De Madame de Pompadour a Zara: Los mules, el calzado estrella de la temporada
Cuatro siglos despu¨¦s, los zapatos destalonados siguen pisando fuerte y se convierten en la tendencia de esta primavera.
Si la marquesa de Pompadour hubiese vivido en el Nueva York de Carrie Bradshaw, no solamente habr¨ªa compartido con ella su afici¨®n por las galer¨ªas de arte, sino tambi¨¦n su gusto por los zapatos. Y es que hay un tipo de calzado que une a la amante de Luis XV y a la protagonista de Sexo en Nueva York: los mules. Este t¨¦rmino,? de origen franc¨¦s, se utiliza para designar a los zapatos destalonados, el complemento estrella de esta temporada.
Seg¨²n Elena V¨¢zquez, conservadora de la colecci¨®n de complementos del Museo del Traje (Madrid), los mules tienen su origen en las babuchas (tambi¨¦n llamadas chinelas) propias del imperio otomano. Gracias a las relaciones pol¨ªticas con las monarqu¨ªas europeas, la cultura oriental fue influyendo progresivamente en las sociedades occidentales, desde las artes, a la moda, incluyendo el calzado. Y aunque ¡°los primeros mules con tac¨®n aparecieron en el s. XVII y eran comunes para hombres y mujeres¡±, como declara V¨¢zquez, la mayor influencia se producir¨¢ en el s. XVIII, con la llamada ¡°moda a la turca¡±. En este siglo la puntera del mule ¡°se levantar¨¢, bajar¨¢ la altura del tac¨®n¡± y se usar¨¢n materiales como ¡°sedas y piel de cabritilla¡±, explica esta conservadora, con ricos bordados, cintas y ornamentaciones.
Chinelas de tac¨®n de 1750 que presentan las caracter¨ªsticas tipol¨®gicas del calzado femenino de mediados del S.XVIII (Museo del traje).
Cortes¨ªa del Museo del traje
Mientras que los mules de tac¨®n se han convertido actualmente en un calzado perfecto de entretiempo, el uso que se le daba en los s. XVII y XVIII era muy diferente. Las mujeres utilizaban estos zapatos exclusivamente para recibir visitas en el interior de su casa. En este entorno, los mules llegaron a tener un ¡°alto componente er¨®tico¡± porque, como comenta Elena V¨¢zquez ¡°ense?aban el tobillo¡±. Esto, junto con el acortamiento de las faldas t¨ªpico de la ¨¦poca, har¨ªa que por primera vez se mostrase el pie al desnudo, dando lugar a escenas tan ¨ªntimas como la del cuadro de Jean-Honor¨¦ Fragonard titulado El columpio. ¡°No se usar¨¢n como zapato de calle hasta la d¨¦cada de 1970¡±, declara Elena V¨¢zquez, y ¡°resurgir¨¢n con fuerza de nuevo en los a?os 90¡±, como se ha podido ver tantas veces a Sarah Jessica Parker en la serie que la catapult¨® a la fama.
Entre las propuestas que se han subido a la pasarela esta primavera-verano 2014, firmas como Altuzarra o Victoria Beckham han sacado una versi¨®n ¡°parecida¡± a los mules del s. XVIII, con la puntera cerrada y tac¨®n. C¨¨line opt¨® por tacones arquitect¨®nicos, y otras casas, por la versi¨®n en pee-ptoe, como Adam Lippes o Chlo¨¦, en materiales naturales como rafia y corcho.
497 euros cuesta esta versi¨®n de Fendi con tachuelas en el tac¨®n.
En Nueva York, la firma Nonoo desfil¨® con unos mules bajos en tonos pastel gracias a la colaboraci¨®n que realiz¨® con Manolo Blahnik, quien por su parte incluye en su colecci¨®n RTW primavera 2014 unos mules con hebilla dignos de la propia marquesa de Pompadour. En low-cost, Zara no se ha hecho esperar y ya parte de su repertorio de calzado para esta primavera incluye tambi¨¦n mules. ?C¨®mo consigue este zapato ser tan atractivo casi cuatro siglos despu¨¦s? Elena V¨¢zquez lo tiene claro: ¡°permite desnudar la pierna y el pie sin ning¨²n tipo de corte o traba¡±
Mules de Altuzarra.
InDigital
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