El baile deportivo desfila
En Espa?a existen 129 clubes en los que unas 3.000 personas ensayan a conciencia para ganar alguna competici¨®n. En cada una de ellas se despliega una pasarela de moda, una fiesta del mejor dise?o.
Chachach¨¢. Entra en la pista una mujerona de pelo rubio oxigenado y corto a lo gar?on. Sus facciones son duras, pero su movimiento, muy femenino. Tiene un aire a Antonia Dell¡¯Atte. Lleva un vestido de corte sirena negro transparente, con tiras serpenteantes de terciopelo que cubren las zonas estrat¨¦gicas. Es de Vesa, el mejor dise?ador de moda del mundillo; no hace falta adivinarlo: lleva la marca por fuera. Los jueces solo la han visto dar tres zancadas hacia el centro de la pista, pero sus mentes se han puesto a trabajar. ?Si est¨¢ patrocinada por Vesa, ser¨¢ buena?. Su estampa, que alcanza el metro ochenta, es inolvidable. ?Es la misma mujer que nos impresion¨® en Stuttgart el a?o pasado?. Chachach¨¢. Joanna Leunis ¨Cese es su nombre¨C ya tiene varios enteros ganados que pueden jugar a su favor en la puntuaci¨®n final.
Los resultados la avalan: la bailarina francesa es, junto con su pareja, Michael Malitowski, bicampeona del mundo en Latino Profesional, seis veces campeona de Europa en la misma disciplina, cinco en Blackpool, seis en el UK Open y vencedora en siete ocasiones del International Open Professional Latin Champions. Una fiera. Su curr¨ªculo se llena con algo m¨¢s que trajes de ficci¨®n. Joanna y Michael someten la pista a sus pasos. Pero nadie olvida sus estilismos.
Aunque la belleza del vestuario no tiene ning¨²n peso oficial en la puntuaci¨®n, ?afecta de alguna manera?, revela la bailarina espa?ola Eva Nieto, quien junto a su pareja, Carles Cirera, ha alcanzado el cuarto puesto en el ranking mundial de Senior Latino (la categor¨ªa inmediatamente inferior a la profesional). ?Cuando una pareja entra en la pista, genera unas expectativas?.Y la mejor manera de asegurarse de que el efecto sea positivo es tener detr¨¢s el patrocinio de una firma de moda. Eso permite estrenar prendas en los grandes campeonatos (entre dos o tres veces cada temporada).
Los trajes de baile son un lujo para muchos bolsillos. Un vestido corto ¨Cel que se usa en los bailes latinos¨C puede costar entre 600 y 900 euros; el precio de uno largo ¨Cpara la categor¨ªa est¨¢ndar de bailes de sal¨®n¨C puede ascender a los 1.600 euros; y en la categor¨ªa profesional, las cifras se disparan hasta los 2.000 euros.?Los patrocinados obtienen ropa a medida sin coste, a cambio de llevar la etiqueta de la firma visible en un costado. Es un privilegio solo al alcance de los mejores en las pistas.
A Eva y Carles los viste Merche Murillo, una dise?adora catalana que lidera el sector en Espa?a desde hace m¨¢s de 23 a?os. ?Sigue una l¨ªnea esbelta y un estilo elegante, sin recargamientos?, explica Eva. Esa imagen es dif¨ªcil de asumir para el p¨²blico general, que mira de lejos las pistas de baile como un desfile debling-bling. Pero a medida que uno se sumerge en este mundo, los matices pulen la mirada y lo que antes parec¨ªa una pasarela de excesos resurge ante la vista del espectador como un trabajo artesanal. ?La est¨¦tica del baile es muy particular?, dice Murillo. ?Se nota mucho en las parejas que acaban de llegar: les cuesta introducirse. Pero cuando pasa el tiempo y suben de categor¨ªa, van cogi¨¦ndole gusto, y se les ve mejor vestidos y conjuntados?.
Javier Tom¨¢s Biosca
Normas de estilo. ?C¨®mo no parecer que uno se ha colado en un certamen? Imprescindible cuidarse: se lleva el cuerpo musculado y delgado, la piel morena y depilada; y en la mujeres, mo?os muy tirantes y maquillaje fantas¨ªa. Tan importante es el bronceado que la casa DanceSport International tiene toda una secci¨®n de su tienda online dedicada a productos espec¨ªficos para te?ir la epidermis. En cuanto a la ropa, debe resaltar la figura y apoyar el movimiento. ??Y que no te traicione!?, apunta Merche. ?Es un deporte y no se puede estar pendiente de que no se mueva el vestido?. El traje est¨¢ cosido sin posibilidad de fisura sobre un body del mismo color, que lleva el sujetador incorporado. ?La magia consiste en conseguir que siempre vuelva a su sitio, que no se desmonte?, dice.
El dise?o se trabaja sobre una normativa estricta, que se suaviza a medida que se sube de categor¨ªa, hasta llegar al nivel profesional, en el que todo est¨¢ permitido. Para el resto: ?El vestuario tiene que cubrir las partes ¨ªntimas del cuerpo; no se pueden usar s¨ªmbolos religiosos; la l¨ªnea intergluteal no debe verse, as¨ª como la inferior de las bragas, que no pueden ser de color carne; la distancia entre las copas del sujetador ha de ser inferior a cinco cent¨ªmetros¡?. Si una pareja no viste seg¨²n el reglamento, se enfrenta a la descalificaci¨®n inmediata e incluso a no poder participar en otras competiciones.
Estos mandamientos quieren proteger cuatro aspectos fundamentales en el baile: la forma caracter¨ªstica de cada disciplina y categor¨ªa, la edad de los bailarines, las reglas de buen gusto y la seguridad. ?Para evitar golpes, no podemos usar metales ni materiales pesados en las aplicaciones ni en los complementos?, aclara Merche. De hecho, el chairman puede pedir al competidor que se quite una joya o una prenda si esta representa alg¨²n peligro.?
A partir de ah¨ª, todo depende de la creatividad del dise?ador. La elaboraci¨®n de un traje puede ocupar m¨¢s de un mes. ?Los m¨¢s complejos llevan incluso pedrer¨ªa cosida a mano o boa de avestruz?, se?ala la creadora catalana, quien comenz¨® en el dise?o de vestuario para teatro. Un d¨ªa de verano, hace 24 a?os, Merche se top¨® con la primera tienda de trajes para baile sal¨®n de Espa?a, en la calle del Perill, en Barcelona. ?Empec¨¦ haci¨¦ndoles unas falditas y la cosa se fue complicando [r¨ªe]?.
Y m¨¢s cuanto m¨¢s elevada sea la categor¨ªa del bailar¨ªn. Es el tipo de vestuario con el que sue?an las chicas de los rangos inferiores, que deben llevar prendas de licra. Pero no todas se lo pueden permitir. Los precios son una gran limitaci¨®n. ?Por eso, hay mucha mam¨¢ costurera. A veces notas que observan los trajes para copiarlos, pero ?qu¨¦ vas a hacer!?, dice Merche. Al fin y al cabo, en los campeonatos tampoco se gana dinero. ?A no ser que est¨¦ patrocinado por una marca?, aclara Eva. ?Los cert¨¢menes oficiales no tienen premios en met¨¢lico?.
La crisis ha hecho que los bailarines buscaran otras opciones. ?Cada vez se vende menos. Ahora vienen muchos clientes con sus trajes antiguos para reformarlos?. Tambi¨¦n se pueden comprar los de temporadas pasadas. Merche Murillo guarda 30.
Javier Tom¨¢s Biosca
Pasarela en la pista. Las colecciones se presentan en los grandes cert¨¢menes de danza ¨Csobre todo Stuttgart (Alemania) y Blackpool (Inglaterra)¨C, donde los espectadores visten de gala. Los bailarines profesionales desfilan por la pista de baile con los trajes m¨¢s espectaculares, y los senior visten indumentarias de fantas¨ªa con algunas limitaciones impuestas por la normativa. Los dise?adores, adem¨¢s, exponen sus creaciones en stands en los que se pueden adquirir sus prendas. Y las grandes firmas contratan a modelos para que sean su imagen, como el espa?ol Pol Chamorro, bailar¨ªn amateur conocido por su participaci¨®n en Mira qui¨¦n baila. Pol ha posado para los zapatos de Dance Sport International y la ropa de Iban Salgado y Abraham Mart¨ªnez, dos j¨®venes dise?adores de gran proyecci¨®n.
?Son m¨¢s barrocos?, matiza Eva. Cuando Eva y Carles llegaron por primera vez al taller de Merche, los acompa?aba su entrenador, quien, adem¨¢s de trabajar con ellos las coreograf¨ªas, vela por su estilo. ?¡°Ninguno de estos es para ti¡±, me dijo. No es que los dise?os no fueran buenos, sino que yo soy m¨¢s minimalista?. Y le hicieron un vestido corto blanco a medida. Hay tres proveedores principales de materiales con los que Merche trabaja: Chrisanne, en Inglaterra; Choice, en Austria y los orientales Eda Chu. Y la calidad es excelente. La prueba: ?Los trajes se lavan constantemente: esto es un deporte en toda regla?, apunta Eva. ?Y aunque est¨¢ bien variar de modelo, si has tenido ¨¦xito con uno, repites para que los jueces se acuerden de ti. El desgaste es enorme?.?
Chrisanne es tambi¨¦n la proveedora de Vesa, el Christian Dior de la danza. Vesa Matti Hietala, quien comenz¨® dise?ando para su pareja en las pistas, cre¨® su empresa en 2011. En su lista de clientas: Yulia Zagoruychenko, Ekaterina Sokolova, Maria Manusova, Daria Chesnokova¡ Y as¨ª una larga lista de ¨Covas y ¨Cchenkos, que dominan los primeros puestos en el ranking profesional del mundo. Aunque entre su clientela, y en las listas vip del baile, tambi¨¦n figura alg¨²n Garc¨ªa. Como Nicol¨¢s Garc¨ªa, que junto a su pareja, Masha Turlupova, son los profesores de Eva Nieto y de Carles Cirera.
Los bailarines son a la moda del baile lo que las maniqu¨ªs a la pasarela internacional. Exfiguras de la rumba y el rock and roll se reconvierten en creadores una vez dejan el escenario. Como Roberto Villa y Morena Colagreco, una pareja que abandon¨® la competici¨®n en 2011 y, desde entonces, posee su propia l¨ªnea de vestidos. Tambi¨¦n la tiene Tania Khelet, quien sol¨ªa bailar con Emanuel Valeri. Son la alta costura del baile; firmas exclusivas a las que solo pueden acceder los m¨¢s diestros en sus pasos. Pero el negocio gana ritmo en las categor¨ªas amateur. Ah¨ª, el amo y se?or es DSI London, marca creada en 1982.
En la actualidad produce el cat¨¢logo m¨¢s completo del sector y durante las pasadas navidades la firma tuvo su propio escaparate en Harrods, con un espectacular vestido largo de danza est¨¢ndar. Las Billy Elliot del siglo XXI so?aron ante el cristal del gran almac¨¦n con lucir alg¨²n d¨ªa aquel traje de princesa; el resto pasaba junto a ¨¦l con una extra?a mueca: ??Qui¨¦n se pone eso??.
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