Del 3D al holograma, la moda entra en la cuarta dimensi¨®n

No solamente de estampados digitales nos irradian esta temporada las firmas: la holograf¨ªa triunfa como nuevo formato en las presentaciones de moda.?Mucho se ha especulado sobre el final de los desfiles tal y como se han concebido hasta ahora -de convocatoria reducida, especializada y delimitada en el espacio y el tiempo- y los montajes a base de juegos de luces y l¨¢ser formando siluetas, quietas o en movimiento, podr¨ªan liderar su cambio.

Los clips y cortos llevan un tiempo postul¨¢ndose como relevo incorp¨®reo de un modelo cada vez menos sostenible, tal y como confirman las ¨²ltimas trifulcas sobre el calendario de las semanas de la moda. Al lanzamienro de?Wonderwood?para Comme del Gar?ons por Rei Kawakuwo, Chanel con sus cintas dirigidas por Karl Lagerfeld, o Dior, con el Lady Blue de Marion Cotillard, le han seguido Gareth Pugh; Rodarte, de la mano de Elle Fanning; Vanessa Bruno, a lomos de Kate Bosworth; Nicola Formichetti y Lady Gaga o Muta, de Lucretia Martel para Miu Miu.?Todos ellos han utilizado la reproducci¨®n de im¨¢genes a modo de recurso visual m¨¢s o menos po¨¦tico, surrealista, cl¨¢sico o conceptual, como parte de sus shows, en sustituci¨®n de ellos, como campa?a o todo lo anterior junto, pero entre la materia viva y aquello empaquetado digitalmente existe un camino de?deshumanizaci¨®n?real y casi tangible bien distinto al que ofrecen minipel¨ªculas o v¨ªdeomontajes de fondo.?El primero en verlo claro fue Alexander McQueen cuando configur¨® ¨®pticamente como holograma a la mism¨ªsima Kate Moss. Su gesto abri¨® la puerta a esta nueva dimensi¨®n.

Momento de la proyecci¨®n del desfile en 3D de Burberry.

Fue en 2010 cuando los contenidos de moda se pasaron a la?realidad virtual. Los desfiles perdieron su car¨¢cter presencial y exclusivo al pasar a difundirse en directo v¨ªa web. Adem¨¢s, se empez¨® a mirar hacia un formato hasta entonces exclusivo del cine y los videojuegos: las tres dimensiones. Vogue Italia, de la mano de Franca Sozzani y la ejecuci¨®n de Steven Meisel, se atrev¨ªa en septiembre de ese a?o con la primera portada y editorial en 3D de la historia de las publicaciones. Con el auge de las pel¨ªculas encima y las peleas entre distribuidoras y salas por ver qui¨¦n cargaba con el coste de las necesarias gafas, marcas como Gucci, Emporio Armani u otras m¨¢s deportivas como Oakley, empezaron a lanzar sus propios modelos adaptados. Algo que podr¨ªa convertirse en habitual si esta modalidad de visionado cala entre los fabricantes de televisiones y ordenadores y nos la llevamos puesta a casa.

Burberry es una de las marcas pioneras en este campo: la firma inglesa conjug¨® el streaming con el 3D programando su desfile oto?o-invierno 2010 en Francia y Estados Unidos a la vez que presentaba en Londres. En abril pasado era adem¨¢s la primera (bueno, la segunda: antes vino Diesel) en atreverse con una pasarela completamente hologr¨¢fica con motivo de la apertura de su nueva tienda en Pek¨ªn. Muchas firmas internacionales se ven obligadas, por necesidades de mercado, a desdoblar las presentaciones de sus colecciones en una y otra punta del mundo (est¨¢ pasando ahora, por ejemplo,?en Singapur).?Esta alternativa de modelos reflejo y proporciones muy humanas les sale, desde luego, mucho m¨¢s econ¨®mica que organizar castings y desplazar a maquilladores, estilistas y vestidores. Unos meses antes era Ralph Lauren el que simultaneaba la proyecci¨®n de un desfile 4D sobre su tienda buque de la avenida Madison. Algo parecido a lo que hizo Dior en Madrid.

Las firmas lowcost no solamente se?suman al carro sino que lo perfeccionan. Forever 21 ha hecho del videoarte hologr¨¢fico un cat¨¢logo?itinerante. De gira por diversas ciudades del mundo, su colecci¨®n de oto?o-invierno 2011/12 ¨Cpresentada ya en Bruselas, Viena, Londres y la semana pasada, en Los Angeles- no requiere m¨¢s que un proyector y una pantalla para echarse a andar.