?Un hombre cantando la canci¨®n principal de ¡®Frozen 2¡¯? Bisbal y el posible fin del sue?o feminista de Disney
La historia de amor verdadero entre dos hermanas que protagonizan Elsa y Anna cuenta en su secuela con m¨¢s protagonismo masculino y un tema central (¡®Mucho m¨¢s all¨¢¡¯) que en Espa?a promociona el cantante almeriense.

El estreno de Frozen 2 se podr¨¢ ver en Espa?a a partir del 29 de noviembre. Seis a?os despu¨¦s de una primera parte que se gan¨® por votaci¨®n popular y medi¨¢tica el t¨ªtulo de ¡®la pel¨ªcula m¨¢s feminista de Disney hasta la fecha¡¯. En internet ya se puede ver el tr¨¢iler, se han destripado algunas escenas y se puede escuchar la banda sonora, incluido el tema que la propia compa?¨ªa presenta como nuevo himno de la pel¨ªcula: Into the Unknow (Mucho m¨¢s all¨¢). Una canci¨®n que dentro del filme canta su protagonista Elsa (en la versi¨®n en castellano vuelve a ponerle voz Gisela), pero que en la versi¨®n que acompa?a a los cr¨¦ditos y con la que estos d¨ªas Disney hace la promoci¨®n, canta David Bisbal ¨Cla versi¨®n anglosajona corre por cuenta de Panic! at the disco¨C. M¨¢s guitarras aportando el tono ¨¦pico, incluso testoster¨®nico, y un videoclip con el almeriense interpret¨¢ndose a s¨ª mismo como protagonista que han resultado chirriantes para parte del fandom, dificultando reconectar con la esencia del himno liberador en que se convirti¨® Let it go (Su¨¦ltalo) y que lleva a plantearse la pregunta: ?d¨®nde est¨¢n Elsa y Anna?
bisbal ha roto Frozen
— fulljudi (@patadafrrita) November 17, 2019
Frozen hablaba de amor verdadero entre dos hermanas, que vuelven a acercarse despu¨¦s de un tiempo en el que han sido obligadas a distanciarse y ocultarse la verdad. El apoyo mutuo y el amor fraternal se antepon¨ªan en esta historia a los dict¨¢menes del amor rom¨¢ntico, deshaci¨¦ndose de la idea imperante en tantos otros cuentos en los que las princesas (y la mujeres en general) necesitan a un hombre que las salve; aqu¨ª se salvan la vida la una a la otra. Un planteamiento sin precedentes para Disney?que puso en el centro de la conversaci¨®n en su lanzamiento en 2013, mucho antes del estallido de conciencia feminista que se asentar¨ªa con el?#MeToo, la necesidad de m¨¢s historias de protagonistas femeninas y de ampliar las miras de la representaci¨®n en la industria.
Lo hac¨ªa adem¨¢s con el apoyo del p¨²blico, batiendo el r¨¦cord de musicales en taquilla y consagrando a Elsa como un icono de la aceptaci¨®n propia que se libera de miedos e imposiciones para soltarse como ella misma. El list¨®n qued¨® alto a pesar de que posteriormente se ha demostrado que a esa percepci¨®n generalizada de que en Frozen mandaban las chicas bajo sus propios t¨¦rminos, no le acompa?aban los datos. Un algoritmo de inteligencia artificial desarrollado en Hollywood que analiza ling¨¹¨ªsticamente los guiones para medir la representaci¨®n de g¨¦nero, colectivos y minor¨ªas (el GD-IQ: Spellcheck for bias, traducible como corrector de discriminaci¨®n), se?al¨® que en la pel¨ªcula las protagonistas femeninas tienen un tiempo en pantalla del 51% frente a sus co-protagonistas masculinos, seg¨²n apuntaban en EL PA?S Retina.
Esto no fren¨® las expectativas sobre la posibilidad de que en la segunda entrega de este reino helado, Elsa se erigiera definitivamente como icono LGTBI. La iniciativa en internet #GiveElsaAGirlfriend (#UnaNoviaParaElsa) se ha reactivado varias veces con fuerza a lo largo de estos seis a?os pidiendo en redes sociales a la primera princesa lesbiana de la historia de Disney. Jennifer Lee, coautora de la pel¨ªcula junto a Chris Buck, no se cerr¨® en banda a la idea. Pero aunque precisamente uno de los valores del personaje de Elsa es el hecho de que su historia e identidad no giren en torno a la b¨²squeda del amor rom¨¢ntico, muchos fans quisieron localizar a su posible amor, rescatando un fotograma del tr¨¢iler con una chica casta?a que se les antojaba candidata.
Una posibilidad que sus creadores ya han desmentido pero que supondr¨ªa un incuestionable hito para el colectivo, infrarrepresentado en el cine ¨Cun estudio de 900 pel¨ªculas populares estadounidenses realizado entre 2007 y 2016 apuntaba a que el porcentaje de personajes LGTBI con di¨¢logos en estas cintas es del 1,1%-. Y que adem¨¢s tiene que encarar comentarios y actitudes hom¨®fobas como las que la diputada de Vox Alicia Rubio -la misma que defiende lo que empodera coser un bot¨®n¨C solt¨® en?2018 durante una mesa redonda de nombre ¡®Ideolog¨ªa de G¨¦nero y Educaci¨®n¡¯ en Madrid: ?Si Frozen es lesbiana, la ni?a va a querer el vestidito y va a querer la amiguita?, dec¨ªa atacando con que en la industria del entretenimiento ?se est¨¢n normalizando determinados modelos y comportamientos¡±.
Frozen 2 no es Frozen, ni parece pretenderlo. Los cr¨ªticos que ya la han visto afirman que en efecto no hay princesa lesbiana y que Elsa y Anna ya no son las protagonistas absolutas ¨Caunque se mantienen premisas como la del amor rom¨¢ntico lejos de la trama principal y la representaci¨®n de una masculinidad y de lo femenino desmarcadas de lo can¨®nico¨C. En la secuela, de personajes ¡°m¨¢s maduros¡± y ¡°m¨¢s oscura¡± ganan terreno el personaje del novio de Anna, Kristoff, y el mu?eco de nieve Olaf. Y se apunta ya a que el segundo gran tema llamado a representar a la pel¨ªcula por detr¨¢s del Mucho m¨¢s all¨¢ que aqu¨ª protagoniza Bisbal, es la balada ochentera en sinton¨ªa con las de Roxette que interpreta en solitario el personaje de?Kristoff (Lost in the Woods, un tema original de la m¨ªtica banda californiana Weezer al que pone voz Jonathan Groff). En una entrevista al actor junto a Josh Gad (la voz anglosajona de Olaf) que rescata Fotogramas, este ¨²ltimo bromeaba: ¡°He estado tratando desesperadamente de asegurarme que Jonathan no tuviera una canci¨®n porque sab¨ªa que pasar¨ªa, que se har¨ªa con el protagonismo de la pel¨ªcula si lo hiciera. Y no voy a mentir, es exactamente mi peor pesadilla hecha realidad¡±. Una afirmaci¨®n que parece llevarnos de nuevo -y a superar a la fuerza- la pregunta inicial: ?pero d¨®nde est¨¢n Elsa y Anna?
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.