Duyos: ?No quiero vender muchas prendas por poco dinero¡±
El dise?ador, que cumple 20 a?os en la industria, nos recibe en su estudio madrile?o para charlar sobre sus comienzos, los problemas del sector y c¨®mo vivir de su trabajo sin tener tienda online en tiempos de Instagram.
¡°Una monta?a rusa¡±. As¨ª resume Juan Duyos (Madrid, 1968) sus 20 a?os en la moda. ¡°Ahora estoy en un tren de velocidad media pero ha habido ¨¦pocas realmente vertiginosas¡±, puntualiza. Cuando hace dos d¨¦cadas se estren¨® en la pasarela desfilando junto a Cecilia Paniagua (en sus comienzos la firma se llam¨® Duyos & Paniagua), ni siquiera se hac¨ªa una idea de hacia d¨®nde evolucionar¨ªa todo aquello. ¡°Cecilia trabajaba con Sybilla y yo con Manuel Pi?a. La idea de crear nuestra propia firma surgi¨® una Nochevieja, entre copas. Al d¨ªa siguiente nos llamamos para confirmar que aquella conversaci¨®n iba en serio¡±, recuerda entre risas. El primer desfile de la marca, en pleno minimalismo espa?ol de finales de los 90, rompi¨® moldes. Probablemente gracias a la inocencia y atrevimiento de la juventud. ¡°Me parece algo muy lejano, ¨¦ramos unos chavales que no ten¨ªamos ni idea de qu¨¦ iba esto. Llevamos nuestros propios maquilladores y peluqueros porque no sab¨ªamos que all¨ª hab¨ªa un equipo que se encargaba de eso¡±, rememora. Tambi¨¦n los subieron a la pasarela. Antes de que las marcas se empe?asen en reclutar rostros an¨®nimos sin experiencia en el modelaje, ellos mezclaron maniqu¨ªes como Elena Barquillo con un grupo de amigos. Consiguieron el aplauso de la cr¨ªtica y desfilaron en Londres. Pero el proyecto acab¨® pronto: Duyos decidi¨® emprender su propio camino y en 2001 el mundo de la moda lloraba la p¨¦rdida de la dise?adora Panigua, que muri¨® de forma tr¨¢gica.
Veinte a?os despu¨¦s de aquella ¨¦poca que recuerda como ¡°preciosa¡±, Duyos nos recibe en su estudio de la madrile?a calle Barquillo d¨ªas antes de presentar Smart Girls, su colecci¨®n aniversario. Un desfile muy especial en el que reunir¨¢ a diez top models de los 90 y 2000 (Ver¨®nica Blume, Judith Masc¨®, Vanesa Lorenzo, Nieves ?lvarez, Almudena Fern¨¢ndez, Madeleine Hjort, Helena Barquilla, Marina P¨¦rez, Laura S¨¢nchez y Cristina Piaget). ¡°No es que la colecci¨®n resuma estos a?os, m¨¢s bien se centra en lo que estamos haciendo ahora: ropa personalizada para cada mujer¡±. El dise?ador ha creado cada uno de los looks pensando espec¨ªficamente en la modelo que lo va a llevar y tres complementos dise?ados en colaboraci¨®n con Samsung para la ocasi¨®n. ¡°Son tres accesorios de fiesta ¨Cclutch, ri?onera y colgante¨C ideados para llevar el m¨®vil de forma visible¡±, nos adelanta. No es la primera vez que une fuerzas con marcas de otros sectores. Tiene cinco licencias de accesorios y ha dise?ado el packaging de productos de gran consumo. ¡°La moda no acaba en un pantal¨®n; es un estilo de vida: tu m¨®vil, tu taza de desayuno o la cortina del ba?o. Igual que Karl Lagerfeld dise?¨® una botella para Coca Cola, yo tambi¨¦n lo hice. Evidentemente no podemos negar que estas colaboraciones se pagan bien y son un extra para la marca¡±, confiesa. Estas licencias le mantienen en contacto con una parte de la industria de la que vive distanciado: las ventas masivas.
A Duyos no le interesa vender por vender. Es algo que se esfuerza por dejar claro una y otra vez a lo largo de la entrevista. El hecho de que ni siquiera tenga tienda online parece prueba suficiente para creer su discurso. ¡°Apuesto por la moda lenta, es lo que se me da bien. Una temporada llegu¨¦ a vender mucho pero luego me di cuenta de que ni lo sab¨ªa hacer, ni quer¨ªa¡±, nos cuenta. Fruto de aquel intento de seguir las reglas del mercado fue el lanzamiento en 2006 de Fande, una segunda l¨ªnea que pretend¨ªa satisfacer la demanda de un p¨²blico m¨¢s joven. ¡°En aquel momento hab¨ªa mucha presi¨®n por las ventas. Pero hay que entender que no podemos compararnos con las grandes superficies espa?olas y aquella experiencia me hizo darme cuenta de que no quiero vender muchas prendas por poco dinero¡±. Tambi¨¦n su experiencia como director creativo de Don Algod¨®n, entre 2002 y 2007, le demostr¨® que lo suyo no era la moda r¨¢pida. ¡°Fui el primero en trabajar para otra marca y fui muy criticado. Despu¨¦s de aquello me han intentado fichar otras firmas pero las negociaciones son complicadas y no me gustar¨ªa dejar Duyos para hacer otra cosa. Me siento afortunado por venir cada d¨ªa al trabajo con mi perra y no quiero meterme en ciertos proyectos. Tambi¨¦n es verdad que nunca puedes decir nunca¡±, puntualiza.
Su perra, Cara, nos observa recostada en el suelo mientras hablamos del mito del proceso creativo y de lo normal que es su vida como dise?ador. La presencia de su mascota es imprescindible en el estudio y, aunque Duyos no se atreve a subirla a la pasarela, la define entre risas como una de sus musas y una ¡°perra top model¡±. Si Karl Lagerfeld no se separa de su gata Choupette, Cara es compa?¨ªa indispensable para el creador espa?ol. Eso s¨ª, no esperen que tenga su propia cuenta de Instagram. Ni siquiera su due?o la tiene, ni a t¨ªtulo personal ni profesional. ??Es posible que, en plena dictadura del like, una marca de moda sobreviva sin un perfil en la red social??, le preguntamos. ¡°No me interesa. Mi negocio va bien sin Instagram. Puede que una prenda low cost se agote despu¨¦s de que una bloguera la saque en las redes sociales, pero las m¨ªas no. Sara Carbonero ha llevado cosas y hemos recibido 50.000 llamadas pero despu¨¦s nadie lo compra. Adem¨¢s solo pensar que me siguen 100.000 personas me da ansiedad. Estar todo el rato molando de cara a la galer¨ªa no va conmigo¡±, remata.
M¨¢s all¨¢ de Sara Carbonero son muchas las mujeres que han vestido sus dise?os en estos 20 a?os. ¡°No puedo quedarme con ninguna, adem¨¢s no soy muy de musas¡±, apunta. ¡°Pero s¨ª hay mujeres a las que admiro que a¨²n no he vestido. Por ejemplo ?ngela Molina o actrices, principalmente mayores, que saben lo que quieren y pasan de lo sexy, una cualidad que a m¨ª me interesa muy poco¡±. Tambi¨¦n confiesa que ser¨ªa un honor para ¨¦l vestir a la Reina Letizia y que pol¨ªticas como Cristina Cifuentes son frecuentes en su taller. Incluso Manuela Carmena, alcaldesa de Madrid, se dej¨® ver en la primera fila de su ¨²ltimo desfile. ¡°Nuestra pasarela es una pasarela pol¨ªtica porque depende de la Comunidad de Madrid. Vienen a vernos muchos pol¨ªticos que son amigos y que se visten aqu¨ª. A Carmena no la he vestido pero la invit¨¦ y acept¨®. Creo que no sab¨ªa muy bien en qu¨¦ mundo se met¨ªa y se agobi¨®. En general, creo que las pol¨ªticas s¨ª hacen bien su trabajo en este sentido porque apoyan la moda espa?ola, la visten y hacen de embajadoras¡±, explica.
?Pero es suficiente ese apoyo? ¡°Creo que deber¨ªamos entender que dise?o e industria deben ir de la mano y que la instituciones podr¨ªan ayudar mucho en eso. En Espa?a nos falta aprender que con la creatividad se puede hacer mucho dinero¡±, reivindica. Duyos repite varias veces durante nuestro encuentro que la culpa de que la moda nacional no despunte al nivel de Par¨ªs, Mil¨¢n o Londres la tenemos nosotros, el sector. ¡°Cuando fuimos a desfilar a Nueva York volvimos con la lecci¨®n bien aprendida. Muchas editoras potentes o los almacenes Barney¡¯s se acercaron para alabar nuestro trabajo. Pero tambi¨¦n nos dijeron que era momento de defender lo suyo, de apostar por sus propias marcas. Ojal¨¢ pasase eso en Espa?a, que nuestra prensa y nuestros compradores optasen por defendernos¡±, reclama. Y contin¨²a: ¡°En Espa?a tenemos grandes fabricantes de textil, de zapatos y de bolsos. El problema es que prefieren producir para grandes marcas, o bien de lujo o bien de consumo masivo. Yo he llamado a sus puertas y me han dicho que no porque les supone hacer producciones m¨¢s peque?as y un poco m¨¢s caras. A lo mejor si trabajasen conmigo vender¨ªan menos cantidad pero ganar¨ªan m¨¢s dinero haciendo productos de calidad con un dise?o detr¨¢s¡±.
Duyos es un firme defensor de la marca Espa?a, algo palpable en sus dise?os plagados de referencias al sur a pesar de que naci¨® en Madrid. ¡°Me gusta subrayar lo nuestro sin ning¨²n pudor. Tenemos tendencia a admirar lo de fuera y a utilizar anglicismos y a m¨ª todo eso me da pereza. Copiar lo extranjero solo nos lleva a hacernos m¨¢s peque?itos¡±, insiste. Por eso no le gustan las cr¨ªticas que muchas voces lanzan contra los creadores patrios, a los que acusan de limitarse a desfilar para despu¨¦s no producir las colecciones. ¡°No conozco a ning¨²n compa?ero m¨ªo que viva de vender donuts. Todos viven de su marca pero hay un desprestigio gigante hacia los dise?adores espa?oles. Evidentemente no somos Gucci ni tenemos detr¨¢s esa industria ni esa capacidad, pero no vivimos de subvenciones. Vivimos de nuestro trabajo¡±, aclara.
El pr¨®ximo lunes 20 de febrero volver¨¢ a la antigua pasarela Cibeles a demostrar c¨®mo ha logrado mantenerse durante dos d¨¦cadas en la caprichosa industria de la moda, a pesar de que no comulgue con muchas de sus exigencias: ni la producci¨®n en masa, ni las redes sociales, ni c¨®mo se presentan los desfiles. ¡°El sistema es el que es. O est¨¢s en ese sistema o no est¨¢s. Claro que me gustar¨ªa desfilar en la ciudad o en un espacio m¨¢s pensado pero no me compensa ir a contracorriente. No soy un antisistema¡±, admite. Duyos sabe que el romanticismo tiene sus l¨ªmites y los acata para seguir haciendo lo que le gusta: ¡°S¨ª, me veo otros 20 a?os m¨¢s en la moda. Cerca del mar, con el pelo blanco y rodeado de amigos¡±. Otra monta?a rusa a la que est¨¢ dispuesto a subir.
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