Coristas: las chicas del dudu¨¢
Sus voces han sonado en los hits m¨¢s radiados y han actuado en los mayores escenarios. Eso s¨ª, casi siempre fuera de foco y a unos metros de la estrella. Un documental reconoce ahora el papel de las coristas, una especie en extinci¨®n.
"Y las chicas de color hacen du-da-d¨², da-d¨²¡". Lo canta Lou Reed en Walk on the Wild Side, uno de los pocos temas de la historia del pop que menciona a esas discretas acompa?antes, las coristas. La canci¨®n ¨Cen la que, por cierto, los coros los realizan las brit¨¢nicas, y muy p¨¢lidas, Thunderthighs¨C aparece en los cr¨¦ditos de Twenty Feet from Stardom (A seis metros del estrellato), un documental que centra su atenci¨®n en esas voces corales que nunca llegaron a alcanzar la gloria en solitario, las que hacen du-du-¨¢, o sha-la-l¨¢ detr¨¢s de la estrella. La pel¨ªcula se estren¨® en Sundance con una notable expectaci¨®n y est¨¢ funcionando muy bien en los cines estadounidenses, donde ya se habla de ella como ?el Searching for Sugar Man de este a?o?. Igual que la del m¨²sico Sixto Rodr¨ªguez, esta es tambi¨¦n una historia de (dign¨ªsimas) perdedoras, y de un expolio econ¨®mico, ya que las coristas no siempre cobraron los royalties que les correspond¨ªan. En su edad de oro, los 60 y 70, eran, en una abrumadora mayor¨ªa, mujeres afroamericanas y de clase trabajadora, una tripleta de factores que les hac¨ªa el camino m¨¢s cuesta arriba de lo normal.
?Tienes que pasar p¨¢gina y perdonar?, dice Darlene Love, en conversaci¨®n telef¨®nica con S Moda. ?El suyo es un caso ¨²nico?, reconoce el director del documental, Morgan Neville. Love empez¨® a cantar en los 50 en el coro de su iglesia, como casi todas las acompa?antes de grandes artistas, y pronto se convirti¨® en parte esencial del Muro de Sonido del productor Phil Spector, ese sistema de grabaci¨®n multipistas que hac¨ªa que los ¨¦xitos de la ¨¦poca sonasen m¨¢s n¨ªtidos, m¨¢s grandes, mejores.
El pol¨¦mico Spector, que actualmente est¨¢ en la c¨¢rcel acusado del homicidio de su novia, Lana Clarkson, y arrastra una nutrida leyenda negra ¨Cdesde los abusos a su mujer, Ronnie Spector, a sus m¨¦todos para conseguir una buena reproducci¨®n, que consist¨ªan en enca?onar con su pistola a John Lennon, Debbie Harry o quien se pusiera por delante¨C, escamote¨® a Love sus derechos por canciones como He¡¯s a Rebel o Da Doo Run Run. Le oblig¨® a registrar temas que luego lanzaba con el nombre de otras cantantes mientras la iba tentando con un posible salto a la fama que nunca llegaba. ?Me hizo creer que River Deep, Mountain High era para m¨ª. Me la aprend¨ª y, cuando llegu¨¦ al estudio a grabarla, vi que se la hab¨ªa dado a Tina Turner?, cuenta sin rencor Love, cuya voz suena tambi¨¦n en temas como Be My Baby, de las Ronettes, o You¡¯ve Lost that Loving Feeling, de los Righteous Brothers.
A pesar de que su curr¨ªculum inclu¨ªa trabajos con Frank Sinatra, los Beach Boys, Sam Cooke, Sonny and Cher y muchos m¨¢s, acab¨® dejando la m¨²sica, desmoralizada. ?Me puse a hacer la otra cosa que sab¨ªa que me dar¨ªa dinero: limpiar casas. Hasta que, y esta historia es real ¨Crecalca¨C, un d¨ªa estaba fregando un ba?o, puse la radio y o¨ª mi voz. Me dije que ten¨ªa que volver a la m¨²sica y nunca mir¨¦ atr¨¢s. Pas¨¦ el peor a?o de mi vida pero al final lo consegu¨ª?. Love acab¨® recorriendo los famosos seis metros que separan el anonimato de los solistas. Cada a?o protagoniza un espect¨¢culo que lleva su nombre y canta en el programa de David Letterman, aunque siempre hay fans que la reconocen por su papel de esposa de Danny Glover en la saga Arma letal. En los 80 llev¨® a Spector a juicio exigiendo su propiedad intelectual y gan¨®. Hace a?o y medio, sus ?buenos amigos? Bruce Springsteen y Steve van Zandt instigaron para que ingresara en el Rock¡¯n¡¯Roll Hall of Fame, y fue la primera y ¨²nica excorista que lo consegu¨ªa.?
Merry Clayton Su voz destaca en Sweet Home Alabama y en Gimme Shelter, de los Rolling Stones.
Cordon Press
De egos y voces. Springsteen es, de hecho, uno de los artistas consagrados que aparece en el documental, hablando de sus coristas ¨C¨¦l se cas¨® con una: Patti Scialfa¨C. ?No fue tan dif¨ªcil conseguir a Mick Jagger, Stevie Wonder o Sting para el filme ¨Cconfirma el director¨C. Han trabajado con ellas durante d¨¦cadas, pero nunca pueden homenajearlas, y solo un solista sabe de lo que es capaz una corista?. Vocalmente, las chicas de atr¨¢s son por lo general mucho mejores cantantes que las celebridades a las que acompa?an. ?Una corista tiene que estar perfecta de la primea a la ¨²ltima toma, un solista no. Ser un cantante y ser una estrella no es lo mismo, de hecho son cosas casi diametralmente opuestas?, asegura Neville. En su pel¨ªcula, el l¨ªder de los Rolling Stones resume de forma bastante gr¨¢fica esa diferencia: ?Cantar ooohs y aaahs es divertido durante un minuto, pero no creo que pudiera ganarme la vida as¨ª?. Dar un paso atr¨¢s y dejar que los otros brillen requiere un talento especial. Lo corrobora una excorista de pro como Olga Rom¨¢n. Ahora cantante en solitario, a Rom¨¢n se la conoce sobre todo por los 13 a?os que pas¨® dando la r¨¦plica a Joaqu¨ªn Sabina. Su voz estuvo presente en todos sus discos y giras desde 1994 hasta 2007. ??l era muy generoso en el escenario pero yo sab¨ªa cu¨¢l era mi lugar. Tuve que aprender a frasear como ¨¦l, a respirar como ¨¦l. El papel de corista es precioso si te gusta hacerlo, pero no todo el mundo sirve?, dice.?Entonces, nunca se pon¨ªa nerviosa, ni aunque actuara ante 18.000 personas en Las Ventas. ?No era mi papel. A m¨ª me tocaba estar firme como una roca?. Ahora, cuando la gente acude a verla a ella, s¨ª lo est¨¢.
Aullar con los rulos puestos. Volviendo a los Stones, se puede decir que ellos y los otros grupos que formaban la llamada Invasi¨®n Brit¨¢nica, que tomaron las radios estadounidenses pareciendo m¨¢s americanos que los propios americanos, dieron un nuevo realce a esos coros femeninos. ?No estar¨ªan pecando de lo que ahora se llama ?apropiacionismo cultural?, de ¡®saquear¡¯ el legado afroamericano para parecer m¨¢s enrollados? ?No lo creo, no percib¨ª en las coristas ning¨²n tipo de resentimiento. Est¨¢n muy agradecidas a los m¨²sicos ingleses porque les daban mucha cancha. Algunas de ellas se fueron a Reino Unido e hicieron carrera all¨ª?, asegura Neville. En sus ¨²ltimas giras, Jagger suele cantar Gimme Shelter con la corista Lisa Fischer, pero en la grabaci¨®n original lo hizo con la legendaria Merry Clayton, una back up singer de peinado afro que se apartaba mucho del modelo de ?buena chica con vestido trapecio? que imperaba entonces en el gremio. En Gimme Shelter, la pel¨ªcula, aparece ese momento. La banda llama a Clayton en medio de la noche para grabar el tema y esta aparece en pijama, con un abrigo de vis¨®n por encima, y con los rulos puestos. Se dirige al micro y lanza (a¨²lla) el famoso grito: ??Violaci¨®n! ?Asesinato! No hay mucha diferencia?. Clayton intent¨®, sin demasiado ¨¦xito, labrarse una carrera en solitario a principios de los 70. Algo que les pas¨® a muchas coristas, seg¨²n Neville. ?En los 80 hubo m¨¢s oportunidades para los artistas afroamericanos, pero en aquella ¨¦poca se cre¨ªa que no hab¨ªa espacio para todas. Solo podr¨ªa haber una Aretha Franklin, una Diana Ross?. Aun as¨ª, muchas estaban satisfechas con su posici¨®n. En la ¨¦poca de la Motown, en la que las canciones se escrib¨ªan y se grababan a toda velocidad y la industria musical funcionaba como una f¨¢brica bien engrasada, las coristas hac¨ªan dos o tres sesiones al d¨ªa, siete d¨ªas a la semana. ?Gan¨¢bamos dinero. Ten¨ªamos coches, casas?, cuenta Love.
La importancia del segundo plano. No corren buenos tiempos para la profesi¨®n. ?Ya no hay dinero para nada en las sesiones de grabaci¨®n. Adem¨¢s, todo se soluciona con Autotune?, asegura Neville. Adele, por ejemplo, es su propia corista: en su disco 21, grab¨® las primeras y segundas voces. Aun as¨ª, todav¨ªa hay nost¨¢lgicos de las back up singers, como Bobby Gillespie. El l¨ªder de Primal Scream invit¨® a las tres integrantes de Haim a hacerle los coros en su actuaci¨®n en Glastonbury, hace unas semanas.
Las protagonistas del documental, sin embargo, Love, Fischer, Claudia Leanne o la m¨¢s joven, Judith Hill ¨Cque iba a cantar en la ¨²ltima gira de Michael Jackson cuando este falleci¨®¨C, est¨¢n firmando contratos discogr¨¢ficos y podr¨ªan protagonizar una gira tras el ¨¦xito de la pel¨ªcula, como ocurri¨® con Buena Vista Social Club. Para el director, ese es el mejor legado de su filme. Eso y las muchas personas que se identifican con la historia: ?La mayor parte de nosotros no somos estrellas, trabajamos juntos para crear algo y no siempre se nos da el cr¨¦dito que merecemos?. O sea, que, en el fondo, todos somos coristas.
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