Dos siglos de Orgullo sin Prejuicio
La obra m¨¢s famosa de Jane Austen cumple 200 a?os con una nueva tanda de homenajes y adaptaciones. Amada o tildada de sensiblera, su esp¨ªritu rom¨¢ntico no tiene l¨ªmites.
Escriban ?Jane Austen? en Etsy y obtendr¨¢n 3.928 resultados entre los que se cuentan bonetes estilo Regencia, unos falsos tirabuzones que dan algo de grima ¨Csu vendedora asegura que ?se los quitan de las manos? las asistentes a convenciones sobre la escritora en Bath, ciudad en la que pas¨® parte de su vida¨C, centenares de p¨®steres o piezas de bisuter¨ªa con citas de la autora y camisetas que parafrasean el famoso principio de Orgullo y prejuicio: ?Es una verdad universalmente conocida que Jane Austen parte la pana?.
Este mes se cumplen 200 a?os de la publicaci¨®n de ese libro, el m¨¢s conocido de todos los que escribi¨®, y su popularidad no podr¨ªa ser mayor. La actriz Jennifer Love Hewitt prepara una serie de televisi¨®n que trasladar¨¢ a sus protagonistas, Lizzie y Darcy, al mundo actual; una productora brit¨¢nica ha anunciado que har¨¢ un Orgullo y prejuicio ?indie y sexy?; y sigue pendiente el estreno de Orgullo y prejuicio y zombis, la versi¨®n gore que estuvo a punto de protagonizar Natalie Portman. Por no hablar de las decenas de congresos y convenciones que traman las f¨¦rreamente organizadas asociaciones de janeites ¨CRudyard Kipling, janeite confeso, populariz¨® en los a?os 20 este t¨¦rmino que identifica a los fans irredentos de Austen, como si fueran Beliebers o Little Monsters adelantados a su tiempo¨C. Se podr¨ªa decir que Mark Twain, que dijo aquello de ?Cada vez que leo Orgullo y prejuicio siento ganas de desenterrar a Austen y golpear su cr¨¢neo con su propia tibia?, perdi¨® la batalla.
El libro es muy famoso. Lo que no est¨¢ claro es que se haya analizado bien. Seg¨²n Sheryl Craig, especialista en la autora de la Universidad de Missouri y miembro de la Jane Austen Society of North America (Jasna), ?no la apreciamos del todo. Amamos las partes atemporales, pero no nos damos cuenta de lo adelantada que Austen estaba a su tiempo. Elizabeth Bennet es muy impertinente, no es la t¨ªpica hero¨ªna o mujer ideal de la ¨¦poca. Darcy se arriesga mucho escogi¨¦ndola como esposa. Otro aspecto que pasamos por alto son las pocas opciones que ten¨ªan entonces las mujeres. Cuando Mr. Collins, el pretendiente rico, le ofrece matrimonio a Elizabeth, ella deber¨ªa al menos pens¨¢rselo. Es una de las escenas m¨¢s divertidas de la literatura, pero tiene su lado serio. Elizabeth escoge la pobreza; no puede ir y buscarse un trabajo y ser su propio sost¨¦n econ¨®mico como una chica de ahora?.
Las adaptaciones modernas de la obra, como la que protagoniz¨® Keira Knightley en 2005 o la miniserie de la BBC de 1996 (que hizo una estrella a Colin Firth, el Darcy m¨¢s memorable), as¨ª como la austenolog¨ªa m¨¢s fr¨ªvola, que da lugar a pel¨ªculas como la pr¨®xima Austenland o libros como The Jane Austen Guide to Happily Ever After, pintan a la autora como una especie de gur¨² rom¨¢ntica y se centran en los entramados amorosos de sus textos. Cuando, en realidad, si una hero¨ªna de Austen busca marido, lo que necesita adem¨¢s de amor es una soluci¨®n econ¨®mica. Y eso est¨¢ reflejado en sus p¨¢ginas con mayor pragmatismo: a Lizzie no le acaba de gustar del todo Fitzwilliam Darcy hasta que da un paseo por Pemberley, su casa familiar, y se da cuenta de lo c¨®moda, c¨¢lida y grande que es.
Keira Knightley protagoniz¨® en 2005 una de las versiones del libro. ?Hay mucho de Elizabeth en m¨ª. Ambas somos independientes y fuertes?, confes¨®.
Cordon Press
A Claudia Johnson, profesora de Princeton y experta en la escritora inglesa, no le molestan las adaptaciones modernas, por heterodoxas que sean ¨C?la mayor¨ªa de las que se han hecho son muy buenas y algunas brillantes, como?Fuera de onda, que es una versi¨®n libre de?Emma?¨C, pero no cree que su obra sea especialmente cinematogr¨¢fica. ?Reducir Austen a un argumento amoroso es diluirla completamente. Es una artista excepcional, cuyas creaciones admiten m¨²ltiples lecturas, pero su estilo no es visual. Es verbal, interior, moral y social?.
Johnson public¨® recientemente?Austen¡¯s Cults and Cultures, que demuestra que la?Austenman¨ªa?no es un fen¨®meno reciente y que cada ¨¦poca encuentra su manera de reflejarse en la obra de la autora de?Sentido y sensibilidad.??En el periodo victoriano se cre¨ªa que sus novelas ten¨ªan un poder m¨¢gico para aparecer como nuevas, aunque se leyesen mil veces. En los a?os de la Primera Guerra Mundial, se la categoriz¨® como una novelista tr¨¢gica, que entend¨ªa los peligros de vivir en un lugar estrecho, sea un pueblo o una trinchera, y los soldados discut¨ªan sus novelas durante el conflicto. En la Segunda Guerra Mundial, el decoro austeniano ayud¨® a los civiles brit¨¢nicos a sobrellevar la barbarie de los bombardeos alemanes. Y en la actualidad, tendemos a leerla exclusivamente en t¨¦rminos de relaciones sexuales, pol¨ªtica sexual y roles de g¨¦nero?, comenta.
Las ¨²ltimas biograf¨ªas de la autora han tratado de rescatarla de esa imagen de benigna ?t¨ªa Jane? que se le hab¨ªa creado y que han fomentado libros y pel¨ªculas algo ?o?as como?La joven Jane Austen?(2007), que protagoniz¨® Anne Hathaway. En?The real Jane Austen, la escritora Paula Byrne pinta un retrato de una Jane inmersa en la cultura de su tiempo y poseedora de un sentido del humor m¨¢s salvaje e ir¨®nico de lo que deja traslucir su imagen de gentil dama de letras. La editorial Austral celebra el bicentenario deOrgullo y prejuicio?con una edici¨®n especial que incluye un DVD con la miniserie de la BBC. En su pr¨®logo, el traductor Jos¨¦ C. Veles, insiste en salvar a la escritora de sus fans m¨¢s arrebatados: ?Considerada como la campeona de la comedia rom¨¢ntica (¡), es seguramente la menos rom¨¢ntica de esas d¨¦cadas de convulsiones ideol¨®gicas y est¨¦ticas. Posiblemente es la m¨¢s astuta y maliciosa. La imagen de sensibler¨ªa, frivolidad o vacuo sentimentalismo que a veces se achaca a su literatura se debe como m¨ªnimo a una lectura apresurada o tal vez a las recreaciones que se han hecho de sus textos?. As¨ª que, a los 200, toca darle a la obra el barniz?dark?que en realidad siempre tuvo.
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