Caroline Charles, el discreto encanto de una figura sin la que no entender¨ªamos el estilo ingl¨¦s

?Puede un dise?ador sobrevivir durante cinco d¨¦cadas en las altas esferas de la moda sin ser devorado por la autocomplacencia? Aunque muchos creadores clave no podr¨ªan responder o encajar en este perfil, todav¨ªa quedan algunos que han sabido aguantar los envites de la fama y sobrevivir a la vor¨¢gine del culto al creador que tan acostumbrados estamos a observar en la industria. Un buen ejemplo de ello es Caroline Charles, la colaboradora de Mary Quant que se erigi¨® en embajadora del London look, dise?adora clave durante la eclosi¨®n pop de los 60, amigu¨ªsima de los Beatles, Mick Jagger o Mariane Faithfull y referencia de estilo de la princesa Diana cuando inici¨® su coqueteo con la moda.

Una prueba viviente de c¨®mo afianzar una carrera sin estridencias pero imprimiendo paso a paso un sello de estilo. ¡°Caroline Charles expresa ese particular esp¨ªritu ingl¨¦s de moderaci¨®n y refinamiento que encaja a la perfecci¨®n con su leal audiencia. Durante medio siglo ella ha puesto a las mujeres primero, pensando m¨¢s en sus necesidades y deseos que en su propia autopromoci¨®n. Aunque todav¨ªa no existe nadie que lleve sus propias creaciones con tanta elegancia como la de la dise?adora que les dio vida¡±. Suzy Menkes, t¨®tem de la cr¨ªtica de moda en The International Herald Tribune describe as¨ª a la dise?adora en el reci¨¦n publicado Caroline Charles: 50 years in Fashion, un complet¨ªsimo diario y archivo personal que repasa las cinco d¨¦cadas de una creadora clave para entender de qu¨¦ hablamos cuando hablamos del estilo londinense.

Ahora que vivimos inmersos en la retronostalgia que defiende Simon Reynolds, pasear por la historia de la dise?adora se aventura como una parada imprescindible para entender c¨®mo una generaci¨®n cambi¨® las tornas a trav¨¦s del hedonismo, la m¨²sica y la moda. Una historia que comienza en los 60, cuando la efervescencia de la escena pop despuntaba en la capital brit¨¢nica, las chicas ense?aban rodilla y el Swinging London fascinaba a otras capitales como Par¨ªs o Nueva York. Eran los d¨ªas de la Youthquake, cuando Twiggy puso de moda el peinado boyish y el fot¨®grafo David Bailey captaba para el Vogue brit¨¢nico el devenir de una generaci¨®n.

Las 252 p¨¢ginas del libro son un complet¨ªsimo diario y archivo personal que repasa las cinco d¨¦cadas de una creadora clave del ¡®London Look¡¯.

Cortes¨ªa de ACC Editions

La popularidad de la dise?adora se dispar¨® en los 60 gracias a la fascinaci¨®n por la escena pop londinense en Am¨¦rica y Par¨ªs. En la imagen, un art¨ªculo sobre Charles en la revista ¡®Seventeen¡¯ en 1965.

Cortes¨ªa de ACC Editions

Charles, ayudante de Mary Quant, decidi¨® iniciar su carrera en solitario en 1963 desde su ¨¢tico en Chelsea y lanzar su primera colecci¨®n. Ayudada por la fulgor pop de la ¨¦poca, sus dise?os captaron r¨¢pidamente el inter¨¦s de la prensa nacional e internacional. Visti¨® a las estrellas del momento (Ringo Starr, Mick Jagger, Marianne Faithfull, Georgie Fame, Rudolf Nureyev, Barbara Streisand, Dionne Warwick o Cilla Black) y acaparaba titulares y reportajes en publicaciones como la revista Time o Seventeen. Mientras, Bob Dylan escrib¨ªa notas en su cuaderno, Vidal Sasson le requer¨ªa como modelo en sesiones de fotos o participaba como jurado en el popular programa musical Juke Box Jury en la BBC. ¡°Todo parec¨ªa posible. Quer¨ªamos romper con la generaci¨®n de nuestros padres sin ofenderles, por supuesto. No creo que pens¨¢ramos que ¨¦ramos afortunados, cre¨ªamos que la vida era tal y como la est¨¢bamos viviendo¡±, explica en el libro.

Tras protagonizar una agotadora gira de m¨²sica pop y moda por Am¨¦rica, Charles afianz¨® su estilo en Londres. Los bajos de las minifaldas se alargaron, las melenas har¨ªan acto de presencia y el romanticismo lleg¨® al dise?o. Mientras Vivienne Westwood congregaba a multitudes punks en su tienda ¡°World¡¯s End¡±, Charles apost¨® por la sofisticaci¨®n sin estridencias. Se hizo con los dise?os del uniforme de Este¨¦ Lauder en Harrods, cre¨® una colecci¨®n infantil y dise?¨® para el teatro.

Una consolidaci¨®n que explosionar¨ªa gracias a una de sus clientas estrella en los 80: Diana de Gales, que se convirti¨® en una fiel seguidora de sus dise?os. Ella popularizar¨ªa los trajes de tart¨¢n que luci¨® en sus primeros actos como princesa de Inglaterra y atrajo a condesas y otros personajes de la nobleza brit¨¢nica hasta su marca. En el transcurso de dos d¨¦cadas, Charles pas¨® de ser el referente de la juventud rompedora a dise?ar para la burgues¨ªa y alta sociedad brit¨¢nica. Una transici¨®n que ha marcado su trabajo en los ¨²ltimos 30 a?os ¨Cella misma dise?¨® el pa?uelo oficial de la reina Isabel II en el 40 aniversario de su reinado¨C.

Con el lujo discreto como emblema, la dise?adora sigue en activo, participando en la London Fashion Week y vistiendo a iconos brit¨¢nicos como Emma Thompson (suyo fue el dise?¨® que luci¨® cuando se alz¨® con el Oscar en 1993), Kristin Scott Thomas o Helen Mirren. Charles se ha convertido en un referente del clasicismo brit¨¢nico, tal y como defiende en su libro Nicholas Coleridge, director de Cond¨¦ Nast en Gran Breta?a: ¡°Creo que Caroline es la m¨¢s inglesa de todos los dise?adores. Su trabajo siempre ha logrado personificar el toque ingl¨¦s, civilizado y chic, pero tambi¨¦n sabe ser interesante. Nunca he visto a una mujer mal vestida si viste de Caroline Charles. En realidad es imposible¡±.

Imagen de parte de la colecci¨®n que present¨® para la primavera/verano de 1988

Cortes¨ªa de ACC Editions

La creadora apuesta por el lujo sin estridencias. En la imagen, una de las propuestas de la colecci¨®n primavera/verano 2011 que mostr¨® en la London Fashion Week.

Cordon Press