?C¨®mo es el enamoramiento (estado de idiotez transitoria) cuando sucede en Internet?
El 34 % de los solteros espa?oles tienen o han tenido una relaci¨®n que comenz¨® en internet¡ con un flechazo. Buscamos los parecidos y las diferencias de los arrebatos online y offline
Un sofisticado c¨®ctel de m¨¢s de 250 sustancias se combina cuando estamos por primera vez ante una persona que nos gusta. En tan solo unos pocos segundos, nuestra corteza prefrontal eval¨²a si quien tenemos delante nos atrae o no. Y si la respuesta es positiva, lo que viene a continuaci¨®n, el flechazo, puede definirse como lo que Miren Larrazabal, psic¨®loga cl¨ªnica, Presidenta de la Federaci¨®n Espa?ola de Sociedades de Sexolog¨ªa y autora del libro Sexo para Torpes llama ¡°estado de idiotez transitoria¡±. Y que, resumiendo, tiene media docena de s¨ªntomas bastante disuasorios que cada cual, seg¨²n su experiencia, podr¨¢ vincular con un n¨²mero de mensajes por d¨ªa, minutos de visionado de fotos y/o googleos compulsivos en busca de informaci¨®n relevante del el sujeto de deseo. Son estos:
?¨CAlguien del mont¨®n comienza a ser alguien especial(¨ªsimo).
¨CConcentramos nuestra atenci¨®n en esa persona a la que, de paso, idealizamos, engrandecemos o vemos con el llamado ¡°efecto lentes rosas¡± que contradice al refranero cuando se?ala que el amor es ciego porque ¨Ccon las lentes rosas¨C? es clarividente y nos hace ver cosas en el ser deseado que los dem¨¢s no ven.
¨CNuestros pensamientos son obsesivos.
¨CNuestra energ¨ªa aumenta por la cantidad de dopamina segregada.
¨CComienza a sentirse la ansiedad de la ausencia y, como en cualquier adicci¨®n, se da la habituaci¨®n y cada vez es necesario m¨¢s contacto para estar satisfechos.
¨CBajan nuestros mecanismos de defensa ante las alertas y, si hay dificultades, se produce el ¡°efecto Romeo y Julieta¡±, y las convertimos en m¨¢s motivos de atracci¨®n.
Son las leyes del deseo. Y aunque sepamos que despu¨¦s de esta paliza ¨Cque durar¨¢ entre 12 y 18 meses dependiendo del caso¨C llegar¨¢n las leyes del apego ¨Cmucho m¨¢s pl¨¢cidas¨C el hecho de que seg¨²n Meetic? 1 de cada 3 parejas actuales se forma a trav¨¦s de internet, hace que nos preguntemos si los primeros compases de esas relaciones online son iguales que los de las offline.
¡°Hay cierto paralelismo entre el comportamiento de quien se enamora on y offline¡±, asegura M¨®nica Rubio, Brand Manager de eDarling. ¡°Al final, somos las mismas personas, lo ¨²nico que cambia es el contexto. Cerca de la mitad los usuarios de nuestra compa?¨ªa inician un contacto durante los primeros 7 d¨ªas y un 30% mantiene dicho contacto en el tiempo. Dentro de la plataforma se env¨ªan m¨¢s de 10.000 mensajes al d¨ªa¡±. Rubio constata que esa primera impresi¨®n, esa primera visita al perfil de la otra persona, da mucha informaci¨®n, pero obviamente no la suficiente as¨ª que se inician los comportamientos que revelan el flechazo. ¡°Cuando una persona te interesa, lees detenidamente su perfil, analizas sus mensajes, quieres saber si est¨¢ conectada. Cuando un usuario recibe una visita a su perfil, se lo notificamos por email. ?stos emails despiertan mucha curiosidad y tienen una alta tasa de apertura. Si buscamos en Facebook o Linkedin a personas con las que vamos a trabajar, ?c¨®mo no mirar una y otra vez las fotos de alguien con quien vamos a tener una cita?¡±.
Para Jos¨¦ Ruano, director general de Meetic Espa?a y Portugal, ¡°el comportamiento de una persona que ha sentido un flechazo a trav¨¦s de internet por otra es id¨¦ntico a si lo hubiera sentido en la calle. Nuestro comportamiento y actitud es la misma¡±. De hecho, una de las funcionalidades de este portal y de otros muchos se conocen como ¡°flechazos¡± y Ruano se?ala que ¡°son un modo desenfadado de romper el hielo con aquellos usuarios que hayan despertado nuestro inter¨¦s. Al final, que una persona despierte tu inter¨¦s para enviarle un mensaje o hablar con ella por el chat no deja de ser un flechazo. Internet, y con ello el online dating, nos es m¨¢s que el medio para conocer gente nueva, nuestro comportamiento y actitud es la misma.¡±
Larrazabal no duda de que se d¨¦ algo parecido al flechazo durante el tiempo en el que la futura pareja todav¨ªa no se conozca en persona. Sin embargo, apuesta a que los mecanismos han de ser necesariamente diferentes y apela a las investigaciones de la cient¨ªfica Elen Fisher para reivindicar que si el flechazo comienza con una mirada entre dos personas y si el primer sentido que opera en ese enamoramiento fulminante es la vista, necesariamente el enamoramiento online ha de adaptarse a las circunstancias. Pero todo tiene su traducci¨®n en Internet. ¡°Aunque el flechazo vaya por canales distintos, al igual que ocurre en la seducci¨®n cara a cara, hay una parte que tiene que ver con la parte f¨ªsica. Las fotos son muy importantes en internet, incluso valoradas por el entorno. El f¨ªsico sigue siendo omnipresente, y al igual que cuando vas a una cita personal te arreglas para gustar m¨¢s, en foto sucede lo mismo, se eligen las m¨¢s seductoras¡±, dice.
Ambos portales narran en sus webs historias de amor ¡°a primera vista¡±. B¨¢rbara y Sergio aseguran que ¡°entr¨¢bamos a todas horas para ver si el otro nos hab¨ªa enviado un mensaje o contestado una sonrisa¡±. Cristina recuerda que se enamor¨® de Carlos ¡°al ver su foto de perfil¡± y relata que ¡°entraba cada noche para verla, era inevitable¡±. La historia de Alicia Pascual y su novio se inici¨® en un portal de internet, y ella asegura que adem¨¢s de sentir ¡°palpitaciones, hormigueo en el est¨®mago y de notar la ausencia si no se conectaba¡±, el flechazo que tuvo lugar en su romance fue ¡°mucho mejor¡± que el que hab¨ªa vivido en otros enamoramientos convencionales porque ¡°compagin¨¢bamos la espontaneidad con la premeditaci¨®n y las preguntas trampa o divertidas. Conocernos por Internet fue mucho m¨¢s intenso y r¨¢pido¡±.
La intensidad que describe Alicia tiene mucho sentido, seg¨²n la psic¨®loga: ¡°los mensajes en este tipo de entornos son muy directos y la gente tarda muy poco en hablar de cosas ¨ªntimas, mucho menos que tomando una copa en un bar¡±. Los motivos de esta velocidad en la transmisi¨®n de datos personales, tan acorde con el canal, son la ausencia de las inhibiciones propias de sentirse observados que tienen lugar en la comunicaci¨®n offline. ¡°En internet nos sentimos mucho m¨¢s protegidos por muchos motivos, pero sobre todo porque nuestro cuerpo no est¨¢ siendo mirado. En una cita cara a cara est¨¢s en un baile de sincron¨ªas en el que tiene mucho que ver el cuerpo y en internet no. En la red, al menos a la hora de coquetear, quitamos muy r¨¢pido las barreras y se accede enseguida a la intimidad, que es un espacio sumamente vulnerable¡±.
Desde las plataformas para buscar pareja esta rapidez se explica por el mismo motivo. ¡°El perfil de cada usuario contiene mucha informaci¨®n. No s¨®lo lo que cada cual dice de s¨ª mismo, tambi¨¦n c¨®mo lo dice. Las relaciones comienzan con un ¡°me gusta¡± a una foto, a un comentario¡ Despu¨¦s se inicia el intercambio de mensajes y la complicidad puede llegar bastante r¨¢pido. Sin el inevitable ¡°miedo esc¨¦nico¡± de los encuentros presenciales, es sorprendente el nivel de intimidad que se alcanza por internet en poco tiempo¡±, afirma Rubio que tambi¨¦n subraya la importancia de los test de compatibilidad que los psic¨®logos de los portales aportan para que las b¨²squedas sean adecuadas.
Pero a pesar de estas similitudes y condicionantes, Larrazabal subraya que en este tipo de flirteos falta un elemento esencial de las relaciones rom¨¢nticas: la gestualidad. ¡°El lenguaje no verbal no est¨¢ presente en los contactos por la red y no se nos puede olvidar que, en ese proceso irracional que es el enamoramiento, interviene algo que no se puede apreciar en una foto. C¨®mo alguien sonr¨ªe, c¨®mo alguien se toca el pelo, su mirada o sus gestos m¨¢s caracter¨ªsticos, esa parte no se puede compensar hasta que se conocen as¨ª que puede haber un flechazo y de hecho observo en terapia y en mis grupos que los hay, pero no s¨¦ hasta qu¨¦ punto es completamente id¨¦ntico al cara a cara¡±.
Hasta que las resonancias magn¨¦ticas no midan qu¨¦ le pasa a nuestro cerebro al contemplar una foto de perfil por primera vez, tendremos que conformarnos con pensar que, en el siglo XXI, es dif¨ªcil tener claro si es mejor el flechazo online o el offline. Aunque los que tenemos edad para pagarnos el ADSL tambi¨¦n podemos recordar historias del siglo XX y revisar ¡°Tienes un Email¡±,? la pel¨ªcula de Nora Ephron en la que el enamoramiento fue inevitable por internet a pesar del cara a cara. Claro que American On Line, la empresa que financi¨® la producci¨®n, acab¨® absorbiendo a la Warner¡
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