusta lo aut¨¦ntico y natural? .
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