7 razones para saltarte las instrucciones de lavado de tu ropa favorita (y no carg¨¢rtela)
El proyecto Care Label Project, impulsado por AEG, llama a hacer un uso razonable de las lavadoras y secadoras. La ropa dura m¨¢s y se contamina menos.
?Y si lavar la ropa de otra forma alargara la vida de tus vaqueros favoritos? ?Meter¨ªas en la m¨¢quina tu nuevo jersey de angora? ?Compras ropa de usar y tirar porque, total, se destroza al lavarla? Piensa que producir ropa nueva deja una considerable huella de carbono (el 3% de las emisiones de CO2 proceden de la industria textil, seg¨²n The Carbon Trust). Y que alargar la vida de tu ropa nueve meses reduce entre un 20 y 30% los residuos que le regalamos a la Tierra. De paso, plant¨¦ate c¨®mo lavas.
El sector de los electrodom¨¦sticos tambi¨¦n se ha hecho esta reflexi¨®n. Sabiendo que la pelota est¨¢ en su tejado, el gigante de los electrodom¨¦sticos AEG ha implantado en los ¨²ltimos a?os diversas mejoras en sus lavadoras y secadoras para optimizar el aprovechamiento del detergente, depurar el agua o adaptarse a las necesidades de la ropa m¨¢s delicada, como la lana o la seda. Es entonces cuando se topan con que las etiquetas de lavado, creadas all¨¢ por los a?os 50, y que est¨¢n obsoletas dadas las nuevas tecnolog¨ªas de lavado, la mejora de los detergentes y hasta el modo ¡®suave¡¯ de ensuciar la ropa en nuestros d¨ªas. De ah¨ª surge Care Label Project? (proyecto sobre las etiquetas de cuidado). En el camino le acompa?an The Woolmark Company, m¨¢xima autoridad mundial en todo lo relacionado con la utilizaci¨®n, cuidado y producci¨®n de lana; Fashion Revolution, organizaci¨®n mundial sin ¨¢nimo de lucro nacida en 2013 tras el colapso de un edificio en Bangladesh donde se produc¨ªa ropa para varias multinacionales de moda low cost con el objetivo de concienciar sobre el coste real de la moda, tanto en la fase de producci¨®n como en la de cuidados en casa; y Not Just A Label, una plataforma mundial de creadores que apuesta por la sostenibilidad en el proceso de creaci¨®n y producci¨®n as¨ª como en la calidad de la ropa. ?Sabes por qu¨¦ y c¨®mo cambiar tu modo de interpretar las etiquetas de lavado?
1. Est¨¢n desfasadas
Las etiquetas con las instrucciones de lavado se crearon hace d¨¦cadas. Entonces, o se lavaba a mano o se introduc¨ªan en lavadoras autom¨¢ticas. La cuesti¨®n es que estos electrodom¨¦sticos, cuyas ventas se disparan tras la Segunda Guerra Mundial, eran aut¨¦nticas m¨¢quinas de destrucci¨®n textil, capaces de eliminar la suciedad y destruir los tejidos casi a id¨¦ntico ritmo. Eran tiempos en los que los ni?os jugaban en la calle y no a videojuegos y en las oficinas se cargaban toneladas de papel (lo de los documentos digitalizados a¨²n tardar¨ªa muchos a?os en llegar). En otras palabras, la ropa se ensuciaba de verdad de barro, polvo o tinta. Por no hablar de que los detergentes eran bastante menos eficientes que los actuales y muy lesivos. De ah¨ª que las instrucciones de lavado fueran tan conservadoras. La cuesti¨®n es que m¨¢s de medio siglo despu¨¦s solo un 7% de los consumidores meter¨ªa la ropa de lana, cachemir o seda en la lavadora cuando ya existen m¨¢quinas y programas espec¨ªficos para estos tejidos.
2. Sobreestiman la temperatura
O lo que es lo mismo, muchas de las prendas para las que se indica un lavado a 40?C quedan igual de bien con el agua a 30?C. Estos diez grados marcan hasta un 60% de ahorro energ¨¦tico. ¡°Y prolongan la vida ¨²til de la ropa¡±, advierte Han Ates, fundador de Blackhorse Lane Ateliers. Dos factores juegan a su favor. Por un lado, es f¨¢cil encontrar detergentes inteligentes que penetran en las fibras y desintegran las manchas respetando los tejidos. Por otro, lavadoras de ¨²ltima generaci¨®n con sensores de carga y sistemas de premezcla del detergente con agua antes de entrar en el tambor. Este peque?o gesto optimiza el campo de acci¨®n de los agentes lavantes, ya que un detergente mal disuelto elimina la suciedad en unas zonas olvidando otras y obliga a lavar de nuevo la prenda, un eterno proceso sin fin con el que se derrochan litros de agua, se desperdicia detergente, se contamina m¨¢s y se deteriora mucho la ropa.
3. Pavor a la secadora
Entre los fabricantes existe un p¨¢nico generalizado a la secadora. Incluso al centrifugado. Que si deforma, que si da de s¨ª, que si arruina las fibras el¨¢sticas¡ Raz¨®n no falta si se toman en consideraci¨®n las lava-secadoras tradicionales, con procesos de extracci¨®n de agua literalmente letales para los tejidos. Por eso nuestras madres nos ense?aron a lavarlos a mano, secarlos en horizontal y echar mano de la santa paciencia hasta que no queda ni gota de humedad. Teniendo en cuenta que esta temporada se llevan los jers¨¦is de punto gruesos y oversize puede suponer una semana de espera. ¡°Afortunadamente hay modernos electrodom¨¦sticos que permiten secar a m¨¢quina incluso tejidos tan delicados como la seda y la lana. Hay personas que huyen de estos tejidos por temor a que se estropeen al lavarlos. Hay que perder el miedo. Mi abuela siempre dec¨ªa: compra una prenda buena, que te durar¨¢ m¨¢s que dos baratas¡±, se?ala el dise?ador Tim Labenda, premio Woolmark Europa 2016. Famoso por trabajar la lana de forma muy voluminosa no duda en hacer o¨ªdos sordos a las recomendaciones de lavado del tejido que le dan sus proveedores siempre que se tenga una secadora adecuada.
4. Viaje al tinte
?Cu¨¢ntas veces has renunciado a comprar un vestido de seda porque la etiqueta prescribe lavado en seco? ?Te has planteado la de productos qu¨ªmicos que emplean en la tintorer¨ªa? Por no hablar de la bolsa de pl¨¢stico en la que envuelven la ropa cuando te la entregan y la gasolina que gastas hasta llegar al establecimiento. Sin embargo, un buen programa para tejidos delicados con el agua a 30?C no va a arruinar ese vestido. Y librar¨¢s al planeta de muchas sustancias t¨®xicas.
5. Al barre?o
Otro de los mantras aprendidos de nuestras madres y que los fabricantes perpet¨²an con el s¨ªmbolo del barre?o y la mano. Un proceso tedioso, que lleva tiempo, consume m¨¢s agua y tarda una eternidad en secar. En su lugar, se puede optar por un ciclo de lavado delicado a baja temperatura. ¡°Los fabricantes son cautos, quieren evitarse problemas o reclamaciones por parte de los usuarios. As¨ª que limitan las posibilidades de lavado de la ropa a una sola ¨Ca mano¨C y no cuentan todas las posibles¡±, revindica la dise?adora Clara Martin.
6. Impepinable planchado
Echando un vistazo a las etiquetas parece como si no quedara otra opci¨®n que plancharlo absolutamente todo. Una tarea que habitualmente tendemos a posponer y que da lugar a esas c¨¦lebres monta?as de ropa ¡®para planchar¡¯ que se recogen en esquinas semiescondidas de muchas casas. ?Te suena? Ahora bien hay lavadoras y secadoras con programas de vapor que dejan la ropa casi planchada. Por no hablar de que esa obsesi¨®n antiarrugas es digna de abuela. Cierto nivel de arruga es bello. Y da carisma.
7. Obsesi¨®n por el lavado
En apenas un siglo, el ser humano ha pasado del aseo cuestionable a la obsesi¨®n por la higiene. Tambi¨¦n con la ropa. Nos la ponemos una tarde y a la lavadora. Sin haberla apenas ensuciado, ni haber sudado. El Care Label Project ha creado un nuevo icono para ¡®no lavar de m¨¢s¡¯ con un coraz¨®n dentro de un barre?o. Pi¨¦nsatelo dos veces antes de meter esa camiseta en el cesto de la ropa sucia. Por muy respetuoso que sea el lavado, algo siempre deteriora, gastas agua y arrojas agentes contaminantes. Vamos, que tu bolsillo y el planeta te agradecen alguna que otra puesta m¨¢s antes de lavar.
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